Las decisiones de salud pública podrían basarse en pruebas de COVID imprecisas

Análisis escrito por Dr. Joseph Mercola Datos comprobados

pruebas de COVID imprecisas

Historia en Breve

  • En las noticias, se han dado a conocer múltiples historias de personas que han dado tanto positivo como negativo en las pruebas para COVID-19, lo que revela la falta de confiabilidad de las pruebas
  • Los empleadores y médicos han tomado decisiones basadas en los resultados de las pruebas. Algunos datos sugieren que las pruebas realizadas después de presentar síntomas evidentes podrían proporcionar resultados más precisos
  • La prueba de punto de atención Abbott Labs ID NOW, que tarda entre 5 y 13 minutos en dar el resultado, tiene una alta tasa de imprecisión, lo que ha originado que algunos hospitales eviten utilizarla
  • Los conjuntos de datos confusos han promovido el temor entre la población y se utilizan en los esfuerzos de vigilancia a nivel mundial que quizás puedan incluir la identificación digital para rastrear y monitorear a las personas

Las pruebas y exámenes para detectar enfermedades se encuentran entre las herramientas más básicas en el ámbito de la medicina preventiva y salud pública. Las mujeres que reciben atención prenatal son sometidas a diversos tipos de pruebas para proteger la salud de los nonatos. Los niños recién nacidos son sometidos a pruebas de detección de problemas congénitos en el metabolismo, para que al implementar una intervención temprana, se pueda reducir el riesgo de daños.

Los adultos son examinados para detectar enfermedades cardiovasculares, mientras que las pruebas de influenza pueden ayudar a determinar el nivel de propagación de enfermedades infecciosas durante la temporada de gripe. Las pruebas inadecuadas durante los primeros meses han sido la causa de la transmisión generalizada del COVID-19.

Ya que, si se hubieran realizado pruebas tempranas, podría haber ayudado a contener el virus, sin la necesidad de establecer un paro de actividades prolongado. Al poco tiempo de que China anunció que había identificado al nuevo coronavirus, los científicos alemanes desarrollaron la primera prueba de diagnóstico. Y para febrero de 2020, la Organización Mundial de la Salud ya había enviado 250 000 pruebas, destinadas a 159 laboratorios alrededor del mundo.

Sin embargo, en vez de utilizar la prueba de la OMS, los CDC y FDA decidieron crear una para los Estados Unidos. Se realizaron acciones similares durante los brotes anteriores del Ébola y Zika en los Estados Unidos. William Schaffner, asesor de los CDC y especialista en enfermedades infecciosas en la Universidad de Vanderbilt, habló con un periodista de Business Insider:

"Me parece extraño aceptar una prueba desarrollada por otros. Quizás haya otras consideraciones que desconozco, pero estoy seguro de que el móvil fue el orgullo: 'Ya sabemos cómo desarrollar una prueba, pero muchas gracias'".

Es decir, el orgullo bien podría haber impedido que los funcionarios de los Estados Unidos distribuyeran pruebas de forma temprana. El 6 y 7 de febrero, los CDC enviaron solo 90 kits de prueba a los laboratorios estatales de salud pública, y para el 12 de febrero, se anunciaron las fallas de esas pruebas. A finales de febrero de 2020, el plan de uso de las pruebas solo estaba destinado a "pacientes sintomáticos con antecedentes de haber viajado".

Pero, la FDA esperó hasta el 29 de febrero de 2020, antes de presentar los laboratorios de hospitales académicos para desarrollar las pruebas. El país tiene más de 330 millones de habitantes; así que, el 4 de marzo de 2020 se enviaron suficientes pruebas para analizar a 1.5 millones de personas. No obstante, sin importar la cantidad o falta de kits de prueba, las decisiones que se tomen solo podrán ser exitosas en función de la precisión de las pruebas.

Estas pruebas imprecisas aumentan los riesgos de salud pública

Se conocen múltiples historias de personas que se han realizado pruebas que han dado falso positivo o falso negativo. La NBC News cuenta la historia de Sarah Bowen, una consultora de terapia de 31 años, de Portland, Oregon. Esta persona trabajaba en un consultorio médico y su problema se presentó como un dolor de garganta.

Al día siguiente su estado se agravó y pudo hacerse una prueba para COVID-19. Cuando los resultados dieron negativo, su médico pensó que los síntomas estaban relacionados con alergias o algún tipo diferente de virus. Entonces, Bowen informó que comenzó a tener problemas para respirar y sus síntomas siguieron empeorando.

Por lo que, se realizó otra prueba, la cual resultó negativa de nuevo. A pesar de exhibir síntomas que eran consistentes con los del COVID-19, su médico no creía que padeciera el nuevo coronavirus. Para el momento del informe, a finales de mayo de 2020, el diagnóstico de Bowen aún no era determinante.

En el caso de Danielle Fried, cuya historia apareció en The Wall Street Journal, decidió ponerse en cuarentena cuando dio positivo hasta que desaparecieron sus síntomas. Sin embargo, poco tiempo después, su prueba de anticuerpos dió positivo, lo que indicó que su infección estaba inactiva.

