La historia oculta de los tratamientos con vitamina C

Análisis escrito por Dr. Joseph Mercola Datos comprobados

salud cardiaca y vitamina c

Historia en Breve

  • Aunque algunos mamíferos pueden producir vitamina C, el gen que codifica dicha conversión no funciona en el caso de los humanos. Por lo tanto, es necesario obtenerla por medio de la alimentación
  • La vitamina C funciona como un cofactor antioxidante, antihistamínico y enzimático para el colágeno, los neurotransmisores, las hormonas y la carnitina
  • La diabetes y las enfermedades cardíacas son afecciones relacionadas con la deficiencia de vitamina C, y que responden favorablemente a su suplementación
  • Asimismo, la vitamina C es muy importante durante el embarazo, ya que las células no logran dividirse sin esta vitamina. Es tan importante que el feto agotará los niveles de la madre salvo que ella tenga los niveles suficientes para ambos. La deficiencia de vitamina C puede influir en el riesgo de ictericia e inflamación cerebral del bebé
  • Los padecimientos agudos para los que está indicada la administración de dosis elevadas de vitamina C incluyen: infecciones e inflamación, sepsis y cuidados críticos, traumatismos, cirugía y quemaduras, procesamiento de endotoxinas, integridad vascular, alergias, tos ferina y reacciones a las vacunas

La Dra. Suzanne Humphries grabó la siguiente conferencia hace más de cinco años, y creo que se ha dado un cambio en nuestra comprensión de los beneficios antioxidantes desde entonces. En el momento en que se grabó esta conferencia, no se apreciaba que se necesitaban ciertos radicales libres para mejorar la salud.

Los radicales libres, como el óxido nítrico y el peróxido de hidrógeno, son moléculas de señalización biológica y al suprimirlos indiscriminadamente con dosis elevadas de antioxidantes, correrá el riesgo de sabotear la salud de manera involuntaria. Por esta razón no recomiendo consumir dosis diarias de vitamina C, sino que es necesario obtenerlas de alimentos enteros, como menciona Humphries.

En caso de utilizar un antioxidante, se recomienda utilizar uno selectivo como tabletas de hidrógeno molecular, porque si el cuerpo no se encuentra bajo mucho estrés oxidativo, no obtiene resultados. El estrés, hace que el cuerpo produzca su propio cóctel de antioxidantes como glutatión, superóxido dismutasa, catalasa y muchos otros, con una proporción ideal al estimular la vía Nrf2.

Sin embargo, lo que no ha cambiado, y ha ganado claridad, es que el uso de dosis elevadas de vitamina C puede ser muy beneficioso y vital para infecciones graves. Pero en este caso la vitamina C no actua como un nutriente; sino como un medicamento natural sin efectos secundarios. Más información a continuación.

Desde entonces, Humphries ha cambiado su enfoque principal a las vacunas. Resulta curioso que, una de las vacunas más utilizada es la del tétanos. Ella revisa los protocolos que sugieren que el uso de dosis elevadas de vitamina C como un fármaco puede eliminar el riesgo de muerte por tétanos. Esto se discute más adelante también.

El año pasado pase un tiempo con Humphries en la casa de Polly Tommey a las afueras de Austin, donde estaba estacionado el autobús Vaxxed, en el que Humphries vivía en ese momento.

El video está disponible solo en inglés

Conferencia sobre la vitamina C

Por desgracia, gran parte de la historia de la vitamina C como tratamiento médico ha sido ignorada y descuidada en los últimos años.

La conferencia presentada por la Dra. Suzanne Humphries, en la Sociedad Sueca de Medicina Ortomolecular en Estocolmo, Suecia en el 2014, resume los beneficios más importantes de la vitamina C en los mamíferos, incluyendo los humanos. Como señaló Humphries en un artículo:

“La vitamina C es una de las maravillas médicas más seguras del planeta. La información acumulada sobre esta vitamina se ha publicado en la literatura médica desde la década de 1940.

A pesar de la evidencia de que las moléculas promueven la vida, la vitamina C como terapia ha sido exhortada por muchas entidades médicas, pese a que es terapéutica y muy segura, incluso en dosis altas. El dogmatismo de que las personas únicamente requieren de 75-90 mg de ascorbato al día es incorrecto.

Los médicos convencionales no reciben información sobre los mecanismos de acción y los beneficios de la vitamina C en la escuela de medicina. Si fuera así, no solo serían innecesarios muchos otros medicamentos, sino que no habría tos ferina grave.

