Otro deportista de alto nivel ha sufrido lesiones devastadoras después de recibir la vacuna antiCOVID-19. Florian Dagoury es plusmarquista mundial en apnea estática. El apneísta, que es originario de Francia y ahora reside en Tailandia, logró contener la respiración durante unos asombrosos 10 minutos con 30 segundos.
Tras recibir la segunda dosis de la vacuna antiCOVID-19 de Pfizer, su frecuencia cardíaca aumentó y presentó una menor capacidad para contener la respiración. Un cardiólogo le diagnosticó miocarditis, o inflamación del músculo cardíaco, y pericarditis, la cual es una inflamación del revestimiento exterior del corazón.1 Ambos padecimientos son efectos adversos que se han relacionado con las vacunas.
Aunque los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos insisten en afirmar que estos efectos son "raros", al 10 de noviembre de 2021, el Sistema de Notificación de Reacciones Adversas a las Vacunas (VAERS, por sus siglas en inglés) habia recibido 1 793 informes de miocarditis o pericarditis en personas de 12 a 29 años que recibieron la vacuna antiCOVID-19.2
El plusmarquista podría presenciar el fin de su carrera
Es posible que la carrera de Dagoury llegue a su fin a causa de la vacuna. El deportista compartió en Instagram su experiencia con la vacuna antiCOVID-19 de Pfizer y dijo lo siguiente con sus propias palabras:3
“¡Miocarditis, pericarditis e insuficiencia mitral primaria! Gracias Pfizer. Solo quiero compartir la experiencia tan desagradable que tuve después de vacunarme y, tal vez, conocer algunos testimonios e historias similares de otros apneístas como yo. ¿Experimentaron alguna mejoría?
Tras recibir la segunda dosis, me percaté de que mi frecuencia cardíaca era mucho más elevada de lo normal y mi capacidad para contener la respiración fue mucho menor. Mi frecuencia cardíaca mientras duermo es de 65-70 lpm en lugar de 37-45 lpm y presento más de 100 lpm durante el día, incluso cuando estoy sentado y relajado, mientras que antes solía tener 65 lpm.
¡En una ocasión, alcancé los 177 bpm durante una cena con amigos! Diez días después de mi segunda dosis, acudí a un cardiólogo y me informó que se trataba de un efecto secundario muy común de la vacuna de Pfizer, me dijo que no tenía nada de qué preocuparme, que descansara y que me sentiría mejor más adelante.
No mejoré en absoluto en los siguientes 40 días, así que acudí a otro cardiólogo y me diagnosticó miocarditis, pericarditis e insuficiencia mitral primaria. En pocas palabras, se presenta cuando el sistema inmunológico ocasiona que los músculos del corazón se inflamen y las válvulas que no tienen un cierre adecuado pierden sangre.
Ahora me cuesta mucho trabajo contener la respiración por 8 min y alcanzar 150 metros de profundidad e incluso tengo un fuerte impulso por respirar cuando me sumerjo a 40 metros. Mi rendimiento de buceo ha disminuido alrededor del 30 %.
Lo primero que pensé y lo que recomiendo a todos los apneístas del mundo es que se apliquen una vacuna que se elabore a la antigua, como Sputnik, Sinovac o Sinopharm, y que eviten las nuevas que se basan en ARNm".
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Tenista profesional finaliza temporada después de la vacunación
De igual manera, Jeremy Chardy, un tenista profesional de 34 años que se encuentra en el lugar 73 del mundo, suspendió su temporada debido a que sufrió una grave reacción adversa a la vacuna antiCOVID-19, la cual lo dejó incapacitado para realizar actividades intensas. Chardy comentó lo siguiente a The COVID World:4
“Tengo un problema desde que me vacuné (entre los Juegos Olímpicos y el US Open). Tengo muchas dificultades. No puedo entrenar ni jugar. En mi mente, es muy difícil porque no sé cuánto tiempo estaré así. Por ahora, mi temporada terminó y no sé cuándo vaya a reanudarse.
Es frustrante porque comencé el año con el pie derecho. Estaba jugando de maravilla y participé en los Juegos Olímpicos, donde también me sentía muy bien. Es frustrante, sobre todo porque no tengo diez años más para jugar. Me arrepiento de haber recibido la vacuna, pero no tenía forma de saber que esto pasaría.
