¿Puede eliminar el coronavirus de los alimentos?

Análisis escrito por Dr. Joseph Mercola Datos comprobados

alimentos y coronavirus

Historia en Breve

  • La evidencia sugiere que existen pocas razones para preocuparse por el coronavirus en los alimentos. No se conocen casos de transmisión de COVID-19 a través de los alimentos o empaques
  • Se deben seguir los lineamientos de seguridad aceptados de manera convencional. Cocine sus alimentos adecuadamente. Si le preocupa este tipo de transmisión, puede recalentar la comida para llevar. Es necesario lavar bien las verduras
  • No utilice jabón de manos, jabón para lavar platos o cloro para limpiarlos
  • También es poco probable que los alimentos crudos desarrollen COVID-19, incluso si se encuentran contaminados por medio de la tos o los estornudos. La razón de esto es porque los virus respiratorios como el SARS-CoV-2 se reproducen en el tracto respiratorio, y no en el tracto digestivo, que es a donde se dirigen los alimentos
  • Una manera de minimizar cualquier riesgo relacionado con los empaques contaminados, sería transferir los alimentos a un recipiente limpio y lavarse las manos con agua y jabón durante 20 segundos después de desechar el empaque original

Desde que comenzó el brote de COVID-19, he explicado cómo limpiarse las manos de manera adecuada y cómo desinfectar las superficies de su hogar, pero ¿qué pasa con los alimentos? ¿Los alimentos pueden portar la enfermedad?

Según News Channel 8, la policía de Virginia ha 'advertido sobre una' tendencia escalofriante "después de que un grupo de adolescentes fuera captado tosiendo a los productos en una tienda para publicarlo en las redes sociales".

Travesuras como esta parecen estar detrás de algunos de los temores y advertencias sobre la contaminación de alimentos. En una publicación de Facebook del 19 de marzo de 2020, la policía de Purcellville declaró lo siguiente:

"Solicitamos asistencia de los padres para monitorear las actividades de sus hijos, así como sus publicaciones en las redes sociales para evitar el aumento de incidentes similares".

Lineamientos de seguridad alimentaria

La buena noticia es que la evidencia sugiere que existen pocas razones para preocuparse, siempre que se sigan los lineamientos de seguridad alimentaria aceptados de manera convencional. Como lo señaló la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos:

“A diferencia de los virus gastrointestinales (GI) transmitidos por los alimentos, como el norovirus y la hepatitis A, que a menudo se transmiten a través de alimentos contaminados, el SARS-CoV-2 que causa COVID-19, es un virus que desarrolla enfermedades respiratorias. Se desconoce si la exposición a este virus por medio de los alimentos es una vía de transmisión".

Del mismo modo, en un artículo del 14 de marzo del 2020 en The Atlantic, el epidemiólogo Stephen Morse de la Universidad de Columbia señaló que "los alimentos cocidos no representan un factor de riesgo a menos que se contaminen después de cocinarlos", y eso es cierto incluso si la persona que los prepara se encuentra enferma.

La razón de esto es porque el calor mata a la mayoría de los patógenos, incluyendo el coronavirus. Una persona enferma no estaría cocinando para otras personas, pero incluso si este fuera el caso, o en los casos en los que la persona no sepa si es portadora de la enfermedad, lo más sensato es no toser o estornudar sobre o cerca de los alimentos.

En el siguiente video "Food Safety and Coronavirus: A Comprehensive Guide" (disponible solo en inglés), J. Kenji Lopez-Alt, asesor culinario del canal del sitio web Serious Eats, responde a una serie de preguntas relacionadas con la seguridad alimentaria basadas en la situación actual. Es importante destacar que (hasta el momento) no existe ninguna evidencia de transmisión a través de los alimentos o empaques.