Las vitaminas A y C facilitarían el tratamiento del sarampión. Si los médicos usaran ascorbato de manera regular, las complicaciones meningocócicas disminuirían y los problemas de coagulopatía serían inusuales.

Entonces, el ACIP no podría utilizar las complicaciones meningocócicas y los fallecimientos para que las personas se vacunaran, porque no les aterrorizarían dichas infecciones que causan morbilidad y mortalidad.

Sin la vitamina C, el sistema inmunológico se paraliza y no puede regenerar la capacidad de disolver los elementos que causan enfermedades en el cuerpo. La vitamina C es importante para combatir las enfermedades mediadas por toxinas, como la tos ferina y el tétanos".

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Mitos sobre la vitamina C

Humphries comienza su conferencia desacreditando una serie de mitos y falsedades sobre la vitamina C, que incluyen lo siguiente:

  • El cuerpo se satura de vitamina C con 150 miligramos (mg) al día, mientras que las dosis que rebasan los 1000 mg son peligrosas
  • No existe ningún respaldo científico sobre el uso de dosis elevadas de vitamina C; incluso al estar enfermo, es posible obtener cantidades suficientes por medio de los alimentos
  • La diarrea por ascorbato es peligrosa.

Aunque algunos mamíferos pueden producir vitamina C, el gen que codifica dicha conversión no funciona en el caso de los humanos. Por lo tanto, es necesario obtenerlo a través de la alimentación. Al observar los requerimientos de otros mamíferos que no son capaces de producir vitamina C, Humphries considera que podemos obtener una estimación decente de los requerimientos humanos.

Por ejemplo, los gorilas consumen cerca de 30 mg de ácido ascórbico por kilo al día, mientras que los conejillos de indias requieren 33 mg/kg/día.

Curiosamente, una cabra saludable producirá 185 mg/kg/día de ácido ascórbico, pero cuando está bajo estrés o enferma, puede producir cerca de 1 400 mg/kg/día. Esto nos indica la importancia de la vitamina C durante la enfermedad, y una pista sobre los requerimientos.

Mientras tanto, se supone que los humanos necesitamos únicamente 75 a 90 mg por día, lo que equivale a cerca de 1.2mg/kg/día. Si nuestra actividad es similar a la de otros mamíferos, es probable que esta recomendación subestime nuestro requerimiento de vitamina C.

Se supone que los fumadores necesitan añadir 35 mg de vitamina C por día, sin embargo, un cigarro consume hasta 25 mg de ácido ascórbico, según Humphries. Al fumar 10 o 20 cigarros por día, se utilizan profundamente las reservas de vitamina C.

Humphries señala que la manera en la que se obtuvo la cantidad diaria recomendada (RDA, por sus siglas en inglés) tiene graves deficiencias. No solo observaron a un grupo muy pequeño de personas saludables, sino que analizaron los tipos de células equivocados. Además, la RDA es para prevenir el escorbuto, que no es lo mismo que optimizar la salud.

De hecho, Humphries analiza la investigación canadiense que muestra que las personas ingresadas en el hospital tienen mayores probabilidades de desarrollar una deficiencia de vitamina C que las personas no hospitalizadas. Según su investigación, Humphries considera que el nivel saludable de vitamina C se encuentra entre los 120 a 150 micromol/L, y no en los 28.4 mmol/L como se mencionó en el estudio canadiense.

El ácido ascórbico no es "solo una vitamina"

La vitamina C es más que una vitamina. Como explicó Humphries, la vitamina C funciona de la siguiente manera:

Asimismo, la vitamina C es muy importante durante el embarazo, ya que las células no logran dividirse sin esta vitamina. Es tan importante que el feto agotará los niveles de la madre salvo que ella tenga los niveles suficientes para ambos.

La deficiencia de vitamina C puede influir en el riesgo de ictericia e inflamación cerebral de los bebés, los cuales están relacionado con niveles elevados de bilirrubina. Sin embargo, los estudios demuestran que la vitamina C puede mejorar los riesgos relacionados con los niveles elevados de bilirrubina.

Según Humphries, los dos parecen estar relacionados, ya que los bebés que tienen niveles elevados de bilirrubina muestran una deficiencia de vitamina C, mientras que aquellos con una deficiencia de bilirrubina muestran niveles más elevados de vitamina C.