Ahora, para regresar a su trabajo, se le solicitaba realizarse otra prueba, que resultó positiva para una infección activa causada por COVID-19, lo que requirió de otro período de aislamiento de dos semanas. Aún no está claro si padeció otra infección o si la prueba era un falso positivo.

Las pruebas contradictorias son algo común, como lo descubrió Zalman Goldstein, después de encontrar que de sus seis pruebas para COVID-19, tres habían resultado positivas y tres negativas. Dos de las pruebas se habían tomado el mismo día y proporcionaron resultados contradictorios.

Goldstein tiene 74 años y requiere de un procedimiento médico para tratar su enfermedad de los riñones. El hospital necesitaba una prueba negativa antes de proceder, pero los resultados de cada prueba que le realizaron fueron contradictorios.

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El momento de la prueba podría ser un factor de vital importancia

Los resultados de la prueba pueden ser poco confiables o inconsistentes cuando las muestras se toman de forma prematura o tardía durante el proceso de la enfermedad. Robert Wachter, Presidente del departamento de medicina de la Universidad de California, habló con un periodista de The Wall Street Journal, e indicó que: "situaciones como esta ocurren con una frecuencia angustiante, y generan confusión en los pacientes y sus médicos".

Luego, explicó que las pruebas pueden mostrar resultados inexactos si una persona se realiza el examen al inicio del proceso de la enfermedad. Como descubrió Stephanie Zeidenweber, ya que sus pruebas para COVID-19 dieron negativo, las cuales fueron tomadas pocos días después de su primer síntoma y semanas después.

Más tarde, se realizó dos pruebas de anticuerpos el mismo día para determinar si estaba infectada con SARS-CoV-2, y una arrojó un resultó negativo y la otra dió positivo. El Dr. Alan Wells, del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh, cree que algunos falsos negativos se deben a la forma en que se recolectan las muestras y no a las pruebas en sí. E indicó para NBC News:

"Lo que pasa, es que toman las muestras a ciegas. Esperan acertar el momento exacto. Posteriormente, a medida que la enfermedad avanza, el virus puede migrar a los pulmones. Así que, tiene que ser el lugar y momento correctos".

Un segundo tipo de prueba recolecta saliva en un tubo de ensayo que se evalúa en un laboratorio. Wells expresó que los resultados de estas pruebas pueden ser peores, y explica que los hisopos faríngeos se utilizan para analizar el tejido donde se sabe que puede replicarse el virus.

Las pruebas de saliva pueden fallar hasta en el 50 % de los casos positivos asintomáticos. Por medio de una revisión de investigaciones y un análisis agrupado de siete estudios, un equipo descubrió que también era esencial determinar el momento adecuado de la prueba. Los resultados mostraron una probabilidad de 100 % de falsos negativos en el primer día, que disminuyó a 67 % para el cuarto día.

Las pruebas de PCR no son precisas para determinar las infecciones activas

Aun cuando se tomen muestras en el momento ideal, los resultados pueden ser incorrectos. Un artículo sobre los procedimientos de la Clínica Mayo criticó la dependencia de la salud pública a las pruebas de reacción en cadena de la polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés). Para ilustrar mejor la idea, los autores del artículo señalaron que:

“Para exponer el potencial de la magnitud de este problema en la población general, primero debemos considerar los siguientes ejemplos de España y los Estados Unidos, suponiendo que la prueba tenga una sensibilidad del 90 %.

El presidente de la región de Madrid pronosticó que el 80 % de los 6.5 millones de habitantes de Madrid se infectaría con COVID-19. Si se analizará a toda la población, de los 5.2 millones de personas infectadas que se anticipan, 520 000 personas serían confirmadas falsamente con una infección”.

Como señala Wells, uno de los problemas de obtener falsos negativos es que "se crea una falsa sensación de seguridad". La Dra. Priya Sampathkumar es una especialista en enfermedades infecciosas de la Clínica Mayo y una de las autoras del artículo. Y comenta lo siguiente:

"La prueba de RT-PCR es más útil cuando resulta positiva. Es menos útil para descartar el COVID-19. A menudo, una prueba negativa no significa que la persona no padezca la enfermedad, y los resultados de la prueba deben considerarse en el contexto de las características y exposición del paciente".

Como ya he señalado con anterioridad, la prueba de PCR rastrea el material genético del virus que puede provenir de una célula muerta o de un virus vivo. Los científicos han descubierto que el virus SARS-CoV-2 deja fragmentos muertos que pueden tardar meses en desaparecer después de padecer una infección. Por lo tanto, esto puede generar una serie de falsos positivos de una infección activa.

Algunos hospitales determinan que las pruebas de ID NOW son ineficaces

Abbott Labs desarrolló otro tipo de prueba de diagnóstico que produce resultados entre 5 y 13 minutos. Esta fue denominada como prueba de punto de atención ID NOW, y aplica un método diferente al de la PCR. El kit de prueba Abbott amplifica el ácido nucleico isotérmico, que demostró que podría generar casi un 50 % de falsos negativos, según informaron los autores de un estudio de la Universidad de Nueva York y la NBC News.