Cumpliré 35 años en febrero, así que tal vez sea un poco negativo en este momento, pero esta es la primera vez que pienso que esta temporada podría ser la última de mi carrera. No quiero pensar en eso, es muy duro porque lo estaba disfrutando mucho y quiero seguir jugando”.
La vacuna antiCOVID-19 podría acabar con la carrera de un triatleta
Otra carrera que también podría llegar a su fin es la del veterano triatleta Antoine Méchin de 32 años, quien recibió la vacuna antiCOVID-19 de Moderna. Después de su segunda dosis, comenzó a tener dificultad para respirar y dolor lumbar, los cuales resultaron ser signos de una embolia pulmonar.
Presentó estos síntomas desde que recibió la primera dosis, pero los médicos atribuyeron los problemas para respirar al estrés y la fatiga. Cerca de un mes después de su segunda dosis, volvió a experimentar dicha dificultad y el dolor corporal. No fue sino hasta que se sometió a análisis en una clínica para deportistas que se reveló que tenía embolia pulmonar. Méchin comentó lo siguiente:5
“Ya estoy en tratamiento y espero recuperar mi capacidad pulmonar (¿en 3, 6,9 o 12 meses?) Hasta entonces, debo descansar y tener actividad menos intensa durante varios meses. Dañar a las personas sanas para preservar la salud de los más débiles es una decisión retrógrada según la lógica. No me volvería a vacunar si tuviera que hacerlo".
Ciclista de montaña profesional se queda fuera de juego debido a las vacunas
Kyle Warner es otro ejemplo de una persona que no padecía ningún problema de salud, que gozaba de condiciones físicas óptimas y que se vio perjudicada por las vacunas antiCOVID-19. Warner, un ciclista de montaña profesional de 29 años, recibió su segunda dosis de la vacuna de Pfizer en junio de 2021 y sufrió una reacción tan severa que, a partir de octubre, todavía pasaba días en cama y se cansaba muy rápido con cualquier esfuerzo mental o físico.6
A los pocos segundos de recibir la segunda dosis, Warner sintió un sabor salado y metálico en la boca, lo cual podría indicar que se inyectó un vaso sanguíneo y no el músculo.7 Empezó a tener reacciones cardíacas muy extrañas después de dos semanas. Durante el día, comenzó a experimentar períodos de frecuencia cardíaca acelerada.
Como suele suceder, un médico de urgencias ignoró sus síntomas por completo y le dijo que no se trataba de una reacción a la vacuna, sino que era un ataque de ansiedad. Siguió experimentando problemas cardíacos, calambres y ardor, después de varios días de que lo enviaran a casa desde esa sala de emergencias, así que Warner acudió a otro hospital donde le diagnosticaron pericarditis, síndrome de taquicardia postural ortostática (POTS, por sus siglas en inglés) y artritis reactiva.
El POTS es un trastorno de la circulación sanguínea que afecta el sistema nervioso autónomo y puede desencadenarse por las inyecciones, como la vacuna antiCOVID-19 de ARNm.8 Uno de los síntomas distintivos del POTS es un aumento significativo en la frecuencia cardíaca cuando una persona se pone de pie y la frecuencia cardíaca permanece elevada durante un período más largo de lo normal. También puede causar fatiga, náuseas, mareos, palpitaciones cardíacas e intolerancia al ejercicio.
Aunque ya no tiene síntomas de pericarditis, aún presenta síntomas de la artritis reactiva y POTS, que pueden durar de 12 a 18 meses o más. Warner pudo actuar a tiempo porque gozaba de un excelente estado físico y conoce muy bien su cuerpo, no obstante, muchas otras personas no corren con la misma "suerte".