La diabetes y las enfermedades cardíacas son afecciones observadas por los médicos a diario, y ambas, están relacionadas con la deficiencia de vitamina C y responden favorablemente a su suplementación, explica Humphries.

Humphries continúa explicando la importancia de la vitamina C para la estructura e integridad del cuerpo. Contrario a la creencia popular, esta vitamina es necesaria para la salud esquelética, ocular, muscular y de los tendones, así como para el sistema vascular y más. Los aneurismas, están relacionados con la deficiencia de vitamina C, explica Humphries. Lo mismo sucede con la aterosclerosis.

La vitamina C se utiliza en el proceso de unión de las fibras de colágeno. Como se explica en la conferencia, una molécula de vitamina C se oxida por cada "unión" de las fibras de colágeno. Como resultado, se utilizan grandes cantidades de vitamina C para producir colágeno, que a su vez es importante para la integridad del tejido y la salud de las articulaciones.

Requerimientos de vitamina C

Aunque el cuerpo necesita un suministro continuo de vitamina C por todas las razones mencionadas anteriormente, existen casos en los que se necesitan dosis mucho más elevadas. Humphries ofrece la siguiente lista de afecciones para las que se indica la administración de dosis elevadas de suplementos. Para mayor información, consulte la conferencia de Humphries.

Infecciones e inflamación (la vitamina C es antiséptica y antibacteriana y puede usarse tanto interna como tópicamente)

Sepsis y cuidados críticos

Trauma, cirugías y quemaduras

Procesamiento de endotoxinas

Integridad vascular

Alergias

Tos ferina

Reacciones a las vacunas

Según Humphries, la literatura médica respalda el uso de vitamina C para las siguientes afecciones:

Polio

Hepatitis aguda

Encefalitis viral

Fiebre reumática aguda

Envenenamiento por hongos tóxicos

Ébola y otras enfermedades hemorrágicas

Tuberculosis

Mononucleosis infecciosa

Vitamina C para la sepsis

Aquí es donde considero que se encuentra la mayor parte del valor de esta conferencia. Esta información realmente es vital, por lo que se recomienda prestar mucha atención.

En su conferencia, Humphries detalla la utilidad de la vitamina C para el tratamiento de la sepsis (septicemia o shock séptico, también conocida como envenenamiento de la sangre). La sepsis es el último esfuerzo del sistema inmunológico para combatir una infección, lo que puede conducir a la insuficiencia de múltiples órganos y la muerte, salvo que se trate de inmediato.

En los Estados Unidos, cerca de 1 millón de personas contraen sepsis al año y fallecen cerca de la mitad. Según los datos de dos cohortes hospitalarias, entre el 34.7 % y 55.9 % de las personas en los Estado Unidos que fallecieron en el hospital entre el 2010 y el 2012 desarrollaron sepsis en el momento de su muerte (dependiendo de la población de pacientes en la que se encontraban).

Lo que quiere decir que el tratamiento convencional, que generalmente se enfoca en dosis elevadas de antibióticos, es ineficaz. La buena noticia es que se ha demostrado que la vitamina C reduce drásticamente la mortalidad por sepsis. Lo malo es que el número de hospitales que han adoptado este método es limitado.

La conferencia de Humphries, que tuvo lugar en el 2014, analiza la investigación publicada ese año que demuestra el beneficio del ascorbato de sodio por vía intravenosa en personas con sepsis grave.

Este estudio incluyó a 24 personas con sepsis grave, que recibieron aleatoriamente una pequeña infusión intravenosa de vitamina C (50 mg/kg/24 horas) cada seis horas durante cuatro días, una infusión elevada de vitamina C (200 mg/kg/24 horas) o un placebo. Los autores informaron lo siguiente:

"Los niveles plasmáticos de ácido ascórbico para toda la cohorte fueron de 17.9 ± 2.4 μM (rango normal 50-70 μM). La infusión de ácido ascórbico aumentó rápida y significativamente los niveles plasmáticos de ácido ascórbico. No se observaron efectos adversos en las personas con infusión de ácido ascórbico.

Los pacientes que recibieron ácido ascórbico mostraron una reducción más rápida en los puntajes de evaluación secuencial de falla orgánica (SOFA, por sus siglas en inglés) mientras que los pacientes que tomaron placebo no mostraron dicha reducción.

