La razón por la cual mayoría de las personas comienzan a consumir productos dietéticos no es porque les guste el sabor o porque quieran obtener una mayor nutrición, sino porque creen que al hacerlo les ayudará a bajar de peso.
Esos productos endulzados con aspartame constituyen una gran parte del mercado de los productos "dieteticos" a pesar de las abundantes investigaciones que demuestran que es posible que promuevan el aumento peso en vez de la pérdida. Un ejemplo de esto se puede ver en el estudio de 2011 realizado por investigadores del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas, Campus San Antonio.
Después de seguir a 474 participantes que bebieron sodas dietéticas durante casi 10 años, los investigadores encontraron que las cinturas de los participantes crecieron en un 70 % más en comparación con aquellas personas que no bebían sodas dietéticas. Además, aquellos que bebían dos o más sodas dietéticas al día tenían un aumento de 500 % más en el tamaño de la cintura.
Un estudio similar publicado en 2015 también reveló que hay una "relación sorprendente de dosis-respuesta" entre el consumo de sodas dietéticas y la circunferencia de la cintura.
Las personas que nunca bebieron sodas dietéticas tuvieron un aumento en la circunferencia de su cintura en un promedio de 2 cm durante el período de observación de nueve años, mientras que las que sí consumieron estas sodas obtuvieron un promedio de casi 8 cm, el cuádruple que los que se abstuvieron de consumirlas.
Incluso aquellos que consumían estas sodas de manera ocasional incrementaron la medida de su cintura en un promedio de 4.6 cm durante ese período de tiempo.
El vínculo entre el aspartame, que es el endulzante artificial más utilizado en todo el mundo, y el aumento de peso, la obesidad y otros problemas de salud es tan fuerte que algunos lo consideran como uno de los fraudes más grandes de todos los tiempos.
Los endulzantes artificiales alteran su respuesta metabólica
Parte del problema con los endulzantes artificiales es que el sabor dulce que proporcionan (que en muchos casos es cientos de veces más dulce que el azúcar) no coincide con la energía (o calorías) que proporciona el alimento.
Sin embargo, su cuerpo está diseñado para relacionar ambas sustancias, y en un estudio reciente, realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale, se reveló que el desequilibrio que se produce cuando se consumen alimentos y bebidas con endulzantes artificiales provoca alteraciones en el metabolismo.
En un comunicado de prensa de la Universidad de Yale, la autora principal y profesora de psiquiatría, Dana Small, dijo lo siguiente:
"Es incorrecto asumir que un mayor consumo de calorías desencadena una mayor reacción por parte del cerebro y del metabolismo. Las calorías son solo una parte de la ecuación, percibir el sabor dulce es la otra...
Nuestros cuerpos evolucionaron para utilizar de manera eficiente las fuentes de energía disponibles en la naturaleza. Nuestro moderno régimen alimenticio se caracteriza por estar basado en fuentes de energía para los que nuestros cuerpos no están preparados".
El estudio descubrió que una bebida a base de endulzantes artificiales y baja en calorías puede desencadenar una reacción metabólica mucho más significativa que una bebida con un mayor número de calorías. Su cuerpo utiliza la dulzura de la bebida para ayudar a determinar cómo debe metabolizarse.
Cuando la dulzura coincide con las calorías, los circuitos de recompensa de su cerebro se satisfacen de la manera correcta. Sin embargo, cuando el sabor dulce no viene acompañado de las calorías esperadas, su cerebro no recibe la misma señal de satisfacción.
Esto puede explicar por qué las comidas y bebidas dietéticas se han relacionado con un aumento en el apetito y los antojos, así como con un mayor riesgo de padecer diabetes y otras enfermedades metabólicas.
Cuando consume un alimento dulce, su cerebro libera dopamina, que activa el centro de recompensa de su cerebro. En este proceso, la leptina, que es la hormona encargada de regular el apetito, también se libera, de esta manera se envía un mensaje a su cerebro que está "lleno" una vez que se ingiere una cierta cantidad de calorías.
