La temporada de gripe se acerca nuevamente, y con ella, la recomendación generalizada de recibir la vacuna anual contra la gripe. Esto, a pesar de que, cada año, esta estrategia tiene una tasa abismal de efectividad en todos los ámbitos. Los adultos mayores son un grupo que a menudo recibe un trato desfavorable.
Los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) han demostrado repetidamente que la vacuna contra la gripe es ineficaz en los adultos mayores.
Es evidente que las mujeres embarazadas están en desventaja, ya que esta vacuna se recomienda de forma rutinaria, aunque algunas pruebas científicas sugieren que podría poner en riesgo el proceso de gestación.
He escrito muchos artículos que detallan la base científica general del suministro de la vacuna contra la influenza de rutina. En este aspecto, mi enfoque son las mujeres mayores y embarazadas, ya que, en ambos casos, los estudios científicos sobre la vacuna contra la gripe son bastante claros.
En primer lugar, quiero recordarles un hecho poco conocido, la infección por influenza no es la causa de muerte en la mayoría de los casos en que el fallecimiento se atribuye a la gripe.
Las infecciones secundarias, como la neumonía y otras enfermedades respiratorias, al igual que la sepsis, se incluyen en las estadísticas de "muerte por gripe" y representan la mayoría de esos fallecimientos.
Tenga cuidado con la sepsis
Como indicó un artículo de la revista Health, publicado en 2018, los síntomas de la sepsis pueden imitar los signos de la gripe, pero con resultados desastrosos. En este caso en particular, una infección por estreptococos evolucionó a sepsis, que se presentó como gripe, y resultó en la amputación de los brazos y piernas de la mujer. Quien indicó:
"... Si presenta una fiebre que no desaparece o la temperatura de su cuerpo es anormalmente baja, tiene signos de cualquier tipo de infección (ya sea de un resfriado o infección urinaria) que no mejora, se siente confundido o conmucho dolor, debe acudir con su médico y preguntarle sobre la sepsis".
El tratamiento ha demostrado ser extremadamente efectivo, mucho más que los tratamientos convencionales, pero muchos hospitales aún no lo han aplicado como estándar de atención, lo que significa que podría ser difícil convencerlos de que lo implementen. Pero, valdría la pena intentarlo.
¿Por qué la vacuna contra la gripe es tan ineficaz?
Es importante recordar que la vacuna contra la influenza contiene solo tres o cuatro virus de influenza de la cepa de la vacuna tipo A o B, de las cuales hay cientos.
Por lo tanto, aún si estos virus de la cepa de esta vacuna son una combinación compatible para los virus de la gripe que circulan en una temporada de gripe determinada, la vacuna no previene la mayoría de las demás infecciones respiratorias.
A lo largo del año, la Organización Mundial de la Salud emite recomendaciones en dos ocasiones sobre la composición de las vacunas contra la gripe de la próxima temporada. Para la temporada 2019/2020, las vacunas trivalentes podrían contener:
- Virus similar a pdm09 (H1N1) A/Brisbane/02/2018
- Virus similar a (H3N2) A/Kansas/14/2017
- Virus B/Colorado/06/2017 (cepa Victoria)
Las vacunas cuadrivalentes podrían contener las tres anteriores, junto con el virus B/Phuket/3073/2013 (cepa Yamagata). Se prevee que las cepas seleccionadas para este año tendrán un mejor nivel de protección, y en Australia, donde la temporada de gripe comienza antes, los funcionarios de salud advierten que, al parecer será una temporada inusualmente severa.
En los Estados Unidos, los médicos les advierten a los pacientes que podrían tener un rango de oportunidad más corto para vacunarse, ya que la producción y envíos se han retrasado.
Un estudio publicado en 2018 puede proporcionar una idea más clara y necesaria sobre el riesgo de influenza de las personas sin vacunar. Se estima que "alrededor de 1 de cada 5 niños y 1 de cada 10 adultos sin vacunar podrían resultar infectados por la influenza estacional cada año, con tasas de influenza sintomática de alrededor de la mitad".
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La vacuna contra la gripe demuestra una baja efectividad
Según los datos históricos, sin importar cuán compatible sea la vacuna con las cepas existentes, tiene una alta probabilidad de contraer influenza después de la vacunación en un año determinado.