El video está disponible solo en inglés

Los empaques no son un vector de enfermedad

Si creemos en los CDC, aunque los hallazgos preliminares sugieren que el virus puede permanecer en el cartón por 24 horas, y en el acero inoxidable o el plástico por tres días, el riesgo de contraer el COVID-19 al tocarse los ojos, la boca o la nariz después de tocar una superficie contaminada es mínimo, al menos mucho menor que la infección por las microgotas (lo que significa que inhala el virus del aire).

"Es posible que una persona pueda contraer COVID-19 al tocarse la boca, la nariz o los ojos después de tocar una superficie contaminada, pero no se considera que esta sea la manera en la que el virus se propaga", según los CDC.

Como sugirió López-Alt, una manera de minimizar cualquier riesgo relacionado con contaminación en los empaque de los alimentos, sería transferir los alimentos a un recipiente limpio y lavarse las manos con agua y jabón durante 20 segundos después de desechar el empaque original.

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Los alimentos cocidos o crudos no portan la infección

Como se mencionó anteriormente, el calor elimina cualquier patógeno presente en los alimentos, mientras que recalentar la comida es una manera de minimizar el riesgo.

La investigación sobre el SARS-CoV-1 (el virus responsable del SARS) encontró que el calor inactiva al virus a una temperatura superior a los 149 grados F (65 grados C) después de un periodo de tres minutos, mientras que la evidencia preliminar sugiere que el SARS-CoV-1 (COVID-19) es muy sensible al calor.

Para mayor información sobre las recomendaciones de recalentamiento y esterilización por calor, consulte el video anterior de Lopez-Alt, "Food Safety and Coronavirus: A Comprehensive Guide".

También es poco probable que los alimentos crudos desarrollen COVID-19, incluso si se contaminan por medio de la tos o los estornudos. Esto sucede porque los virus respiratorios como el SARS-CoV-2 se reproducen en el tracto respiratorio, y no en el tracto digestivo, que es a donde se dirigen los alimentos. Los dos se encuentran separados.

Y, aunque se ha encontrado el virus SARS-CoV-2 en las heces, no existe evidencia que sugiera que se puede transmitir al atravesar el tracto digestivo. Según los CDC, tampoco han existido informes de transmisión fecal-oral de COVID-19 (que podría suceder si una persona no se lava las manos adecuadamente después de ir al baño).

Asimismo, los virus requieren de un huésped vivo y no pueden replicarse y multiplicarse en los alimentos. Mas bien, la carga viral disminuye con el tiempo. Incluso es poco probable que consumir alimentos contaminados cause algún problema. Lopez-Alt explica lo siguiente:

“Un trabajador tose en una tabla para cortar y prepara una hamburguesa antes de colocarla en un recipiente para llevar. La persona regresa a casa y come dicha hamburguesa con las manos, y toca su nariz o hace otra cosa que deposita el virus a lo largo de su tracto respiratorio.

En esta situación, la carga viral ha disminuido varias veces. Primero cuando se transfiere de la tabla al pan de hamburguesa. Y después cuando el pan se colocó en el recipiente para llevar. Lo mismo sucede cuando la persona agarra la hamburguesa antes de interactuar con su cara.

Aunque no descartó la posibilidad de desarrollar la enfermedad de esta manera, Ben Chapman, el especialista en seguridad alimentaria de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, describió este suceso como 'casi imposible, incluso antes de que la persona se tocara la cara'. Usar cubiertos limpios y lavarse las manos después de comer y antes de tocarse la cara minimiza aún más el riesgo".

Evite lavar los productos frescos con jabón

Dicho todo esto, aún se recomienda lavar los productos frescos antes de cocinarlos o consumirlos crudos. Como señaló la revista People, el jabón, aunque es efectivo para combatir los virus, no es adecuado para la mayoría de los productos frescos, aunque podría utilizarse para otras cosas.

