Por el Dr. Mercola
Su cuerpo requiere una proporción específica de sodio y potasio para normalizar su presión arterial la cual no depende de su consumo total de sodio. Dicho de otra forma, su cuerpo utiliza el sodio que consume para ayudar a mantener el equilibrio y excreta el sodio que no necesita.
Las investigaciones han demostrado que el potasio ayuda a relajar las paredes de las arterias y disminuir la presión arterial.1
En un estudio,2 los investigadores encontraron que las mujeres sin hipertensión arterial que consumían la mayor cantidad de potasio tenían un riesgo 21 % menor de accidente cerebrovascular y también eran 12 % menos propensas a morir durante el estudio, en comparación con aquellas que consumían menos.
Otro estudio3 que evaluó el consumo de sal en adultos mayores encontró que el aumento no se relacionó con una mayor mortalidad en 10 años ni con un aumento en la incidencia de enfermedad cardiovascular o insuficiencia cardíaca.
Sin embargo, conforme la mala reputación de la sal se ha ido revirtiendo lentamente y más personas están recurriendo al uso de la sal marina como una opción más saludable, el daño ambiental ha llegado a su mesa.
En un estudio que analizó 39 marcas de sal de 21 países, como los Estados Unidos y China, los investigadores encontraron que más del 90 % contienen microplásticos.
Quizás la sal marina no sea su opción más saludable
El grado de propagación de los microplásticos en todo el mundo era incierto. Este nuevo estudio4 que evaluó las marcas de sal analizadas en todo el mundo es el primero a esta escala que analiza la propagación geográfica de las partículas en la sal marina y la correlación con el lugar donde se encuentra la contaminación por plásticos en el medioambiente.5
Solo 3 marcas originarias de Taiwán, China y Francia no contenían microplásticos. Si bien la densidad de estas partículas en las muestras analizadas fue drásticamente diferente, los datos demostraron que las marcas de Asia siguen teniendo un índice sumamente alto.
Las mayores cantidades se encontraron en Indonesia, país que se considera tiene el segundo peor nivel de contaminación por plásticos en el mundo.6
Los hallazgos destacaron las inquietudes planteadas anteriormente7 cuando los investigadores encontraron que casi el 90 % de las marcas más populares de agua embotellada contenían microplásticos. Mikyoung Kim, activista de Greenpeace East Asia declaró lo siguiente al respecto:8
"Estudios recientes han encontrado plásticos en productos de origen marino, vida silvestre, agua del grifo y ahora en la sal. Es evidente que no hay escapatoria a esta crisis de los plásticos, sobre todo conforme se siga filtrando en nuestras vías fluviales y océanos. Necesitamos detener la contaminación por plásticas desde su origen.
Es sumamente importante que las empresas reduzcan su dependencia a los plásticos desechables cuanto antes, por la salud de las personas y el bienestar de nuestro medioambiente".
Los investigadores en el estudio presentado estiman que el adulto promedio consume todos los años cerca de 2 000 perlas microplásticas a partir de la sal.
Un estudio independiente9 cuyo fin era evaluar los riesgos de los microplásticos en el medioambiente concluyó que, pese a haber revisado 320 estudios existentes, existen grandes lagunas en la comprensión científica del impacto de los microplásticos.
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Las referencias históricas demuestran la importancia de la sal
La sal fue uno de los tesoros más grandes del mundo antiguo e incluso se solía utilizar como divisa.10
De hecho, el gran valor de la sal dio origen a un antiguo proverbio romano que dice, las personas que realizan adecuadamente su trabajo "valen su peso en sal", o bien, "son cual aceite hierro y sal, mercadería real". Incluso después de que terminó la dominación del Imperio Romano, la sal siguió siendo un elemento importante en el comercio y las economías antiguas.
Una de las rutas de sal más recorridas fue una que iba desde Marruecos a través del desierto del Sahara y terminaba en Timbuctú. Los barcos que transportaban sal viajaron de Egipto a Grecia a través del Mediterráneo y el Mar Egeo. Asimismo, la gran riqueza de Venecia se le atribuyó a la sal común y no a las especias exóticas.11
Durante la Edad Media, la pureza de la sal se trasladó a un aspecto supersticioso. Si a alguien se le caía la sal se interpretaba como una premonición de fatalidad. Después de haberla tirado, la persona en cuestión tenía que echar una pizca de sal sobre su hombro izquierdo ya que, se pensaba, era donde los espíritus malignos solían congregarse.12
Ya en el siglo XVIII, el rango de un invitado en un banquete se determinaba en función de donde se sentaban en relación con la posición del salero en la mesa.