Según los datos de los CDC, la vacuna contra la gripe de la temporada 2018/2019 (todos los tipos de vacuna) para combatir los virus de la gripe A y B obtuvieron una calificación de efectividad ajustada del:
- 47 % en todas las edades
- 61 % en niños de 6 a 17 meses
- 37 % en adultos entre las edades de 18 a 49 años
- 24 % en mayores de 50 años
Lo irónico es que, a pesar de no proteger a más de la mitad de la población, los funcionarios de salud la etiquetaron en febrero como un gran éxito, ya que superó a la vacuna 2017/2018.
En los Estados Unidos, la efectividad general ajustada de la vacuna contra la influenza estacional 2017/2018 fue solo del 36 % contra la infección causada por el virus de la influenza A y B. Para ponerlo en contexto, los enjuagatorios con té han demostrado disminuir en un 30 % el riesgo relativo de gripe.
Y entre 2005 y 2015, la efectividad general ajustada de la vacuna contra la gripe fue menos del 50 % en más de la mitad del tiempo, con un mínimo de solo 10 % en la temporada 2004/2005.
Las personas vacunadas representan una amenaza oculta para la salud pública
De igual manera, es importante comprender que, podría vacunarse, manifestar algunos o ningún síntoma de infección y aún así transmitir la gripe a otras personas. Este hecho científico contradice las declaraciones que afirman que la vacunación es una "responsabilidad social" que "protege a los que le rodean, incluyendo a familiares, amigos, compañeros de trabajo y vecinos".
En realidad, podría ser portador de la enfermedad, pero, aunque lo más probable es que una persona con gripe permanezca en casa, una persona vacunada que es contagiosa podría salir sin pensar que representa un riesgo.
Un estudio publicado el 18 de enero de 2018 en la revista PNAS, demostró que las personas que reciben la vacuna contra la gripe estacional y luego contraen la influenza podrían propagar el virus de la influenza infecciosa por medio de su respiración.
Además, las personas que son vacunadas dos temporadas seguidas son portadores de una mayor carga viral para esparcir el virus de la influenza A. Según los autores, "entre los casos de vacunación de la temporada actual y anterior observamos 6.3 veces más propagación por aerosol, en comparación con no recibir ninguna vacuna en esas dos temporadas".
Asimismo, señalan que otros estudios sugieren que la vacunación anual contra la gripe puede proporcionar menor protección contra la influenza, lo que significa que es probable que con cada vacuna se vuelva más propenso a enfermarse de forma progresiva.
Un artículo realizado en 2014 también reveló cómo al preparar su sistema inmunológico con una vacuna contra la gripe puede volverse más susceptible a infecciones causadas por otros patógenos. Este fenómeno es un efecto inherente a lo que se conoce como "inmunidad heteróloga".
Cada año, la vacuna contra la gripe demuestra su falta de efectividad en los adultos mayores
Como ya mencioné, la vacuna contra la gripe 2018/2019 tuvo una calificación de efectividad ajustada de solo 24 % en los adultos mayores de 50 años, pero el rango completo estaba entre un 15 % negativo al 51 % positivo. Eso significa que la vacunación hizo a algunas personas más susceptibles a infecciones. Ninguno de los otros grupos de edad exhibió un intervalo de seguridad negativo.
En el caso de infecciones causadas por el virus A (H1N1), las estadísticas fueron aún más preocupantes. La efectividad promedio ajustada en los adultos mayores de 50 años solo fue de 8 %, con un rango de - 59 % a 46 %. Además, se reportaron fallas similares dentro de este grupo de edad en años anteriores. Es decir:
• En el período 2017/2018, la efectividad ajustada para todos los tipos de vacunas contra el virus de la influenza A en personas de 50 a 64 años fue del 20 % (rango: - 5 % a 39 %), y en los adultos mayores de 65 años fue del 11 % (rango: - 8 % a 38 %).
• En el período 2016/2017, la efectividad ajustada para todos los tipos de vacunas contra los virus de la influenza A o B en las personas de 50 a 64 años fue del 40 % (rango: 24 % a 53 %), y en los adultos mayores de 65 años fue del 20 % (rango: - 11 % a 43 %).
Estas fueron las estadísticas a pesar de que la vacuna para la temporada 2016/2017 era compatible con los virus en circulación.
De igual manera, los estudios han demostrado que la vacuna contra la influenza no tiene impacto en la mortalidad de los adultos mayores.