El ácido ascórbico redujo significativamente los biomarcadores proinflamatorios de la proteína C reactiva y la procalcitonina. A diferencia de las personas con placebo, la trombomodulina en personas con infusión de ácido ascórbico no causó un aumento significativo, lo que sugiere la atenuación de la lesión endotelial vascular".

El protocolo de Marik para la sepsis

Tres años más tarde, en el 2017, el Dr. Paul Marik, jefe de medicina pulmonar y de cuidados críticos en el Hospital General Sentara Norfolk en East Virginia, publicó un pequeño estudio clínico antes y después que demuestra que las personas con sepsis que consumieron vitamina C durante dos días redujeron su mortalidad hasta un 40 % a 8.5 %.

El tratamiento de Marik incluye la adición de tiamina (vitamina B1) y la hidrocortisona esteroide, que aumentan la efectividad del tratamiento en comparación de la vitamina C por sí sola. El protocolo utilizado fue de 200 mg de tiamina cada 12 horas, 1500 mg de ácido ascórbico cada seis horas y 50 mg de hidrocortisona cada seis horas.

Desde entonces, el Hospital General Sentara Norfolk, donde trabaja Marik, ha convertido el protocolo en su estándar de atención para la sepsis, y otros han comenzado a seguir su ejemplo. Por desgracia, muchos hospitales aún están retrasados, esperando que se completen más ensayos clínicos.

Esto a pesar de que el tratamiento es inofensivo por sí solo, lo que significa que no agravará aún más el estado del paciente. Una revisión del 2018 sobre la investigación disponible presenta un modelo hipotético del por qué y cómo funciona realmente el protocolo Marik, al discutir cómo estos tres componentes impactan en los procesos biológicos involucrados en la sepsis.

Como señaló esa revisión, la recepción del tratamiento varía, ya que algunos líderes de cuidados intensivos lo aceptaron mientras que otros no lo han aplicado en lo absoluto. Lo que esto significa es que la capacidad para recibir este tratamiento potencialmente vital depende del hospital. 

Por el lado positivo, se está realizando una mayor investigación. Como el estudio VICTAS (vitamina C, tiamina y esteroides para la sepsis), patrocinado por la Universidad Emory, que espera contar con la participación de 2 000 personas. La fecha final de este estudio es octubre del 2021.

¿Qué se puede hacer si el médico se niega a utilizar la vitamina C por vía intravenosa para tratar la sepsis?

Si un médico se niega a considerar el protocolo de Marik, se recomienda alentarlo a que revise los estudios citados en este artículo, los cuales demuestran que este protocolo funciona. Busque las referencias en las notas finales (referencia 23 a la 32) y ofrézcale las copias a su médico.

Además, es posible investigar directamente en PubMed al buscar "vitamina C" y "sepsis", para obtener una lista de las investigaciones disponibles.

Estos artículos pueden descargarse completamente gratis. Espero que nunca necesite acceder a esta información, pero si lo hace, puede imprimirlos y utilizar los datos para convencer a su equipo médico de que utilice estas estrategias sencillas para salvar vidas. Si esto no funciona, se recomienda tomar el control de la situación y buscar otro médico u hospital que sí lo haga.

Todas las heridas deberían tratarse con vitamina C

Otro uso valioso de la vitamina C es para el tratamiento del tétanos, y dado que cualquier herida puede desarrollar esta infección bacteriana, Humphries sugiere incluir la vitamina C para tratar cualquier herida. Cita un interesante estudio de Bangladesh que demuestra lo vital que puede llegar a ser.

Dicho estudio ofreció 1 000 mg de vitamina C a 31 niños (de 1 a 12 años) y 27 adultos (de 13 a 30 años) con tétanos. Mientras que otros 31 niños y 28 adultos no recibieron vitamina C. El grupo que obtuvo la vitamina C, mostró una mejora sin ningún fallecimiento infantil, mientras que en el grupo de control únicamente se recuperaron ocho niños, y el 74.2 % falleció.

Entre los adultos, se recuperaron 17 de ellos y el 37 % falleció. Entre los que no recibieron la vitamina C se recuperaron nueve de ellos, mientras que el 67.8 % falleció. La razón de este incremento en la tasa de mortalidad entre los adultos se debe a que todos recibieron 1 000 mg de esta vitamina, independientemente de su peso corporal.

Si se hubiera tratado de una dosis de mg por kilo, los adultos habrían recibido dosis mucho más elevadas, lo que probablemente habría reducido su tasa de mortalidad, o eliminado por completo, tal como sucedió con los niños.

