Ashitaba: la hierba más poderosa y desconocida

Análisis escrito por Dr. Joseph Mercola Datos comprobados

beneficios de la ashitaba

Historia en Breve

  • La ashitaba (Angelica keiskei koidzumi) es una hierba de hojas amargas del género Angelica originaria de Japón, que está estrechamente relacionada con la zanahoria. También, se le conoce como "la hoja del mañana", debido a su rápido crecimiento y habilidades regenerativas
  • En China y Japón, se ha utilizado con fines medicinales durante cientos de años, para promover la salud en general y como un remedio contra el envejecimiento
  • Investigaciones recientes demuestran que la ashitaba es un potente promotor de la autofagia, capaz de prolongar en un 20 % la esperanza de vida de los nematodos y moscas de la fruta
  • El flavonoide responsable de los efectos antienvejecimiento de la ashitaba es la 4,4′-dimetoxicalcona (DMC). De los 180 flavonoides vegetales seleccionados por medio de tres ensayos diferentes, la DMC fue la que proporcionó la protección celular más potente
  • Asimismo, los descubrimientos indican que la DMC puede proteger contra el daño hepático en animales causado por el consumo excesivo de alcohol, así como inhibir la proliferación de ciertas células cancerosas humanas

La ashitaba (Angelica keiskei koidzumi) es una hierba de hojas amargas del género Angelica originaria de Japón, que está estrechamente relacionada con la zanahoria.

También, se le conoce como "la hoja del mañana", debido a su rápido crecimiento y habilidades regenerativas. Es una planta de rápido crecimiento, y cuando se recolectan sus hojas, pueden brotar otras nuevas con rapidez.

Esta planta es conocida en China y Japón, ya que se ha consumido desde la antigüedad. De igual manera, se ha utilizado con fines medicinales durante cientos de años, para promover la salud en general, y como un remedio contra el envejecimiento.

La primera referencia sobre la ashitaba aparece en el Compendio chino de materia médica, compilado entre 1552 y 1578 por Li Shizhen, famoso médico y farmacólogo de acupuntura. Según una investigación de 2013, la ashitaba "podría ser un agente útil para prevenir los problemas de aprendizaje y memoria causados por AD [enfermedad de Alzheimer] y envejecimiento".

La ashitaba es un potente promotor de la autofagia

Una revisión más reciente, publicada en febrero de 2019 en Nature Communications, destaca el mecanismo detrás de los beneficios antienvejecimiento de la ashitaba. Al parecer es un potente promotor de la autofagia.

El término autofagia significa "alimentarse de sí mismo", y se refiere a los procesos a través de los cuales su cuerpo limpia los residuos y toxinas, y recicla los componentes celulares dañados. Como explica su introducción:

"Esto facilita el suministro de componentes reciclados para la biosíntesis y, por lo tanto, contribuye a la renovación citoplasmática y al consiguiente rejuvenecimiento celular.

Por el contrario, el deterioro o desregulación de la función autofágica produce patologías relacionadas con el envejecimiento. En conjunto, la autofagia se relaciona en gran medida con la citoprotección y salud en general".

Como señalaron los autores, el proceso de envejecimiento es uno de los enfoques más convenientes para abordar las enfermedades crónicas, ya que el envejecimiento celular es una de las características principales. Al retrasar la degeneración celular relacionada con el envejecimiento, puede mantenerse saludable por más tiempo.

La autofagia saludable y eficiente es una parte importante de este proceso, ya que, sin esta, su cuerpo no puede regenerarse con efectividad. Como señalaron los autores, "el deterioro o desregulación de la función autofágica puede resultar en patologías relacionadas con el envejecimiento".

En general, los flavonoides son muy conocidos por sus propiedades antiinflamatorias, anticancerígenas, antineurodegenerativas y citoprotectoras.

En el caso de la ashitaba, uno de sus flavonoides clave es la 4,4′-dimetoxicalcona (DMC) que, según este documento, es "un promotor natural de autofagia, con propiedades antienvejecimiento conservadas de manera filogenética". También, señalan que:

"... Administrar la DMC puede promover la citoprotección y autofagia en todas las especies y... la inducción de la autofagia es necesaria para estimular los efectos beneficiosos de este compuesto.

La activación de la autofagia por la DMC depende de factores de transcripción GATA específicos, pero no de la quinasa TORC1, que es un regulador importante de la autofagia. Esto sugiere la existencia de un potencial sinérgico con otras intervenciones contra el envejecimiento que dependen de la señalización TORC1".

Publicidad
Sabe a azúcar, aumenta la longevidad y mejora el estado de ánimoSabe a azúcar, aumenta la longevidad y mejora el estado de ánimo

La DMC puede promover la longevidad en todas las especies

El documento buscaba identificar compuestos naturales con propiedades antienvejecimiento. Para este propósito, examinaron 180 flavonoides vegetales diferentes "por su capacidad para contrarrestar la extinción celular relacionada con el envejecimiento".