Como indicó uno de estos estudios, "ya que menos del 10 % del total de las muertes de invierno fueron atribuibles a la influenza de cualquier estación, concluimos que los estudios observacionales sobreestiman significativamente el beneficio de la vacunación".
La investigación publicada en 2006 analizó la mortalidad relacionada con la gripe en la población de adultos mayores de 65 años en Italia, donde la cobertura de vacuna contra la gripe aumentó de forma notable entre 1970 y 2001. Con respecto al tema, los investigadores tampoco encontraron la reducción correspondiente en las cifras de muerte. Según los autores:
"Estos hallazgos sugieren que la vacuna no logró el efecto de protección contra la mortalidad en los adultos mayores (posiblemente debido a la senescencia inmunológica) o los esfuerzos de vacunación no se enfocaron adecuadamente en los adultos mayores más frágiles.
Al igual que en los Estados Unidos, nuestro estudio desafía las estrategias actuales para proteger mejor a los adultos mayores contra la mortalidad, lo que garantiza la necesidad de ensayos mejor controlados con estrategias alternativas de vacunación".
Otro estudio realizado en 2006, que monitoreo a 72 527 adultos mayores durante ocho años, demostró que, a pesar de que las personas mayores vacunadas contra la influenza tenían un riesgo 44 % menor de morir durante la temporada de gripe, en comparación con los adultos mayores sin vacunar, las personas vacunadas también tenían una probabilidad 61 % menor de morir antes de que comenzara la temporada de gripe, un hallazgo atribuido al efecto del "usuario sano".
Según los autores, "la magnitud del sesgo demostrado por las asociaciones antes de la temporada de influenza fue suficiente para explicar completamente las asociaciones observadas durante la temporada de influenza". En otras palabras, la vacuna no ayudo a disminuir el riesgo de muerte durante la temporada de gripe.
La investigación que intenta determinar si la vacunación contra la gripe tiene algún impacto en las tasas de hospitalización entre los adultos mayores, ha encontrado que es difícil sacar conclusiones debido al sesgo generalizado. Como señaló un estudio realizado en 2019 y publicado en la revista Vaccine:
"... En la revisión sistemática se incluyeron 22 estudios. En general, dos estudios (9 %) demostraronun riesgo de sesgo moderado, trece (59 %) exhibieron un riesgo de sesgo grave y siete (32 %) manifestaron un riesgo de sesgo critico.
En el caso de las consultas externas, encontramos pruebas modestas de protección producida por la vacuna contra la influenza. En cuanto a los resultados de hospitalización por todas las causas, encontramos una amplia variedad de resultados, en su mayoría considerados con un riesgo de sesgo grave.
Los estudios incluidos sugirieron que la vacuna podría proteger a los adultos mayores contra las hospitalizaciones por gripe y eventos cardiovasculares. Ningún artículo que cumpla con nuestros criterios de inclusión exploró el uso de antibióticos y hospitalizaciones por ILI. La alta heterogeneidad en los estudios dificultó la inclusión de datos en un metanálisis".
La vacuna contra la gripe a base de células no es mejor que la opción a base de óvulos
La vacuna contra la gripe "nueva y mejorada", Flucelvax, una vacuna a base células en vez de óvulos, que fue presentada durante la temporada de gripe 2017/2018, también ha tenido resultados decepcionantes.
La investigación realizada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) encontró que solo protegía al 26.5 % de los adultos mayores de 65 años.
Un estudio publicado en septiembre de 2019, "Comparison of Vaccine Effectiveness Against Influenza Hospitalization of Cell-Based and Egg-Based Influenza Vaccines, 2017-2018" también concluyó que:
"En cualquier tipo de influenza, la efectividad relativa ajustada de la vacuna a base de células versus la vacuna a base de óvulos fue del 43 % en pacientes < 65 años y del 6 % en los pacientes ≥ 65 años.
En relación a la influenza A (H3N2), la efectividad relativa ajustada fue del 61 % en pacientes <65 años y 4 % en pacientes ≥ 65 años. No se observó protección estadísticamente significativa de la vacuna a base de células contra la hospitalización por influenza, en comparación con la vacuna a base de óvulos..."
¿La vacuna contra la gripe es segura para las mujeres embarazadas?
Según los datos históricos, se ha desalentado que las mujeres embarazadas tomen medicamentos y reciban vacunas porque hay muy pocos datos científicos que evalúen los riesgos en una mujer embarazada o feto en desarrollo. Incluir a mujeres embarazadas en ensayos clínicos se considera poco ético, ya que existen riesgos desconocidos tanto para la madre como para el niño.
