Víctimas de las vacunas comparten sus reacciones adversas y la pérdida de seres queridos

Análisis escrito por Dr. Joseph Mercola Datos comprobados

Historia en Breve

  • Por un periodo de 15 años seguí todas las pautas de vacunación, hasta que una de mis pacientes me compartió la historia de su hijo Jack, quien sufrió lesiones por una vacuna
  • Descubrí una realidad que antes desconocía, ya que el consentimiento informado era casi inexistente y existían riesgos médicos graves de las vacunas que estaban siendo encubiertos por las empresas farmacéuticas y el gobierno federal
  • Las vacunas antiCOVID cada vez provocan más reacciones adversas graves, pero por desgracia silencian y desacreditan a las víctimas
  • Los mandatos de vacunación han provocado lesiones, daños y muertes, mientras que la campaña de lavado de cerebral utiliza la frase "vacúnese ahora mismo" para dividir y vencer

Quiero compartir con ustedes una historia y una confesión muy personal. Cuando estaba en la facultad de medicina a finales de los 70, salí en la portada del manual nacional para estudiantes de medicina. Comparto esta foto con ustedes donde aparezco administrando una vacuna. En ese momento y durante los siguientes 15 años, seguí al pie de la letra todas las pautas de vacunación.

Incluso cuando comencé a recibir pacientes en mi propia clínica, nunca cuestioné la seguridad de ninguna vacuna y rechacé la información de las personas que expresaban sus preocupaciones. A finales de los 80, recibí a una paciente muy amable, era una madre que me compartió la historia de su hijo Jack, quién sufrió lesiones por una vacuna.

Descubrí una realidad que antes desconocía y que no quería aceptar. Me enfrenté con datos clínicos que ya no podía ignorar. En los siguientes años, me encontré con muchos padres que tenían serios temores acerca de ciertas vacunas; poco a poco me di cuenta de que el consentimiento informado era prácticamente inexistente y que las compañías farmacéuticas y el gobierno federal estaban encubriendo riesgos médicos muy graves.

Ahora nos encontramos en medio de los mandatos de vacunación que han afectado a casi todas las personas en el mundo. Es probable que las personas que no conocen a nadie que haya sufrido una reacción a estas vacunas, sean una minoría.

Es necesario escuchar a las víctimas de reacciones adversas a las vacunas

Sheryl Ruettgers, esposa del jugador de fútbol americano del equipo Green Bay Packers, Ken Ruettgers, es una de las personas que sufrió efectos adversos graves por la vacuna antiCOVID-19.

Cuatro días después de recibir la primera dosis de la vacuna de Moderna antiCOVID-19, en enero de 2021, Sheryl experimentó una reacción neurológica muy grave. Hasta la fecha experimenta dolores musculares, entumecimiento, debilidad y parestesias que le impiden realizar sus actividades diarias.1 Cuando contactó a personas que también habían sufrido lesiones por las vacunas en las redes sociales, las páginas privadas se cerraron.

Después de hablar con médicos, enfermeras y otras personas que habían experimentado reacciones adversas, el grupo escribió una carta a la Dra. Janet Woodcock, comisionada interina de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos y a la Dra. Rochelle Walensky, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos. La cual decía:2

“Merecemos y pedimos la transparencia y el reconocimiento de estas reacciones a las vacunas para que comience la investigación y desarrollo en la atención que necesitamos con urgencia. Hasta que no se reconozcan estas reacciones adversas, será imposible que las personas reciban atención.

Le rogamos que informe a la comunidad médica de estas reacciones para que podamos recibir la atención médica que necesitamos y, con suerte, recuperarnos y regresar a nuestras vidas saludables".

El grupo no recibió ninguna respuesta de los funcionarios federales, lo que llevó a Ken a iniciar el sitio web llamado C19 Vax Reactions,3 para que todas las personas compartan sus historias. Allí puede encontrar más de 500 testimonios reales de reacciones adversas a las vacunas y ver decenas de videos que detallan las reacciones de cada persona.

En un ejemplo, Everest Romney, de 17 años, recibió la primera dosis de la vacuna de Pfizer y por la noche experimentó una inflamación extrema en el brazo y el cuello.4 Dos días después, el atleta que era sano no pudo ni levantar la cabeza debido al dolor y la inflamación. Un pediatra desestimó las preocupaciones y culpó cada efecto a una lesión deportiva.