Asimismo, Humphries enfatiza que la vacuna contra el tétanos no elimina el riesgo de desarrollarlo. Existen muchos antecedentes de personas vacunadas adecuadamente que han desarrollado casos graves de tétanos. Entonces, además de lavar cuidadosamente cualquier cortada o herida, se recomienda colocar vitamina C sobre la herida, así como tomarla de inmediato.

Alimentos y suplementos ricos en vitamina C

Existe una amplia variedad de alimentos ricos en vitamina C, incluyendo el pimiento rojo, el perejil, el brócoli, el kiwi, las fresas, el tomate y los cítricos. Es posible obtener grandes cantidades de vitamina C por medio de la alimentación si consumen dichos alimentos de manera diaria.

Según Humphries, es posible aumentar aún más los efectos de estos alimentos al combinarlos con alimentos ricos en flavonoides, ya que trabajan de manera sinérgica. Los ejemplos incluyen cebollas, mora azul, té verde, plátano, chocolate negro, espino amarillo y gingko biloba.

Sin embargo, ninguna cantidad de comida fuera de las cerezas de acerola le dará las dosis que necesita cuando está enfermo. A pesar de que, en teoría, es posible tomar jugos ricos en vitamina C, tendría que lidiar con un mayor contenido de azúcar, que compite con la vitamina C en la célula. Así que, cuando esté enfermo, es mejor tomar un suplemento.

Humphries señala que una pregunta frecuente es si es posible obtener la vitamina C de manera natural, por medio del camu camu, el escaramujo o la cereza acerola. Tengo unos cinco cerezos de acerola (Barbados). Tengo varios árboles y puedo cosechar más de un galón de cerezas la mayoría de los meses del año. Cada cereza contiene 80 mg de vitamina C, por lo que puedo obtener hasta 10 gramos con estas cerezas.

Para las personas sanas o con enfermedades leves, es posible incluir este tipo de alimentos enteros y suplementos, pero en el caso de la tos ferina, la mejor opción es la vitamina C sintética, explica Humphries. Asimismo, se recomienda el ascorbato de sodio y la vitamina C liposomal.

Recomendaciones básicas

En cuanto a la dosis, Humphries recomienda evaluar la tolerancia intestinal. Consuma cerca de 1 a 2 gramos (1000 a 2000 mg) de ascorbato de sodio cada dos horas. Una vez que tenga retortijones o experimente diarrea, recuerde el mg total que ha consumido, ya que se trata de su tolerancia intestinal, para consumir del 50 % al 90 % de dicha dosis.

Sin embargo, no estoy de acuerdo con esta recomendación, ya que se necesitan dosis mucho más elevadas. Al utilizar la vitamina C liposomal, este problema de tolerancia intestinal desaparece, por lo que es posible consumir dosis de 2 a 4 gramos cada hora.

La mayoría de las personas mejora en un día o dos, especialmente si se trata la enfermedad de manera temprana. Creo que la vitamina C liposomal es una necesidad para tratar enfermedades virales agudas. Idealmente, tiene un estilo de vida saludable con buenas horas de sueño, poco estrés y poco consumo de azúcar o alimentos procesados, pero aun así es posible enfermarse. La buena noticia es que existe la vitamina C liposomal.

Por el contrario, no recomiendo consumir vitamina C liposomal de manera diaria debido a que la dosis es demasiado elevada, lo cual es innecesario y potencialmente problemático. Personalmente, no consumo ningún suplemento de vitamina C diariamente, ya que por lo regular come cerezasa. Sin embargo, al tener una enfermedad grave, se recomienda consumir 4 gramos de vitamina C liposomal cada hora.

Además, considero que la relación de la vitamina C y los cálculos renales es real, ya que la vitamina C se metaboliza en oxalato y puede aumentar la excreción urinaria de oxalato, lo que aumenta el riesgo de cálculos de oxalato de calcio. Incluso al no tener cálculos renales, no es bueno el exceso de oxalatos; para mayor información consulte mi entrevista con Sally Norton.

Para mayor información sobre la vitamina C y sus beneficios, consulte este artículo, “¿Estaba Linus Pauling en lo cierto acerca de los poderes curativos de la vitamina C después de todo?". También puede encontrar mayor información en “La vitamina C podría ser un complemento potente para el tratamiento contra el cáncer”.