A través de tres ensayos diferentes, "la DMC surgió como un citoprotector superior principal", indican los autores. Incluso superó al resveratrol. Estos son los resultados del tratamiento con DMC:

  • Menor crecimiento de las poblaciones de células apoptóticas y necróticas relacionadas con el envejecimiento
  • Menor población de células acumuladoras de especies reactivas del oxígeno
  • Promoción de clonogenicidad durante el envejecimiento (la clonogenicidad se refiere a la capacidad de una célula para crecer en una colonia de células en un ensayo de supervivencia celular)

Para evaluar la capacidad antienvejecimiento de la DMC, realizaron análisis en nematodos y moscas de la fruta. El tratamiento crónico prolongó en alrededor de 20 % el promedio de vida de ambos organismos multicelulares, y este efecto fue independiente de su alimentación (composición y cantidad de alimentos).

La DMC también protegió contra el daño hepático en animales causado por el consumo excesivo de alcohol e inhibió la proliferación de ciertas células cancerosas humanas, específicamente las células de osteosarcoma, carcinoma cervical y neuroblastoma.

Es importante destacar que se descubrió que la DMC podía inducir "flujo autofágico en todos los sistemas modelo analizados, desde levaduras hasta mamíferos". En otras palabras, tiene la capacidad de inducir la autofagia en todas las especies, y su capacidad de inducir la autofagia es un componente crucial de estos efectos antienvejecimiento.

En la sección de discusión del estudio, los autores resumen la importancia de sus hallazgos:

"Si bien, los efectos beneficiosos de ciertas estrategias conductuales y alimenticias (especialmente la restricción calórica) son indiscutibles, la mayoría de las personas tiene dificultades para implementarlo de forma estricta y continua.

Esto ha alentado la búsqueda de posibles alternativas farmacológicas. El presente estudio identifica el flavonoide 4,4′-dimetoxicalcona (DMC) como un compuesto antienvejecimiento con efectos cardioprotectores en ratones, así como su potencial para promover la longevidad entre las especies...

Hasta donde sabemos, no existe una fuente natural de DMC conocida hasta la fecha. Lo curioso es que pudimos detectar la DMC en los estípides y hojas (pero no en las raíces) de la planta Angelica keiskei koidzumi rica en chalcona (comúnmente conocida con el nombre japonés de ashitaba), a la que se le atribuyen efectos promotores de longevidad y salud en la medicina popular asiática.

Esto alimenta la expectativa de que la DMC puede ser terapéuticamente aplicable en humanos".

El investigador principal, Frank Madeo, profesor del Instituto de Biociencias Moleculares de la Universidad de Graz en Austria, dijo para Times of Malta, "siempre es bueno encontrar una justificación científica para los relatos médicos populares".

Usos medicinales de la ashitaba

Los usos tradicionales de la ashitaba han abarcado diversos padecimientos, incluyendo a la fiebre, artritis, indigestión y hepatitis, entre otros. Ahora, la ciencia moderna admite muchos de sus usos tradicionales, y algunos más. Por ejemplo, los estudios sobre la ashitaba y sus componentes demuestran que puede ser útil para la prevención o tratamiento de:

  • Presión arterial alta
  • Depresión
  • Ataque cardíaco y derrame cerebral
  • Influenza
  • Obesidad
  • Diabetes tipo 2 y síndrome metabólico
  • Infecciones bacterianas
  • Hígado graso
  • Cáncer
  • Daño hepático inducido por alcohol, y causado por la toxicidad del paracetamol
  • Pérdida de la memoria y demencia, incluyendo a la enfermedad de Alzheimer
  • Daño en el ADN causado por el tabaquismo

Los estudios también han confirmado que la ashitaba no es tóxica y que, por lo general, las personas con síndrome metabólico la toleran bien.

Cómo cultivar y utilizar la planta ashitaba

Como ya mencioné, la ashitaba es de rápido crecimiento y fácil de cuidar. Si bien, puede ser difícil encontrarla en viveros de los Estados Unidos, si tiene la suerte de encontrar alguna, puede cultivarla como planta perenne en las zonas de resistencia 7 a 10, así como en regiones costeras cerca del océano.

Enseguida se encuentran algunas directrices generales para el cultivo, recolección y uso de la ashitaba:

Cultívela en suelos profundos y fértiles bajo los plenos rayos del sol o sombra parcial. Mantenga una humedad constante, pero evite el riego excesivo. Siempre que las condiciones del suelo sean favorables, la planta podría crecer hasta una altura de 4 pies.

Fertilice a principios de primavera con un fertilizante orgánico 10-10-10.

En general, la ashitaba florecerá en su segundo año. Las semillas se producirán antes de que se marchite y muera, que podrá recolectar y resembrar.

De forma alternativa, permita que las semillas caigan y se propaguen de nuevo. El germinado de estas plantas puede extraerse y sembrarse para obtener nuevas plantas. Y al eliminarlo le ayudará a prevenir la germinación y floración.

Recolecte las hojas al pellizcar o cortarlas una por una, las cuales volverán a crecer de forma rápida. Extienda las hojas para que se sequen por completo, antes de almacenarlas. Asegúrese de evitar los rayos del sol directos mientras se secan. Para utilizar las raíces, afloje un poco la tierra y levante la planta.

Las hojas frescas sin procesar pueden utilizarse como cualquier otra verdura de hoja verde, así que pruebe al agregar algunas en ensaladas, sopas o smoothies. Comience con una pequeña cantidad, ya que la ashitaba tiende a presentar un sabor muy amargo. Para preparar el té, triture ligeramente un puñado de hojas en una olla con agua y hiérvalas durante 15 minutos. Para hacer cápsulas, primero pulverice las hojas y tallos secos.