Sin embargo, cuando consume algo dulce que no contiene calorías, el receptor de placer de su cerebro se activa de todas formas debido al sabor dulce, pero no hay nada que lo desactive, ya que las calorías nunca llegan.
En pocas palabras los endulzantes artificiales engañan a su cuerpo haciéndole creer que va a recibir azúcar (calorías), pero cuando el azúcar no llega, su cuerpo continúa indicándole que necesita más, lo que resulta en antojos por carbohidratos.
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Es posible que los productos dieteticos ocasionen aumento de peso
Las investigaciones continúan añadiendo información que indica que resulta contraproducente consumir productos con endulzantes artificiales si lo que está procurando es perder o mantener su peso.
En un metaanálisis de 2017 publicado en el Canadian Medical Journal se encontró que los endulzantes artificiales no demuestran tener un beneficio evidente en el control del peso y, en cambio, pueden estar relacionados con un mayor índice de masa corporal (IMC), así como un riesgo de tipo cardiometabólico.
Un estudio de 2013 también concluyó que, al igual que las bebidas endulzadas con azúcar, "las bebidas (dietéticas) endulzadas de manera artificial están relacionadas con la obesidad", y:
"... Hay un cúmulo de pruebas que sugieren que las personas que consumen estos sustitutos de azúcar con frecuencia también pueden tener un mayor riesgo de subir de peso en exceso, o de padecer afecciones tales como un síndrome metabólico, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
Este artículo analiza estos hallazgos y considera la hipótesis de que el consumo de alimentos y bebidas que son dulces pero que no tienen un contenido calórico o que tienen pocas calorías interfiere con las respuestas aprendidas que suelen contribuir a la homeostasis de la glucosa y la energía.
Debido a esta interferencia, el consumo frecuente de endulzantes de alta intensidad puede tener un efecto contraintuitivo que provoca trastornos metabólicos".
Si bebe más de 21 bebidas de este tipo por semana, su riesgo de padecer sobrepeso y obesidad es casi el doble que el de alguien que no lo hace.
El consumo de aspartame, en particular, también se ha relacionado con un mayor riesgo de obesidad abdominal, que a su vez es considerada un importante factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares, tales como la enfermedad coronaria y los derrames cerebrales.
Pero cuando se trata de los riesgos generales promovidos por el consumo de endulzantes artificiales, el aumento de peso es solo el comienzo.
Riesgos graves relacionados con los endulzantes artificiales
U.S. Right to Know (también conocido como US RTK, por sus siglas en inglés), una organización sin fines de lucro a favor de la educación del consumidor, publicó un reporte informativo que destaca "décadas de investigaciones científicas" que vinculan el aspartame con riesgos graves para la salud.
De acuerdo con la organización, "La FDA dijo que el aspartame es 'seguro para la población general bajo ciertas condiciones'.
Al inicio, en 1981, esta agencia de los Estados Unidos aprobó el aspartame solo para algunos usos. Muchos científicos en ese entonces, así como ahora, han dicho que la aprobación de dicha sustancia se basó en información cuestionable y debería ser reconsiderada", a lo cual agregan que:
"El aspartame es un químico sintético que se compone de dos aminoácidos: la fenilalanina y ácido aspártico, mezclados con un éster metílico. Cuando este compuesto se consume, el éster metílico se descompone en metanol, que se puede convertir en formaldehído".
Este químico se encuentra en más de 6000 productos, desde sodas dietéticas hasta chicles sin azúcar, medicamentos para niños y cátsup libre de azúcar. Algunos de los riesgos relacionados con el aspartame incluyen los siguientes:
Cáncer
En un estudio dirigido por el Dr. Morando Soffritti, un científico italiano que se especializa en cáncer, se descubrió que, incluso en dosis leves, los animales desarrollaban varias formas diferentes de cáncer cuando se les alimentaba con aspartame.
Sofritti es el director de la European Ramazzini Foundation of Oncology and Environmental Sciences, una institución prestigiosa, independiente y sin fines de lucro que se ha dedicado a la prevención del cáncer durante más de 35 años.
