La extirpación de las amígdalas no es recomendable

Amigdalas

Historia en Breve

  • Una amigdalectomía (extracción de las amígdalas que están ubicadas en ambos lados de la parte posterior de la garganta) es una de las cirugías infantiles más comunes; en algún momento se pensó que era un tejido innecesario, sin embargo, las investigaciones han demostrado que las amígdalas son fundamentales para el desarrollo del sistema inmunológico
  • Algunos de los riesgos relacionados con las amigdalectomías y adenoidectomías en la infancia representan un mayor riesgo de asma, influenza, neumonía y enfermedad pulmonar obstructiva crónica en la edad adulta
  • La cirugía se recomienda para el tratamiento de la amigdalitis recurrente, crónica o severa, o bien, para complicaciones que se derivan del agrandamiento de las amígdalas, como dificultad para respirar por la noche; la extirpación de las amígdalas en la adultez conlleva un mayor riesgo de hemorragia y cirugía secundaria
  • La extirpación parcial – tonsilectomía – reduce las hemorragias, el dolor y las complicaciones postoperatorias en niños y adultos; el procedimiento preserva una parte de las amígdalas, lo que puede ayudar a prevenir afecciones respiratorias crónicas cuando se realiza en la infancia

Por el Dr. Mercola

Una amigdalectomía es la extirpación quirúrgica de las amígdalas, 2 almohadillas de tejido en forma ovalada que están situadas en ambos lados de la parte posterior de la garganta.1

Aunque el número de amigdalectomías ha disminuido drásticamente en los últimos 30 años, la cirugía sigue siendo una de las más comunes que se realizan en niños,2 tan solo en los Estados Unidos se realizan más de 530 000 procedimientos realizados cada año en menores de 15 años.3

La gestión de las pautas para la cirugía varía según los países. Por ejemplo, el Sistema Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés) del Reino Unido clasificó la cirugía como un " beneficio limitado"4 y algunos de sus comisionados se han negado a cubrir los gastos de la cirugía, a menos que un niño haya tenido 8 casos de amigdalitis en 1 año y estos hayan sido reportados por un médico, una medida que se adhiere al pie de la letra a los criterios de elección de pacientes candidatos a amigdalectomías, también conocidos como Criterios Paradise.5

Esto ha resultado en una disminución significativa de las amigdalectomías de rutina, con un aumento en admisiones de emergencia por amigdalitis. Aunque pudiera parecer que los niños padecen más dolores de garganta e infecciones en las amígdalas, investigaciones recientes han encontrado que el rito de inicio de la amigdalectomía infantil puede tener un riesgo relacionado a largo plazo.6,7

Riesgos relacionados con la amigdalectomía en años posteriores a la cirugía

No todos los científicos están de acuerdo con las directrices para las amigdalectomías, ya que consideran que la reducción de los criterios podría dar pie a menos ingresos hospitalarios y los costos de salud relacionados en general.8,9

Recientemente se ha publicado un innovador estudio donde se demuestra que la extirpación temprana de las amígdalas y el tejido adenoideo, que suele encogerse en la edad adulta, puede tener efectos a largo plazo en el sistema respiratorio.10 El estudio fue una labor conjunta entre la Universidad de Melbourne, la Universidad de Yale y el Copenhagen Evolutionary Medicine.

El equipo analizó datos de casi 1.2 millones de niños nacidos entre 1979 y 1999 en Dinamarca.11 Analizaron sus primeros 10 años de vida con el fin de determinar si se sometieron a una amigdalectomía o adenoidectomía y luego monitorearon su estado de salud hasta los 30 años de edad.12

Del grupo de participantes, 17 400 se sometieron a una adenoidectomía, 11 830 a una amigdalectomía y 31 377 a una adenoamigdalectomía, donde se extrajeron tanto las amígdalas como las adenoides.

Los investigadores encontraron que el riesgo de prevenir un dolor de garganta por amigdalitis casi desapareció a los 40 años, sin embargo, la cirugía aumenta el riesgo de desarrollar otras afecciones respiratorias graves.13

Sean Byars, Ph.D. y encargado de la investigación de la Universidad de Melbourne, explicó: "Calculamos los riesgos de enfermedad dependiendo de si las adenoides, las amígdalas, o ambas fueron extirpadas en los primeros 9 años de vida porque es cuando estos tejidos están más activos en el sistema inmunológico en desarrollo".