Los impuestos sobre el mineral ayudaron a disolver los gobiernos franceses, ya que estos se vieron obligados a comprar toda la sal de los depósitos reales. El impuesto era tan alto que eventualmente ayudó a desencadenar la Revolución Francesa.13
En la década de 1930, Mahatma Gandhi dirigió una peregrinación de simpatizantes a la costa como una protesta contra los altos impuestos británicos sobre la sal en la India.14 A lo largo de los siglos pasados, la sal ha desempeñado un papel único y poderoso en la salud, política y comercio.
Un bajo consumo de sal puede atentar contra su salud
Esta larga historia de dependencia tomó una dirección equivocada cuando la medicina occidental comenzó a satanizar el mineral al relacionarlo con la hipertensión arterial. En la antigüedad, las personas consumían 10 veces más que nosotros hoy en día, ya que era el mayor conservador antes de la invención de los refrigeradores.
La correlación con la presión arterial fue popularizada por el estudio Enfoques Alimenticios Para Detener la Hipertensión (DASH, por sus siglas en inglés), durante el cual la reducción del consumo provocó mejoras en la presión arterial.
Sin embargo, este tipo de alimentación no solo reduce las recomendaciones de sal, sino que también promueve el consumo de menos azúcares y alimentos procesados,15 lo cual tienen un impacto mucho mayor en las mediciones de la presión arterial.
De acuerdo con James DiNicolantonio, doctor en farmacia y autor del libro The Salt Fix: Why the Experts Got It All Wrong — and How Eating More Might Save Your Life (La sal: por qué los expertos no han acertado — y como comer una mayor cantidad podría salvar su vida), su presión arterial puede disminuir al reducir la sal, pero la relación entre su colesterol total y lipoproteína de alta densidad, que es un predictor mucho más certero de cardiopatías, terminará empeorando.
Asimismo, los niveles de triglicéridos y la resistencia a la insulina aumentarán.
Esto implica que, en general, su riesgo de cardiopatía aumentará en lugar de disminuir, a pesar de que las lecturas de la presión arterial parecen haber mejorado. Cuando su cuerpo no cuenta con el suficiente índice de sal, comenzará a extraer sodio de sus huesos al eliminar el magnesio y el calcio para mantener un nivel normal de sodio.16
Esto provoca una reducción en la excreción de sodio a través del sudor, que sustituye al magnesio y calcio. Un bajo nivel sódico también eleva la aldosterona, una hormona que retiene el sodio y a su vez reduce el magnesio al expulsarlo a través de la orina.
Como resultado, un bajo consumo de sodio puede dañar la salud ósea y cardiaca, ya que el magnesio es un mineral fundamental para la función biológica.
Hoy en día, la mayoría de los alimentos procesados están repletos de azúcar agregado, sal procesada y aceites procesados industrialmente que son dañinos, de forma paralela, casi no contienen grasas saturadas saludables ni sal natural sin procesar.
Así que, si bien la mayor parte de la sal marina puede contener microperlas de plástico, eliminar la sal de su alimentación no es la solución.
Cómo se produce la sal
Antes de analizar su mejor opción, será provechoso comprender los 3 métodos básicos que se utilizan para procesar la sal. Los productores pueden usar la evaporación solar, la evaporación al vacío o la extracción minera.17
El método solar es el medio más antiguo para la producción salina. En la práctica, se puede usar solo en climas cálidos donde la tasa de evaporación supere la tasa de precipitación durante un largo período.
En este método, grandes cantidades de agua salada natural se transportan a estanques poco profundos donde se permite que el agua se evapore, dejando así cristales de sodio y otros minerales naturales.18
La extracción minera es el segundo método más antiguo, en el cual se accede a las vetas subterráneas de sal. La maquinaria pesada se mueve a través de los pasadizos en forma de cueva. La sal aparece en las vetas, o bien, puede encontrarse en los domos salinos. La mayoría de los domos salinos en América del Norte se encuentran entre Alabama y Texas.
En algunos casos, la sal se extrae a través de la minería hidráulica o minería in situ donde el agua se bombea por debajo de la superficie con el fin de disolver los depósitos de sal para luego bombearla al exterior.19
Más tarde, el fluido se vierte en los tachos al vacío y se somete a un proceso de evaporación al vacío, donde se genera calor de vapor en un evaporador comercial de gran tamaño. Este método produce sal de alta pureza con una textura fina.20
Mitos de la sal que afectan su salud
Los estudios no han podido sustentar la premisa de que las altas cantidades de sal aumentan su sed y contribuyen tanto a la presión arterial alta como a las cardiopatías. En realidad, pasa lo contrario. He aquí un resumen de los hallazgos que quizás lo dejen asombrado:
• Los estudios sugieren que la sal puede tener una influencia sorprendente en su peso. Los datos de un estudio que usó cosmonautas de Rusia revelaron que comer más sal disminuyó su sed y aumentó su hambre.21 Asimismo, los modelos animales apoyan estos resultados,22 pues han demostrado que una alimentación alta en sal acelera su metabolismo, lo que los obliga a comer un 25 % más para mantener su peso.