El 14 de mayo de 2020, la FDA emitió una alerta de que los datos de la prueba de Abbott podrían arrojar falsos negativos. Aunque dijeron que aún podría utilizarse, los resultados negativos deberían confirmarse con una prueba adicional. En respuesta, la FDA informó que, "Abbott ha acordado realizar estudios postcomercialización del dispositivo ID NOW que incluirán al menos 150 pacientes con COVID-19 en diversos entornos clínicos".

El 21 de mayo de 2020, Abbott publicó un comunicado de prensa en el que informaba los resultados de tres estudios patrocinados por Abbott Labs. Los resultados de uno comprobaron que un "estudio clínico de atención urgente demuestra un rendimiento de la prueba ID NOW de ≥ 94.7 % de acuerdo positivo (sensibilidad) y ≥ 98.6 % de acuerdo negativo (especificidad), en comparación con las pruebas de referencia de PCR de laboratorio".

Lo más importante es que, Abbott declaró que los resultados completos de estos estudios y análisis aún no estaban completos. Hasta que se publiquen los datos, será difícil determinar si sus resultados son precisos. Algunos hospitales no están convencidos de que los resultados sean precisos o tal vez no quieran utilizar la prueba en conjunto, cuando se requiere de otra para confirmar una prueba negativa.

Un periodista de NBC News se comunicó con 10 centros médicos de los Estados Unidos y descubrió que 7 de ellos no utilizaban la prueba. Cada uno citó que era debido al nivel de precisión de la misma, incluido el Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt, cuyo representante dijo al reportero de NBC: “ningún paciente en el Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt fue evaluado por medio de una prueba rápida de Abbott ID NOW. Hay preocupaciones sobre la sensibilidad de esa prueba".

Como demostraron los estudios anteriores, el patrocinio de la industria puede exagerar los resultados. Los investigadores descubrieron que eso es lo que ocurre en diversas industrias. Los autores de un artículo publicado en Jama Network concluyeron que:

"Aunque el patrocinio de la industria de los ensayos clínicos puede generar importantes avances terapéuticos, la posibilidad de sesgo en estos estudios puede ocurrir en múltiples niveles … Al establecer controles y equilibrios para las asociaciones académicas-industriales, tales propuestas podrían servir para atenuar el potencial de sesgo en la industria de investigación patrocinada".

Los datos inciertos favorecen el miedo sin justificación científica

Al no contar con datos de prueba precisos, las grandes corporaciones y medios de comunicación podrían seguir alimentando el miedo de la población. Como ya he señalado antes, uno de los jugadores clave en este proceso es un hombre sin preparación médica cuya única cualificación parece ser el dinero.

Bill Gates ha propuesto planes que van mucho más allá de exigir una vacuna: su propuesta incluye monitoreo digital para rastrear y hacer un seguimiento de las personas, para monitorear el proceso del COVID-19. Una vez que se hayan establecido sistemas mundiales de vigilancia de enfermedades, serán casi imposible desmantelarlos y, naturalmente, realizarán la transición a otras funciones bajo los auspicios de crear un mundo donde se puedan rastrear las enfermedades en pos de mejorar la salud. Porque, ¿A quién no le gustaría vivir en un mundo saludable?

Además, hay muchas razones para creer que un sistema de seguimiento digital tan complejo podría combinarse con una identificación digital y un sistema económico para garantizar su eficacia. En mi serie sobre Bill Gates, que podrá encontrar en el siguiente enlace, describo algunos de los pasos que se toman actualmente para perseguir de forma insospechada y subrepticiamente el establecimiento de un régimen de vigilancia monitoreado y dirigido por organizaciones que visualizan su futuro financiero.

Antes, el comportamiento podría haber cambiado bajo una amenaza de guerra o terrorismo. Hoy en día, los actos de terrorismo que provocan el cambio de comportamiento son el fraude de identidad y las enfermedades infecciosas. La Fundación Gates tiene vínculos directos con el patrocinio de la Organización Mundial de la Salud, así como con otros grupos involucrados en la toma de decisiones en el Reino Unido y los Estados Unidos.

Este es un punto en la historia en el que recordaremos el pasado y reconoceremos que fue un momento en el que se tomaron decisiones que protegieron o expusieron nuestros derechos personales y la salud pública. El rol del gobierno no incluye crear mandatos que eliminen el libre albedrío para decidir sobre la vacunación, pruebas médicas y autonomía. Por lo que, usted tiene el derecho y la responsabilidad de tomar el control de su salud.

Ya que, con el tiempo, permitirle el control al gobierno o grandes organizaciones podría despojar a las personas de su libertad individual, con consecuencias devastadoras. Le invitó a que se informe sobre las decisiones que se toman "en su favor", y descubra cómo puede hacer la diferencia para usted y su comunidad.

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