Aunque estos tejidos se reducen en la edad adulta y por muchos años se haya creído que son innecesarios, ahora se reconoce que están estratégicamente ubicados en un sitio conocido como el anillo de Waldeyer. El tejido del anillo de Waldeyer en las amígdalas abarca el tejido linfoide de la nasofaringe, amígdalas y base de la lengua.14

El tejido actúa como la primera línea de defensa para detectar tanto a bacterias como a virus y activa la respuesta inmunológica con el fin de depurar el organismo de los invasores extraños.

El análisis de los datos reveló que las tonsilectomías se relacionaron con un mayor riesgo absoluto y relativo de enfermedades en el tracto respiratorio superior, como asma, neumonía, influenza y trastorno pulmonar obstructivo crónico (EPOC).

La extirpación de las adenoides se relacionó con más de un riesgo relativo doble de EPOC y casi el doble del riesgo relativo de enfermedades del tracto respiratorio superior. Los investigadores concluyeron que es importante considerar el riesgo a largo plazo que conlleva estas cirugías15 y escribieron lo siguiente al respecto:16

"Nuestros resultados indican un mayor riesgo de enfermedades a largo plazo después de que el apoyo quirúrgico haya retrasado, si era posible, la extirpación de las amígdalas y adenoides, lo que podría ayudar al desarrollo normal del sistema inmunológico en la infancia y reducir estos posibles riesgos de enfermedad futura.

Dado que las amígdalas y adenoides son parte del sistema linfático y desempeñan un papel fundamental tanto en el desarrollo normal del sistema inmunológico como en el cribado de patógenos durante la infancia a temprana edad, cabe esperar que su extirpación pueda impedir la detección de patógenos y aumente el riesgo de enfermedades respiratorias e infecciosas".

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¿Por qué los médicos recomiendan que le extirpen sus amígdalas o adenoides?

Las amigdalectomías se recomiendan para el tratamiento de amigdalitis recurrentes, crónicas o severas, o bien, para complicaciones derivadas del agrandamiento de las amígdalas, como dificultad para respirar por la noche.17 Las enfermedades inusuales de las amígdalas o las amígdalas con hemorragias también pueden dar pie a que se recomiende una amigdalectomía.

De acuerdo con los Criterios Paradise, la frecuencia mínima debe ser de 7 episodios en el año anterior o de al menos 5 en los 2 años previos.18

La amigdalitis a menudo se presenta con dolor de garganta y una temperatura superior a 100.9 ° F (38 ° C) con adenopatía cervical. Estos son ganglios linfáticos sensibles a lo largo del cuello cuyo tamaño supera los 2 centímetros. Los niños suelen presentarse con exudado amigdalar o una película blanquecina que cubre las amígdalas cuyo cultivo es positivo para el estreptococo beta hemolítico.

El tratamiento inicial se basa en tomar antibióticos para la infección por estreptococos.19 Sin embargo, en el caso de una amigdalitis recurrente se recomienda una amigdalectomía y una posible adenoidectomía. Algunas de complicaciones que se derivan de las amígdalas agrandadas pueden ser dificultad para tragar, interrupción de la respiración durante el sueño y dificultad para respirar.

Al igual que con otras cirugías, una amigdalectomía conlleva riesgos, como reacciones a los anestésicos, hinchazón, hemorragias durante la cirugía o durante la curación e infección.20 Dado que la cirugía deja una herida abierta en la garganta, suele ser difícil que los niños traguen líquidos, lo que en ocasiones lleva a la deshidratación.

La recuperación generalmente demora 10 días y suele incluir dolor en la garganta y algunas veces en las orejas, mandíbula o cuello. Algunas de las complicaciones que requieren atención urgente son hemorragia, fiebre, deshidratación o problemas respiratorios.

En un estudio, el 8 % de casi 140 000 niños de entre 1 y 18 años volvieron a ser hospitalizados en el curso de los 30 días posteriores a la amigdalectomía.21 La tasa de reincidencia varió entre los hospitales. En algunos llego hasta el 12.6 % y en otros la tasa no superó el 3 %.

Las hemorragias fueron el motivo más común, seguido de vómitos y deshidratación, dolor e infección. Los niños mayores de 10 años corrieron un mayor riesgo de ser nuevamente hospitalizados con hemorragia, mientras que tenían un menor riesgo de vómitos y deshidratación.

La amigdalectomía en adultos conlleva un mayor riesgo

Los investigadores demostraron un aumento del riesgo de enfermedades respiratorias crónicas que probablemente se forman a partir de las amigdalectomías realizadas antes de que el sistema inmunológico se haya desarrollado por completo.