También se ha identificado una incidencia extremadamente alta de tumores cerebrales en ratas alimentadas con aspartame, en comparación con ratas alimentadas sin aspartame. Además, el sitio web US RTK informó que:
"Los investigadores de Harvard en 2012 reportaron que había una asociación positiva entre el consumo de aspartame y el aumento en el riesgo de linfoma no Hodgkin y mieloma múltiple en hombres, así como un mayor riesgo de leucemia tanto en hombres como en mujeres.
En un comentario de 2014 del American Journal of Industrial Medicine, los investigadores del Maltoni Center escribieron que los estudios presentados por G. D. Searle para la aprobación del mercado 'no proporcionan información científica adecuada que apoye la seguridad del aspartame.
En contraste, los resultados recientes proporcionan evidencias consistentes del potencial cancerígeno del aspartame'".
Enfermedad cardíaca
Una investigación que incluyó a casi 60 000 mujeres postmenopáusicas a quienes se les monitoreó por alrededor de 10 años encontró que bastaba con beber tan solo dos sodas dietéticas al día para aumentar de manera drástica su riesgo de muerte prematura causada por una enfermedad cardíaca.
El estudio de la Canadian Medical Association Journal de 2017 también encontró que los endulzantes artificiales se relacionan con una mayor incidencia de eventos cardiovasculares e hipertensión, al igual que un estudio de 2016 de la revista Physiology & Behavior, que denominó al vínculo de los endulzantes artificiales con los riesgos cardiometabólicos y otros como "preocupante".
Demencia y derrames cerebrales
Beber una soda de dieta a diario puede aumentar tres veces su riesgo de sufrir un derrame cerebral o padecer demencia. Incluso beber de una a seis bebidas con endulzantes artificiales a la semana se relacionó con un riesgo 2.6 veces mayor de sufrir un derrame cerebral.
Para ofrecer un poco más de contexto, cuando el aspartame se encuentra en su forma líquida, tal como sucede en las sodas dietéticas, se descompone en alcohol metílico o metanol, que luego se convierte en formaldehído y representa el problema clave con el aspartame.
Las investigaciones incluso han encontrado que la administración de aspartame en ratas dio como resultado la presencia de metanol detectable incluso después de 24 horas, lo cual podría ser responsable de inducir estrés oxidativo en el cerebro. En estudio con animales, la exposición crónica al metanol se ha relacionado con la pérdida de la memoria y el Alzheimer.
Además, el US RTK señala que: "Si bien hay muchos estudios, algunos de ellos patrocinados por la industria, que no han reportado problemas con el aspartame, hay docenas de estudios independientes que se han realizado durante varias décadas y han vinculado el aspartame con una larga lista de problemas de salud, tales como convulsiones, disbiosis, trastornos anímicos, dolores de cabeza y migrañas".
Debido a su relación con el aumento de peso y su uso continuo en los productos "dietéticos", Stacy Malkan, codirectora de US RTK, ha planteado la siguiente pregunta: "¿Acaso las sodas dietéticas son una estafa?". En lo que a mí respecta esa es una pregunta muy ligera.
¿Serán mejores las bebidas con 'cero' azúcar?
A pesar de que las sodas dietéticas aún representan el 25 % de las bebidas carbonatadas que se venden en los Estados Unidos (en volumen), las ventas han bajado en un 27 % (o en 834 millones de casos) desde 2005.
En un esfuerzo por modernizar la creciente reputación negativa de su soda dietética, conocida como Diet Coke, Coca-Cola ha lanzado Coca-Cola Plus, a la cual se le ha añadido fibra en Japón, mientras que en el Reino Unido se vende la Coca-Cola Zero Sugar (previamente conocida como Coca-Cola Zero).
Pero, ¿cuál es la diferencia entre la Coca-Cola de dieta y la Coca-Cola con 'cero' azúcar? Ambos contienen dos endulzantes artificiales (el aspartame y acesulfame K) e ingredientes que son casi idénticos, a excepción del ácido cítrico (que se encuentra solo en la versión dietética) y el citrato de sodio (que se encuentra solo en la Coca-Cola Zero Sugar).