Su madre insistió en realizarle una tomografía computarizada, lo que reveló que existía un coágulo de sangre dentro de su vena yugular en el mismo lado donde recibió la vacuna. Después se revelaron coágulos de sangre raros en su cerebro. Terminó en la UCI, donde los médicos aún se negaban a reconocer que los coágulos podrían relacionarse a la vacuna.

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Todos ignoran las reacciones adversas

Las observaciones médicas de médicos, enfermeras, socorristas, médicos generales y de otros profesionales médicos, con respecto a las reacciones negativas a las vacunas, también se incluyen en el portal C19 Vax Reactions. Por ejemplo, Karen W. declaró:5

“Trabajo en andrología en una clínica de fertilidad. Los rumores sobre el aumento de abortos espontáneos no son rumores. Es algo real. Cada vez atendemos más casos, y todo comenzó cuando empezaron a aplicar las vacunas para todas las personas en marzo/abril".

La Dra. Katherine R., también dijo:6

“He visto émbolos pulmonares, TVP, exacerbaciones de psoriasis/erupciones difusas, neuropatía periférica y ACV por las vacunas. Al recibir a mi paciente, siempre investigó cuando recibió la vacuna. Ninguno de mis colegas se preocupa por investigar o preguntar. Eso no es un problema para ellos. Según me han dicho, es probable que una posible reacción después de la vacuna sea solo una coincidencia".

YD, otro médico, declaró de manera similar:7

“He visto 2 casos de cáncer previamente localizados que se vuelven metastásicos al mes de recibir la segunda dosis. Vi un caso de artritis poliarticular en un hombre de 30 años que estaba sano. 1 caso de vasculitis mucosa diseminada en una mujer de 20 años. 1 muerte por infección por rinovirus después de la vacuna”.

Este es el tipo de datos que hay que recopilar, analizar y estudiar en medio de esta campaña de vacunas sin precedentes, pero en cambio, las personas que están decididas a hablar son silenciadas o desacreditadas. Kyle Warner, un ciclista profesional de bicicleta de montaña de 29 años, desarrolló pericarditis, síndrome de taquicardia ortostática postural (POTS) y artritis reactiva después de recibir la segunda dosis de la vacuna antiCOVID-19 de Pfizer.8

Un médico de urgencias se negó a creer que se trataba de una reacción adversa a la vacuna y, en cambio, lo atribuyó a un "episodio psicótico". En una demonstración pública que se celebró en Washington, D.C., Warner habló ante los políticos para levantar la voz en apoyo a las personas lesionadas a causa de las vacunas, algo que no existe en los Estados Unidos, así como para oponerse a sus mandatos.

Su misión es que los funcionarios electos y las agencias federales de salud reconozcan que existe el problema de las reacciones adversas a las vacunas, así como crear conciencia sobre estas reacciones dentro de la comunidad médica. El sitio web llamado Real, Not Rare también ha recopilado docenas de historias de personas afectadas por las vacunas antiCOVID-19.9 También quieren detener el rechazo a ciertas exenciones de vacunas y los mandatos de vacunación:10

“Estas consecuencias que no son tan "poco comunes" han afectado la vida de muchas personas. Personas que sufrieron lesiones a causa de estas vacunas y que piden el apoyo de los medios de comunicación y del gobierno para poder recibir una mejor atención y tratamiento médico. Estas personas ya hicieron su parte al recibir las vacunas, así que lo menos que pueden hacer por ellos es ayudarlos".

Si no nos reconocen, es como si no existiéramos

En una segunda carta a los CDC y la FDA, con fecha del 4 de septiembre de 2021, el “grupo cada vez mayor de estadounidenses que ha sufrido reacciones adversas graves y continuas” a las vacunas antiCOVID-19, pidió que se reconociera la existencia de estas reacciones. "Si no nos reconocen, es como si no existiéramos", escribieron, y agregaron lo siguiente:11

“Los médicos nos dicen de forma constante que, si se produjeran reacciones neurológicas, los CDC y la FDA notificarían de inmediato a la comunidad médica. Los expertos de los NIH declararon que creen que estas reacciones son tratables y que la intervención a tiempo es básica para reducir la gravedad y duración de estas reacciones incapacitantes.

