Si le gustan mucho los higos, la siguiente frase podría ser difícil de asimilar. Los higos que consume podrían tener una avispa muerta. Tal vez esto le asusta, pero suena más dramático de lo que es. Es posible que le parezca asquerosa la idea de que hay avispas dentro de un higo, pero es muy sorprendente ver cómo la naturaleza sabe que es lo que tiene que hacer para permitir que sobrevivan las especies de plantas e insectos.
Los higos y las avispas del higo tienen una relación de beneficio mutuo, algo conocido como mutualismo, que se desarrolló durante millones de años de evolución. Necesitan el uno al otro para sobrevivir. Las avispas del higo ayudan a polinizar los higos y, a su vez, los higos proporcionan un lugar seguro para que las avispas pongan sus huevos. Esta relación es muy importante para un ecosistema equilibrado y también para que pueda disfrutar de un higo fresco o mermelada de higo.
Por lo tanto, no permita que esta idea le afecte y deje de consumir higos. La fruta, o técnicamente flor, contiene un almidón resistente, potasio y otros nutrientes como el magnesio y la colina, que lo ayudan a mantenerse saludable. Además, es probable que antes haya consumido muchos insectos sin darse cuenta. Continúe leyendo para que sepa a lo que me refiero.
¿Por qué los higos necesitan avispas?
Los higos se consumen como fruta, pero en realidad son flores invertidas con una biología fascinante. A diferencia de las demás flores que florecen y se expanden hacia afuera, las flores de higuera florecen dentro de la vaina de la higuera. Debido a que las flores están en el interior, requieren un sistema especial de polinización, y ahí es donde entran las avispas hembras del higo.
Cada flor produce una fruta llamada aquenio que se compone de una sola cáscara y semilla dura. Debido a que varias flores crecen dentro de la vaina del higo, también hay varias de estas frutas de cáscara dura. Eso es lo que les da a los higos frescos su interior sin semillas y su característico crujido.
Las avispas hembras del higo entran en un higo a través de pequeños pasadizos llamados ostioles. Los ostiolos son tan estrechos que las avispas pierden sus alas y antenas cuando pasan a través de ellos. Por eso pueden entrar, pero no salir de los higos. Sin embargo, eso es bueno para ellos, porque su único propósito es la reproducción.
Existen higos femeninos y masculinos. Los higos femeninos son los que consumimos, mientras que los higos masculinos sirven solo como un lugar para que se reproduzcan las avispas. Una vez dentro de un higo macho, las hembras ponen sus huevos. Después, los huevos eclosionan y las crías de avispas macho cavan túneles a través del higo para que las crías de avispas, cubiertas de polen, puedan escapar y continuar el ciclo en otro higo.
Si una avispa del higo entra en un higo hembra, no puede poner sus huevos. Sin embargo, poliniza las flores dentro del higo, se queda, vive el resto de su ciclo de vida máximo de 48 horas y muere dentro del higo.
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Entonces, ¿hay avispas muertas en los higos?
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La respuesta para saber si hay o no avispas muertas dentro de su higo es: Quizás. La mayoría de los higos cultivados en Estados Unidos se autopolinizan, lo que significa que no necesitan de las avispas para crecer. Karla Stockli, directora ejecutiva de California Fig Advisory Board, señala que más del 95 % de los higos producidos en California son autopolinizantes y la mayoría de los higos que se pueden comprar en Estados Unidos (100 % de higos secos y 98 % de higos frescos) provienen de California, que tiene los estándares de calidad más altos del mundo.
Esa es una buena noticia. Para sentirse más tranquilo, los higos contienen una enzima llamada ficina que descompone los exoesqueletos de las avispas y los convierte en proteínas. En teoría, cuando consume un higo, podría consumir proteína que proviene de una avispa, pero no es probable que encuentre el cadáver de una avispa intacta en el higo.
Y si llegará a encontrar una avispa intacta, no sería como las avispas que imagina. Las avispas de los higos son muy pequeñas, miden casi 1.5 milímetros, por lo que es muy probable que no la notaría. Como referencia, una avispa obrera amarilla típica mide alrededor de 12 milímetros, mientras que la reina puede crecer hasta unos 19 milímetros.