En resumen, son prácticamente el mismo producto presentado con distintos empaques en un intento por alejarse de las posibles obligaciones legales de poner la palabra "dieta" en un producto que promueve el aumento de peso y la obesidad.
En cuanto a la supuesta explicación por parte de Coca-Cola, una de sus representantes evitó de nuevo aquellas afirmaciones relacionadas con la dieta, y dijo: "Ambas bebidas no contienen azúcares ni calorías. "La Coca-Cola Zero Sugar se ve y sabe más como la Coca-Cola Classic, mientras que la Diet Coke tiene una mezcla diferente de sabores que la hace más ligera al gusto".
Las falacias de Splenda para "desacreditar los chismes"
El endulzante artificial conocido como Splenda, el nombre comercial de la sucralosa, también se está integrando a la tendencia de "cero" azúcar, y ahora comercializa el endulzante líquido 'Splenda Zero' como "una manera de endulzar de la mejor manera a las bebidas sin añadir calorías".
Al igual que el aspartame, la Splenda también se ha relacionado con consecuencias para la salud, tales como un mayor consumo de calorías, un mayor riesgo de cáncer y una alteración en las respuestas de la insulina observado en ratones.
En el último caso, cuando los participantes de este estudio tomaron una bebida endulzada con Splenda, sus niveles de insulina aumentaron en alrededor de un 20 % más que cuando solo consumían agua antes de realizar una prueba de exposición a la glucosa.
Un estudio realizado en animales también demostró que después de 12 semanas de consumir Splenda hubo alteraciones significativas en la microbiota intestinal de las ratas, incluyendo reducciones en la microbiota beneficiosa.
Sin embargo, en el blog de Splenda Living, no encopntrará ninguna mención de estos graves riesgos para la salud, sino que, en cambio, hallará que afirman usar la ciencia para "desacreditar los chismes".
Incluso se han asociado con SciBabe, también conocida como Yvette d'Entremont, una mujer que "por mucho tiempo ha analizado a la medicina alternativa y los movimientos de pseudociencia con mucho escepticismo".
En una publicación de su blog que aparenta ser independiente, en donde ella "desacredita los chismes sobre la Splenda", se muestra una foto de ella tomando una bebida de café endulzada con Splenda.
En dicha publicación, ella promociona las virtudes de la Splenda y cómo jugó un papel en los cambios que hizo en su estilo de vida para perder 40 kilos. Sin embargo, si presta mucha atención, encontrará una pequeña nota de descargo de responsabilidad en la parte inferior que dice que: "Esta publicación se hizo en colaboración con la marca SPLENDA®".
Consejos sencillos para deshacerse de los endulzantes artificiales
Si forma parte de casi la mitad de los adultos en los Estados Unidos que consumen a diario endulzantes artificiales (incluso una cuarta parte de los niños también lo hacen), sobre todo por medio de las sodas dietéticas, es importante que sea honesto consigo mismo: al consumir muchos endulzantes artificiales está poniendo en riesgo su salud.
Así que, cuando se sienta tentado a buscar una soda dietética u otro producto endulzado artificialmente, será mejor que luche contra esta urgencia con opciones naturales y favorables para su salud.
El sabor agrio, como el de las verduras fermentadas o el agua con jugo de limón verde o amarillo, ayuda a reducir el antojo por los sabores dulces. Otra opción es beber una taza de café negro orgánico, el cual es un receptor de opioides que puede unirse a sus receptores de opioides, ocuparlos y bloquear su adicción a otros alimentos que liberan opioides.
También le recomiendo abordar sus antojos desde un enfoque emocional. El Turbo Tapping, que es una versión de las Técnicas de Libertad Emocional (EFT, por sus siglas en inglés), está específicamente orientado a combatir los antojos por las cosas dulces y se puede hacer en cualquier lugar o en cualquier momento en que ocurra un antojo.