Para bien o para mal, eso podría cambiar, ya que la FDA emitió recomendaciones sin relación para la industria en 2018, que detallan cuándo y cómo las mujeres embarazadas podrían inscribirse en ensayos clínicos para medicamentos y terapias.
Casualmente, el mayor impulso para que las mujeres embarazadas se vacunen contra la gripe parece coincidir con una enmienda en la Ley Nacional de Lesiones por Vacunas Infantiles de 1986 que se incluyó en la Ley de Curas del Siglo XXI de 2016.
La enmienda protege a las empresas farmacéuticas que producen las vacunas recomendadas por los CDC para mujeres embarazadas, de modo que no puedan ser demandadas si una mujer embarazada o su hijo nacido vivo sufre lesiones causadas por las vacunas maternas.
Como señaló Barbara Loe Fisher, cofundadora y presidenta del Centro Nacional de Información sobre Vacunación en una declaración pública ofrecida en una audiencia el 17 de septiembre de 2018:
"Esta es un avance impresionante en la protección de responsabilidad de las vacunas para la industria farmacéutica en la ley de reforma de agravios de 1986 que creó una opción de programa de compensación federal para niños lesionados por vacunas recomendadas y obligatorias por disposiciones del gobierno que nunca tuvo la intención de cubrir a los adultos o ser una solución exclusiva".
A pesar de la falta de datos de seguridad relacionados con la vacunación materna, ahora los CDC alientan a todas las mujeres embarazadas a vacunarse contra la gripe.
En un artículo de 2018, CNN cita a la Dra. Laura E. Riley, profesora y presidenta del departamento de obstetricia y ginecología de Weill Cornell Medicine, quien indicó que "la vacuna contra la gripe es segura y efectiva tanto para las mujeres embarazadas como para sus bebés nonatos" y puede administrarse en cualquier trimestre de gestación.
Una declaración definitiva como esa merece estar sustentada en evidencia sólida, pero no solo hay una falta de datos de seguridad para las mujeres embarazadas, sino que algunos de los que tenemos sugieren que de hecho la vacunación podría ser problemática.
La vacuna contra la gripe se ha relacionado con un riesgo ocho veces mayor de aborto involuntario
Es importante destacar que la investigación financiada por los propios CDC relacionó la vacuna contra la gripe durante las primeras etapas de embarazo con un riesgo ocho veces mayor de aborto involuntario.
En total, 485 mujeres embarazadas entre las edades de 18 a 44 años que tuvieron un aborto espontáneo durante las temporadas de gripe de 2010/2011 y 2011/2012 fueron comparadas con 485 mujeres embarazadas que llegaron a término.
Las mujeres que recibieron una vacuna inactiva contra la gripe pandémica H1N1 2009 el año anterior fueron más propensas a sufrir un aborto involuntario (espontáneo) en los siguientes 28 días después de recibir otra vacuna contra la gripe con pH1N1 durante la gestación.
Si bien, la mayoría de los abortos involuntarios ocurrieron durante el primer trimestre, muchos sucedieron en el segundo trimestre. El término de desarrollo fetal promedio en el momento del aborto involuntario fue de siete semanas.
De las 485 mujeres que abortaron, 17 fueron vacunadas dos veces consecutivas, una vez dentro de los 28 días previos al aborto y otra en el año anterior. En comparación, de las 485 mujeres que tuvieron embarazos normales, solo 4 fueron vacunadas dos años seguidos. La asesora de vacunas de los CDC, Amanda Cohn, dijo para The Washington Post:
"Considero que es muy importante que las mujeres comprendan que existe una posible conexión, la cual debe estudiarse y analizarse durante más temporadas [de gripe].
Necesitamos entender si la vacuna contra la gripe es la responsable, o si un grupo de mujeres [que recibieron la vacuna contra la gripe] fue el que tenía más probabilidades de presentar los abortos involuntarios".
Los descubrimientos contradictorios pregonan una evidencia "inequívoca"
El mismo grupo de investigadores ha finalizado un segundo estudio; pero, esta vez no encontraron ningún vínculo entre la vacuna contra la gripe y el aborto involuntario.