Es muy probable que ya haya consumido insectos en otra ocasión, así que no se preocupe
La otra cosa con la que podría sentirse más tranquilo (o no, dependiendo de cómo lo vea) es que, si consume frutas y vegetales frescos, es probable que ya haya consumido miles de insectos.
De acuerdo con un informe de Terro, una empresa de control de plagas en Pensilvania, una persona promedio puede consumir hasta 140 000 partes de insectos cada año. Eso es porque la FDA permite ciertas cantidades de insectos en el suministro de alimentos. Por ejemplo, legalmente está permitido que media taza de bayas congeladas contenga dos insectos enteros.
Y se podrían usar para hacer cerveza Obtienen el visto bueno con 25 000 insectos enteros en media taza. Aunque esto podría espantarlo, los insectos en realidad son una parte regular de la alimentación en muchos lugares. Casi el 80 % de las personas en todo el mundo consumen uno o más de los diferentes 1 700 insectos comestibles como fuente de proteína. En Algunas partes del mundo, en especial los países tropicales, los consideran como manjares.
Las sociedades occidentales los consideran como asquerosos porque no estamos acostumbrados a consumirlos y los clasificamos como plagas en lugar de alimentos. Con la agricultura animal, tampoco necesitamos fuentes de proteínas alternativas, por lo que tendemos a evitar los insectos comestibles.
Beneficios de los higos
Si puede lidiar la idea de que algunos de los higos que consume podrían tener una avispa, existen muchas razones para incluirlos en su alimentación. Un higo de tamaño mediano tiene casi 40 calorías y proporciona 1.5 gramos de fibra, además de una gran cantidad de magnesio y colina, así como vitamina B6, cobre, ácido pantoténico y folato. También es rico en betacaroteno.
Los higos son una buena fuente de potasio, que su cuerpo utiliza para controlar la presión arterial y equilibrar la proporción de sodio, potasio y calcio. Como era de esperar, el valor nutricional incrementa a medida que se seca la fruta. Por ejemplo, 100 gramos proporcionan 35 mg de calcio cuando están frescos, pero 162 mg de calcio cuando están secos.
Debido a que los higos son ricos en fibra, podrían actuar como un laxante natural. Los alimentos ricos en fibra también proporcionan una sensación de saciedad y uno de los tipos de fibra en los higos, el almidón resistente, actúa como un prebiótico natural para apoyar las bacterias beneficiosas preexistentes en su intestino. El almidón resistente también ayuda a controlar el nivel de azúcar en la sangre, protege los riñones y ayuda al cuerpo a utilizar ciertas vitaminas, como la vitamina D, una combinación que puede ayudar a controlar la diabetes y reducir las complicaciones diabéticas.
El almidón resistente también contribuye a la saciedad, al ayudar a controlar el peso corporal y reducir el riesgo de obesidad. En un estudio realizado en animales, los investigadores descubrieron que agregar almidón resistente a la alimentación de ratas con obesidad ayudó a reducir el peso corporal hasta en un 40 %.
Otro estudio en animales evaluó los efectos de los higos, dátiles y granadas sobre la neuroinflamación. Descubrieron que el consumo de un suplemento diario que contiene estas tres frutas disminuyó las citoquinas inflamatorias y retrasó la formación de placas seniles. Los investigadores concluyeron que la fruta mediaba la reducción de citoquinas y podría ser un mecanismo que puede ayudar a proteger contra enfermedades neurodegenerativas.
Las hojas de higuera podrían ser tan importantes desde el punto de vista nutricional como la propia fruta, ya que tienen beneficios únicos, incluyendo la capacidad de regular el azúcar en sangre. En un estudio, los pacientes que recibieron una decocción de hojas de higuera durante un mes pudieron reducir su dosis promedio de insulina en un 12 %.
Un estudio en animales que analizó la hipertrigliceridemia en ratas utilizó una administración de decocción de hoja de higuera. Aunque los niveles de colesterol total no se vieron afectados, la decocción de higos tuvo un efecto positivo sobre la descomposición de las moléculas de lípidos.
Los higos, incluyendo los frutos, cáscara, hojas y las pulpas, también son ricos en antioxidantes y compuestos fenólicos. Estos compuestos ayudan a combatir el estrés oxidativo y pueden proteger contra afecciones crónicas y relacionadas con la edad como enfermedades cardíacas, cáncer, síndrome metabólico y obesidad.