Sin embargo, el procedimiento en los adultos conlleva diferentes riesgos. Un estudio publicado en la Revista de la American Medical Association-Otolaryngology (Asociación Médica Americana de Otorrinolaringología) examinó la tasa de mortalidad, complicaciones y reintervenciones en los procedimientos de amigdalectomía en la adultez.22

Los investigadores analizaron los registros de salud de casi 6 000 pacientes adultos que se sometieron a una amigdalectomía y evaluaron la mortalidad, complicaciones y reintervenciones en un período postoperatorio de 30 días. En la mayoría de los casos, los pacientes tenían un diagnóstico primario de amigdalitis crónica y/o adenoiditis.

La complicación más común después de la cirugía fue neumonía, infecciones del tracto urinario e infecciones superficiales del sitio quirúrgico. Los pacientes que requirieron una segunda operación tenían más probabilidades de ser hombres y de sufrir complicaciones postoperatorias.

Sin embargo, los resultados de un segundo estudio son casi igual de positivos.23 Algunos investigadores en la Universidad Estatal de Pensilvania descubrieron que el 20 % de los adultos que se sometieron a una amigdalectomía experimentaron complicaciones, al encontrar una tasa significativamente más alta que la publicada anteriormente.

El equipo también descubrió que las complicaciones aumentan sustancialmente los gastos de atención médica para los pacientes.

Este equipo analizó los datos de más de 36 000 pacientes adultos que se sometieron a una amigdalectomía y encontraron complicaciones tales como hemorragia, dolor, deshidratación, transfusión sanguínea, dislocación de la vértebra cervical y fiebre.24 Después de 1 semana, el 15 % sufrió al menos una posible complicación. Esto subió al 20 % en la segunda y cuarta semana.

Asimismo, los investigadores encontraron que el 10 % regresó a la sala de emergencias tras haber sido dado de alta y casi el 1.5 % fueron readmitidos en el hospital a lo largo de las 2 semanas posteriores al procedimiento.

En promedio, una amigdalectomía en adultos sin complicaciones cuesta US$ 3 830, en comparación con una cirugía con hemorragia, que cuesta US$ 6 388. Dennis Scanlon, Ph.D. y profesor de política de salud y administración en la Universidad Estatal de Pensilvania, comentó lo siguiente en relación con los resultados del estudio:25

"Nuestros resultados destacan los desafíos que enfrentan los pacientes cuando toman decisiones informadas sobre tratamientos médicos y quirúrgicos, así como los costos excesivos y los daños incurridos debido a complicaciones.

Los pacientes quieren cotejar los riesgos y beneficios de las opciones de tratamiento, pero como demuestra nuestro estudio, a menudo falta información centrada en el paciente, incluso para un procedimiento común que se ha realizado durante muchísimos años.

Debe acelerarse la disponibilidad de la información relevante en relación con los riesgos y beneficios, asimismo, los especialistas deben estar capacitados para guiar a los pacientes en cómo usar esta información con el fin de tomar decisiones informadas".

La tonsilectomía es una opción quirúrgica alternativa

Una tonsilectomía, o extirpación parcial de las amígdalas, puede ser una opción quirúrgica alternativa tanto para niños como para adultos. La tonsilectomía ha tenido resultados favorables en niños con apnea obstructiva del sueño, ya que se relaciona con una menor incidencia de hemorragia postoperatoria, mayor satisfacción de los padres y un tiempo de recuperación más rápido en comparación con una tonsilectomía total.26

La investigación también ha demostrado resultados similares a los de una amigdalectomía total en lo que respecta a la mejoría de los síntomas de la apnea obstructiva del sueño en niños.

En un segundo estudio27 donde participaron 43 niños cuyas edades oscilaban entre los 2 y 9 años, un ensayo aleatorizado comparó los efectos clínicos de una amigdalectomía estándar frente a una tonsilectomía usando un láser CO2. Durante el seguimiento, ambos grupos de pacientes encontraron un alivio similar de la apnea del sueño y la hipertrofia amigdalina a los 3 meses y 2 años.

La tonsilectomía no causó hemorragia perceptible durante el procedimiento quirúrgico, y tanto el dolor como la angustia postoperatoria fueron menos pronunciadas en comparación con en el grupo que se sometió al procedimiento de amigdalectomía. Estos resultados fueron iguales en otro grupo de estudio con niños de 4 a 5 años.28

En un estudio reciente que evaluó las diferencias entre la tonsilectomía y la amigdalectomía en adultos que padecen afecciones relacionadas con las amígdalas,29 los investigadores concluyeron que las pruebas sugerían la misma eficacia entre ambos procedimientos.

Los pacientes adultos preferían la tonsilectomía ya que notaron una disminución en el dolor, así como un menor uso de analgésicos, tiempo de operación y complicaciones postoperatorias, además de una mayor satisfacción como pacientes.

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