News STAT cita textualmente al Dr. Edward Belongia, jefe del Centro de Epidemiología Clínica y Salud de la Población en la Clínica Marshfield de Wisconsin: "En este momento, a las mujeres que se preguntan si es seguro recibir una vacuna en las primeras etapas de su embarazo, podemos decirles sin dudar que, 'sí, es seguro'".
Todavía no se han publicado los datos presentados en la reunión del Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización en febrero de 2019, por lo que aún no puedo proporcionar detalles sobre los hallazgos. Sin embargo, me gustaría señalar lo que es evidente.
Cuando se presentó el estudio realizado en 2017, los opositores señalaron rápidamente que no podían hacerse conclusiones basadas en un único estudio.
Sin embargo, ahora afirman tener una seguridad "inequívocamente" comprobada, basados en un solo estudio. En mi opinión, el tema aún está abierto a debate y análisis, y es necesario realizar mayor investigación antes de hacer una declaración de seguridad.
Tampoco pueden hacerse declaraciones de seguridad sobre la vacuna contra la gripe en bebés menores de 6 meses.
La revisión científica de 2019, "Influenza Vaccination: Effectiveness, Indications, and Limits in the Pediatric Population", publicada en la revista Frontiers in Pediatrics, señala que "las preguntas y los límites sobre la vacuna contra la influenza en la población pediátrica permanecen sin resolver" y que "la efectividad de esta vacuna en los niños es variable y subóptima, con diferencias informadas según los tipos de vacuna, estaciones y edad de los infantes".
También establece que" no existe una vacuna contra la influenza que proteja directamente a los bebés menores de 6 meses de edad".
Múltiples preguntas sobre la seguridad de las vacunas en mujeres embarazadas
En el artículo realizado en 2013, "Vaccination During Pregnancy: Is It Safe?", Fisher enlista 10 datos sobre vacunas relacionados con la falta de evidencia de seguridad en mujeres embarazadas, que incluyen a los siguientes:
1. Las empresas farmacéuticas no analizaron la seguridad y eficacia de administrar la vacuna contra la influenza en mujeres embarazadas antes de que las vacunas fueran autorizadas en los Estados Unidos.
2. Todavía faltan datos sobre las respuestas inflamatorias y otras respuestas biológicas a la vacunación durante el embarazo que podrían influir en los resultados del embarazo y parto.
Por ejemplo, aún se desconoce si la vacuna contra la influenza puede causar daño fetal o afectar la capacidad reproductiva, por lo que el fabricante indica en el producto que la vacuna contra la influenza solo debe administrarse en una mujer embarazada si es "totalmente necesaria".
3. Además, señala que "no hay estudios publicados sobre mecanismos biológicos que evalúen el estado de salud previo a la vacunación y cuantifiquen los cambios en la función cerebral e inmunológica, así como la integridad cromosómica después de la vacunación enlas mujeres embarazadas o sus bebés nonatos".
4. No existen estudios comparativos sobre los resultados de salud entre las mujeres embarazadas que reciben y no la vacuna contra la gripe. Del mismo modo, no hay estudios que comparen los resultados de salud de sus hijos.
Existen miles de archivos de lesiones causadas por la vacuna contra la gripe
Es importante destacar que las lesiones después de suministrar la vacuna contra la influenza son los reclamos que reciben más compensaciones del Programa federal de compensación de lesiones por vacunas (VICP, por sus siglas en inglés).
Entre el 1 de enero de 2006 y 31 de diciembre de 2017, se presentaron un total de 3 575 reclamos por lesiones causadas por la vacuna contra la gripe, de los cuales 3057 recibieron compensación. Siendo una de las más riesgosas, según los archivos de lesiones ¿realmente es prudente proclamar que la vacuna contra la gripe es segura para todas las mujeres embarazadas en todo momento?
El folleto adjunto en el empaque de la vacuna contra la gripe también le informará que no se ha establecido la seguridad y eficacia en mujeres embarazadas o lactantes.
Esto significa que no hay estudios que demuestren que las mujeres embarazadas puedan beneficiarse de la vacuna contra la gripe. Tampoco hay estudios que respalden la afirmación de que vacunarse durante el embarazo es seguro.
Si algo no se establece a través de estudios rigurosos y repetidos, el tema seguirá abierto a debate, y eso es lo que ocurre en cuestión de la vacunación en mujeres embarazadas.
La hoja de información para pacientes de Sanofi Pasteur en la vacuna cuadrivalente Fluzone también señala que "Sanofi Pasteur Inc. recopila información sobre los resultados del embarazo y salud de los recién nacidos después de recibir la vacuna Fluzone cuadrivalente durante la gestación".