Francisco Diez-González, director del Centro de Seguridad Alimentaria de la Universidad de Georgia, le explicó a la revista People lo siguiente:

“Nunca antes se había recomendado el uso de jabón para productos frescos, y nuestra recomendación continúa siendo utilizar agua. No existe ninguna evidencia de que reduzca el riesgo del virus porque no contamos con la investigación.

Casi no existe evidencia que indique que los alimentos son un factor de riesgo de causar esta enfermedad. La evidencia sugiere que la transmisión se lleva a acabo de persona a persona".

Del mismo modo, el experto en enfermedades infecciosas, el Dr. William Haseltine, presidente de ACCESS Health International, le explicó lo siguiente a la revista: "No lave la lechuga con agua y jabón, pero si las papas, las manzanas o las ciruelas, que se lavan por fuera.

Aunque puede parecer inofensivo añadir un poco de jabón para manos a los productos frescos para eliminar los patógenos, de los 232 jabones para lavarse las manos que figuran en la base de datos del Grupo del Trabajo Ambiental (EWG, por sus siglas en inglés) 58 obtuvieron una calificación reprobatoria. Los ingredientes tóxicos que se encuentran en el jabón para platos incluyen los siguientes: 

Cocamide DEA. Las sospechas incluyen cáncer, toxicidad acuática crónica, toxicidad acuática aguda.

Hidantoína DMDM. Las sospechas incluyen la liberación química de formaldehído e irritación de la piel, los ojos o los pulmones.

Ethanolamine. Las sospechas incluyen efectos respiratorios, efectos sistémicos/orgánicos generales, toxicidad acuática crónica, efectos sobre el sistema nervioso, irritación/alergias/daños en la piel.

Formaldehído. las sospechas incluyen cáncer, efectos en los sistemas y órganos generales, irritación/alergias/daños en la piel, toxicidad acuática aguda.

Borato de sodio. Las sospechas incluyen efectos endocrinos, reproductivos y del desarrollo, irritación, alergias y daños en la piel, y efectos respiratorios.

Ácido sulfúrico. Las sospechas incluyen cáncer, efectos respiratorios, irritación de la piel y alergias.

Triclosan. Las sospechas incluyen ecotoxicidad acuática y general, endocrinos, reproductivos y del desarrollo, cáncer y efectos sobre el sistema inmunológico.

Uso de cloro

Lavar los productos frescos con cloro es otro método probablemente innecesario, ya que puede reaccionar con el material orgánico en los alimentos y crear subproductos de desinfección que son mucho más tóxicos que el cloro.

Según lo informado por MSN, "los expertos aconsejan no usar cloro para limpiar cualquier alimento que vaya a consumir y explican que el agua tibia funciona adecuadamente con menos riesgos potenciales". El artículo continúa explicando lo siguiente:

"En un boletín reciente del New York Times California Today, un experto en seguridad alimentaria sugirió que las personas en California que enfrentan órdenes de "permanecer en casa" deben tomar precauciones adicionales al visitar el supermercado.

Esto incluye consejos sobre cómo desinfectar los artículos, incluyendo el uso de una solución de cloro muy diluida (una cucharadita de cloro por galón de agua) para vaporizar los productos y dejar que se sequen antes de consumirlos.

Otros expertos explican que esto no es necesario y que ni siquiera es seguro. Es poco probable que el virus lo infecte a través de los alimentos, según la Dra. Tamika Sims, Directora de Comunicaciones de Tecnología Alimentaria del Consejo Internacional de Información Alimentaria.

El cloro podría presentar sus propios riesgos para la salud. Los lineamientos de seguridad alimentaria no alientan el uso de cloro o detergente en cualquier alimento que se vaya a consumir. "El cloro no debe utilizarse para limpiar alimentos o productos alimenticios. Consumir cualquier cantidad de cloro puede representar un gran peligro para la salud", explicó Sims.

Si le preocupan las frutas y verduras, únicamente es necesario cocinarlas o lavarlas adecuadamente con agua tibia. "Los CDC nos han informado que este virus se desnaturaliza (se descompone) fácilmente con agua tibia y calor", explicó."