Dado que no quieren reconocer estas reacciones adversas, es imposible que las personas afectadas reciban una intervención a tiempo y, por lo tanto, no existe ninguna esperanza".

Existen cuatro categorías de eventos adversos

Aunque los funcionarios de salud quieren ocultar las reacciones a las vacunas antiCOVID-19, la gran cantidad de reportes no se puede silenciar por siempre. El Dr. Peter McCullough, internista y cardiólogo,12 detalló los síndromes leves que ocurren después de las vacunas antiCOVID-19 y que causan síntomas similares a los del COVID prolongado. Los síndromes causados por la vacuna se dividen en cuatro áreas, la primera es cardíaca.

Además de la miocarditis, también puede ocurrir otra reacción adversa a las vacunas, la fibrilación auricular y pericarditis se pueden presentar en los jóvenes después de recibir la vacuna antiCOVID-19. La segunda categoría de síndrome inducido por la vacuna es neurológica, que causa síntomas neurológicos similares a los de las secuelas del COVID-19, así como efectos adicionales más graves. Esto incluye el síndrome de Guillain-Barré, que puede ser fatal, parálisis de Bell, convulsiones, dolores de cabeza persistentes y coágulos de sangre en el cerebro.

La tercera categoría es inmunológica, que incluye una menor cantidad de linfocitos y la reactivación de otros síndromes virales, incluyendo el virus de Epstein-Barr y el herpes zóster. La cuarta categoría es hematológica, ocurre casi dos semanas después de la vacuna y describe la púrpura trombocitopénica inducida por la vacuna.

Los signos incluyen hematomas en todo el cuerpo, sangrado de las encías y nariz, al igual que orina oscura. Si nota estos signos semanas después de recibir la vacuna antiCOVID-19, vaya a un hospital de inmediato.

Para las personas que sufren de estos síndromes a causa de las vacunas, el protocolo I-RECOVER del Front Line COVID-19 Critical Care Working Group13 se utilizó con éxito para tratar las secuelas inducidas por las vacunas. El protocolo se puede descargar completo,14 y le brinda instrucciones detalladas sobre cómo tratar las reacciones de las vacunas antiCOVID-19.

Alcemos la voz

Ahora más que nunca me enfoco en las personas y familias afectadas por estas vacunas. No conocían los riesgos. Creyeron lo que les dijeron, que las vacunas eran seguras y efectivas. La vida de estas personas cambió para siempre. Las han separado de todo, no reciben ningún tipo de apoyo y aparte se sienten avergonzados; disfrazan el dolor en medio de los mandatos de vacunación "para el bien común".

Cuanto más me dediqué a apoyar el principio ético del consentimiento informado para la toma de riesgos médicos, que incluye el derecho legal a tomar decisiones voluntarias sobre aplicar una vacuna experimental, más se agravaron los ataques de parte de los medios de comunicación, el gobierno y las compañías farmacéuticas.

Las personas reconocen la verdad cuando la ven y la escuchan. Estamos unidos en nuestra oposición filosófica a que los funcionarios de salud del gobierno intimiden, amenacen y coaccionen a los ciudadanos para que violen sus creencias. La censura es general; las empresas de tecnología están coludidas con los dictadores y las farmacéuticas para ocultar los daños que se producen a través de estas vacunas experimentales, incluyendo la muerte.

Si quiere alzar la voz le ayudaré a compartir su testimonio. Los mandatos de vacunación han provocado lesiones, daños y muertes, mientras que la campaña de lavado de cerebral utiliza la frase "vacúnese ahora mismo" para dividir y vencer.

El dolor personal de una madre que lo compartió conmigo hace casi 30 años cambió mi vida y me abrió los ojos. Una chispa es todo lo que se necesita para iniciar un incendio. Esta revolución apenas inicia y es una revolución por la libertad de vivir su vida sin mandatos médicos o dictadores que decidan por usted.

Comparta su historia con nosotros y anime a las personas que tengan una historia similar a compartirla. Tomar control de su salud nunca ha sido más importante que ahora, tanto la de usted como la de su familia.