Tras el hecho, el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos también realizó un seguimiento sobre la seguridad de las vacunas en las mujeres embarazadas, mientras que confirmó que es perfectamente seguro recibir la vacuna contra la gripe durante el embarazo.
La triste realidad es que, básicamente las mujeres embarazadas que se vacunan contra la gripe participan en un estudio de seguridad no controlado, sin saberlo.
La vacunación durante el embarazo es una propuesta arriesgada
Además del estudio realizado en 2017 que relaciona la vacuna contra la gripe con el aborto involuntario, la investigación ha demostrado que estimular el sistema inmunológico de una mujer, que es el efecto de la vacuna, durante la mitad y última etapa de embarazo, puede elevar significativamente el riesgo de que el bebé desarrolle autismo durante la infancia y esquizofrenia durante la adolescencia o etapa adulta temprana.
De igual manera puede aumentar el riesgo de convulsiones en el bebé y, posteriormente, en la adultez. De hecho, pueden ocurrir una serie de problemas del neurodesarrollo y comportamiento en bebés nacidos de mujeres estimuladas inmunológicamente durante el embarazo.
En general, dada la incertidumbre sobre cómo la vacuna contra la gripe puede afectar la salud a corto y largo plazo, así como las incognitas absolutas sobre cómo puede influir en la salud futura del bebé, evitar la vacunación durante el embarazo parece tan razonable como evitar el alcohol, tabaquismo y otras toxinas.
Como señaló Jeremy R. Hammond, en su artículo del 14 de mayo de 2019, "The CDC's Criminal Recommendation for a Flu Shot During Pregnancy", para hacer sus recomendaciones se basa en estudios observacionales retrospectivos.
El problema es que los estudios observacionales retrospectivos están diseñados para probar una hipótesis, y nopara probar o refutar la causalidad. De hecho, no pueden hacerlo.
Por lo tanto, un descubrimiento sin relación en un estudio observacional no significa que no exista una relación causal. Los estudios observacionales tampoco permiten a los investigadores detectar daños inesperados. Si no lo buscan específicamente, no aparecerá en los datos.
Es un artículo bastante largo y detallado, pero vale la pena leerlo. En este estudio, Hammond señala la hipocresía de confiar en los datos observacionales para afirmar la seguridad de la vacuna, al indicar:
"[C]uando Aaron E. Carroll promovio a través del New York Times las recomendaciones de las vacunas contra la gripe de los CDC, también impulsaba la vacunación en las mujeres embarazadas.
En otras palabras, repetía el mensaje implícito de los CDC de que podemos confiar con gran seguridad en que, en términos metodológicos, los estudios observacionales son lo suficientemente sólidos para descartar la posibilidadque la vacunación pueda causar daño en la futura madre o su hijo.
Sin embargo, solo unos meses antes, Carroll le aseguraba a la población que los estudios observacionales que encontraron una conexión entre el consumo de alcohol y cáncer no eran determinantes y sugirió que era necesario realizar más ensayos controlados aleatorios para establecer qué daños y beneficios estaban relacionados con el consumo de alcohol.
Como les aconsejó a los lectores del Times en ese caso: "No les den tanta importancia a los datos observacionales" ¿Por qué debemos evitar percibir con escepticismo la vida y salud de las generaciones futuras de niños?...
La aceptación crédula de Carroll sobre los estudios observacionales en los que se basan los CDC para respaldar sus afirmaciones es otro excelente ejemplo del tipo de discordancia cognitiva institucionalizada que existe en la práctica de la vacunación.
Se ha convertido en una religión, y se supone que debemos creer en la seguridad y eficacia de las vacunas como una cuestión de fé...
Con respecto a la vacunación, no debemos preocuparnos por las debilidades metodológicas de los estudios en que se basan los CDC para respaldar sus recomendaciones de vacunas contra la gripe para las mujeres embarazadas.
Por lo tanto, la declaración de los CDC de que 'hay muchas pruebas' sobre la seguridad de las vacunas en mujeres embarazadas también demuestra que, al menos existe alguna evidencia de lo contrario...
[S]i las empresas farmacéuticas hicieran las mismas afirmaciones que los CDC realizan sobre la seguridad de las vacunas en las mujeres embarazadas, podrían ser demandadas por fraude".