Cómo lavar los vegetales

CarrieAnn Arias, vicepresidenta de marketing de Naturipe Farms le explicó lo siguiente para el sitio web Delish.com:

"Siempre se recomienda lavar las frutas y verduras con agua, incluso si tienen cáscara que se desecha como la de los aguacates. No use jabones, detergentes o soluciones de cloro. Cuando se trata de bayas, se recomienda enjuagarlas con agua fría antes de consumirlas.

Las frutas y verduras crudas son seguras para comer, especialmente ahora. Están repletas de nutrientes y vitaminas esenciales que pueden ayudar a aumentar nuestros niveles de energía y el sistema inmunológico".

Ken Rubin, director culinario de la escuela culinaria Rouxbe, evoca el consejo de Arias, al explicar lo siguiente:

"Las mejores prácticas para lavar las frutas y verduras no han cambiado ni se han revisado a raíz de la pandemia de COVID-19. Los mismos principios todavía se aplican.

Si se siente incómodo o inseguro, simplemente adquiera variedades de productos que se puedan pelar en casa (como plátanos, naranjas, mangos o aguacates) o elija los productos que cocinará”.

Esas prácticas son realmente simples, y justo como señala Arias. Como explicó Barbara Ingham, especialista en extensión de ciencias de la alimentación de la Universidad de Wisconsin-Madison:

“Lave todas las frutas y verduras antes de prepararlas, incluso si la piel o la cáscara no se consumen. Esto evita que los patógenos se transfieran de la corteza o la piel al interior de la fruta o verdura cuando se corta.

Lave las frutas y verduras con agua limpia y corriente en un fregadero limpio. Las frutas y verduras frescas no deben remojarse en agua. No utilice detergentes, jabones o cloro para lavar los productos. Dichos productos pueden cambiar el sabor y ser tóxicos.

Si las frutas y verduras son duras (como las papas o los melones), frótelas con un cepillo. Para las frutas y verduras blandas (tomates), frótelos suavemente con las manos para aflojar la suciedad. También remueva las hojas exteriores de la lechuga y el repollo antes de lavarlas.

Para lavar bayas, perejil y verduras, colóquelas en un colador limpio y rocíelas en el fregadero. O bien, gire el producto mientras lo sostiene bajo el agua. Asegúrese de girar y agitar el colador mientras lava los productos".

¿Se puede usar vinagre?

Una alternativa segura que puede ayudar a reducir la exposición a los patógenos transmitidos por los alimentos, pero no los diferentes tipos de virus, es lavar los productos con vinagre blanco y agua en una proporción de 1 a 3. Deje que el producto repose durante 30 minutos y enjuáguelo ligeramente con agua fría.

El ácido del vinagre puede atravesar las membranas celulares bacterianas, lo que elimina las células, pero la investigación sugiere que no combate adecuadamente los virus. Como se señaló en Talk CLEAN to Me, un blog de expertos en desinfección química para prevenir infecciones:

"Los desinfectantes ácidos orgánicos no son tan eficaces para eliminar virus, pero el vinagre y el ácido acético se han utilizado durante cientos de años como métodos de desinfección.

Sin embargo, es importante considerar que estos solo funcionan contra organismos relativamente fáciles de eliminar como las pseudomonas. No existe información actual que concluya que los ácidos orgánicos refuercen la capacidad para eliminar virus".

El vinagre de malta (preparado a base de grano de cebada malteada, que también se usa para hacer cerveza tipo ale; una segunda fermentación convierte la cerveza tipo ale en vinagre) es un tipo de vinagre que parece ser efectivo para combatir los virus.

Según el artículo del 2010, "Effectiveness of Common Household Cleaning Agents in Reducing the Viability of Human Influenza A/H1N1", publicado en PLOS ONE, el vinagre de malta al 10 % "inactiva rápida y completamente" los virus de la influenza.

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