"Creo que, si existe un riesgo, debemos tener el derecho a elegir", dijo.9 Pero ahora mismo, se engaña a las personas. "Se obliga a las personas a que tomen una decisión sin contar con información suficiente en lugar de que estén convencidas de hacerlo al conocer la información de forma transparente".10
La vacuna antiCOVID-19 de Pfizer triplica el riesgo de miocarditis
La miocarditis y la pericarditis causan síntomas como dolor de pecho, dificultad para respirar y palpitaciones o agitación del corazón. De acuerdo con los CDC, la mayoría de los afectados fueron adolescentes y adultos jóvenes del género masculino que recibieron una vacuna antiCOVID basada en ARNm (Pfizer-BioNTech o Moderna). Además, la miocarditis suele presentarse una semana después de la segunda dosis.11
Un estudio amplio que se llevó a cabo en Israel12 reveló que la vacuna antiCOVID-19 de Pfizer, basada en ARNm, se relaciona con un riesgo tres veces mayor de miocarditis,13 lo cual ocasionó que la tasa de esta afección aumentara de uno a cinco casos por cada 100 000 personas.14 De igual manera, se identificaron otros riesgos que aumentaron después de recibir la vacuna antiCOVID, los cuales incluyen: linfadenopatía (inflamación de los ganglios linfáticos), apendicitis y herpes zóster.15
El estudio de casos y controles que se llevó a cabo en Israel y analizó datos del mundo real, incluyó una media de 884 828 personas de 16 años o más en cada grupo: el de las personas que se habían vacunado y el de control 16 Fue evidente un mayor riesgo de miocarditis y los investigadores señalaron que el:17
“El riesgo parece ser mayor en hombres jóvenes. Descubrimos que el riesgo de miocarditis se triplicó después de la vacunación, lo que se tradujo en 3 casos adicionales por cada 100 000 personas; el intervalo de confianza del 95 % indicó que los valores de 1 y 5 casos adicionales por cada 10 0000 personas eran compatibles con nuestros datos.
Entre las 21 personas que padecían miocarditis y pertenecían al grupo de quienes se habían vacunado, la mediana de edad fue de 25 años (rango intercuartílico: de 20 a 34) y el 90.9 % eran hombres".
Cuando una persona desarrolla miocarditis, la capacidad de su corazón para bombear sangre es mucho menor y esto podría causar arritmias que le ocasionen la muerte. En casos muy graves, la miocarditis puede causar un daño permanente al músculo cardíaco y provocar insuficiencia cardíaca, infarto, accidente cerebrovascular y muerte súbita cardíaca.18
En agosto de 2021, Nueva Zelanda informó que una mujer falleció tras recibir la vacuna antiCOVID-19 de Pfizer y se cree que la causa fue una miocarditis inducida por la vacuna.19 De igual forma, el VAERS recibió otro informe devastador que señala que, en Colorado, un joven de 15 años que no tenía ninguna enfermedad ni alergias preexistentes falleció por insuficiencia cardíaca dos días después de recibir la vacuna antiCOVID-19 de Pfizer.20
En Estados Unidos, los CDC han recomendado que se aplique la vacuna de Pfizer a los niños de 5 años en adelante, mientras que en el Reino Unido se está abordando la situación de una manera más cautelosa y sensata. Debido al riesgo de miocarditis en los jóvenes, el Comité Conjunto de Vacunación e Inmunización (JCVI) de Gran Bretaña no recomienda aplicar vacunas antiCOVID-9 a niños sanos de entre 12 a 15 años.
Wei Shen Lim, presidente del subcomité COVID-19 del JCVI, declaró que: "por el momento, el margen de beneficio se considera demasiado pequeño como para respaldar la vacunación universal contra el Covid-19 entre este grupo de edad".21
Es necesario escuchar a las víctimas de la vacuna antiCOVID-19
Aunque los funcionarios de salud quieren ocultar las reacciones a las vacunas antiCOVID-19, la gran cantidad de reportes no se puede silenciar por siempre. Existen varios sitios web donde las personas pueden compartir sus experiencias, tales como C19 Vax Reactions,22 que comenzó gracias a Ken Ruettgers, ex liniero ofensivo de los Green Bay Packers, cuya esposa, Sheryl, sufrió una grave reacción neurológica a la vacuna de Moderna.
Allí puede encontrar más de 500 testimonios reales de reacciones adversas a las vacunas y ver decenas de videos que detallan las reacciones de cada persona. Asimismo, el sitio web Real, Not Rare ha recopilado docenas de historias de personas que han sufrido perjuicios a causa de las vacunas antiCOVID-19,23 y es muy probable que conozca personalmente a alguna víctima.
Es muy importante que se escuchen estas voces, por eso, comparta su historia con nosotros en caso de que usted o alguno de sus seres queridos haya sufrido algún daño por la vacuna antiCOVID-19 y exhorte a otras personas a que lo hagan también.