• El balance correcto de potasio y sodio influye en su riesgo de hipertensión arterial y cardiopatía en mayor proporción que el alto contenido de sodio por sí solo.23 Por lo general, los alimentos procesados son bajos en potasio y altos en sodio.
• Una alimentación baja en sal puede empeorar la cardiopatía y aumentar el riesgo de muerte prematura.24
• Casi el 71 % de su consumo de sal proviene de los alimentos procesados.25 Llevar una alimentación de productos enteros elimina su exposición a las sales de mesa y garantiza una proporción más adecuada de sodio y potasio.
• Cuando los productores de alimentos procesados reducen el contenido de sal, muchos agregan glutamato monosódico (GMS). Este potenciador de sabor está relacionado con dolores de cabeza, obesidad, daño ocular, fatiga y depresión.26
En vista de que exalta a las neuronas, el GMS puede aumentar su riesgo de trastornos neurológicos como el Alzheimer, la enfermedad de Parkinson y enfermedad de Lou Gehrig.
Los problemas que conlleva el consumo de plásticos
Por desgracia, muy pocos lugares en la tierra se han quedado al margen de la contaminación por plásticos. Existen cerca de 700 especies marinas en riesgo de extinción como resultado de la contaminación microplástica.27
No cabe duda que los plásticos de uso único contribuyen a esta epidemia, e incluso se han encontrado microplásticos de la Gran Mancha de Basura del Pacífico hasta en el Océano Ártico.28
Un equipo de investigadores de la Universidad de Heriot-Watt29 colocó placas de Petri con trampas de polvo pegajoso a la hora comer y al final de cada comida pudo capturar hasta 14 piezas de plástico del polvo doméstico.
De acuerdo con este estudio, la persona promedio consume un estimado de 68 415 fibras plásticas cada año solo por el polvo que cae en sus platos durante las comidas.
Algunos investigadores de la Universidad Estatal de Nueva York30 analizaron 259 botellas de 11 marcas populares de agua embotellada – como Aquafina, Nestlé Pure Life, Evian, Dasani y San Pelligerino – y encontraron, en promedio, 325 piezas de microplástico por litro.
La investigación31 publicada en la revista científica Science of the Total Environment encontró que, según las estimaciones, la liberación anual de plásticos en la tierra es de 4 a 23 veces mayor, en comparación con la carga que se libera en los océanos.
Esto significa que muy probablemente cada año consume decenas de miles de micropartículas de plástico a partir de la sal, los alimentos, el polvo y el agua. La consecuencia final de esta exposición plástica aún no se ha analizado ni informado científicamente.
Sin embargo, dado que la mayor parte de las partículas de plástico contienen toxinas y sustancias químicas que alteran el sistema endocrino, la única medida que resulta lógica es reducir su exposición tanto como sea posible.
En respuesta a estos y otros hallazgos, la Organización Mundial de la Salud se ha comprometido a emprender una revisión de inocuidad con el fin de evaluar los posibles riesgos de consumir microplásticos en el agua a corto y largo plazo.32
¿Cuál es su mejor opción?
Su cuerpo necesita iones de sodio y cloruro en los cristales de la sal, sin embargo, no puede producirlos. Esto significa que debe obtenerlos de su alimentación. No obstante, la sal en general no se crea de la misma manera. La sal de mesa refinada es prácticamente cloruro sódico con otros productos químicos y sintéticos.
La sal sin procesar, como mi favorita, la sal rosada del Himalaya, tiene un equilibrio diferente de sodio y cloruro con más minerales naturales que su cuerpo requiere33 y que también contribuye al color rosado de la sal. Durante miles de años los cristales han madurado de manera impoluta.
La sal del Himalaya se extrae de los lechos de sal creados mucho antes de que se fabricaran los plásticos y otros tóxicos productos químicos. Cuando se levantaron los lechos oceánicos, conforme se formaron las montañas del Himalaya, estos lechos salinos se levantaron del mar y luego fueron protegidos por lava y cubiertos de nieve y hielo durante miles de años.
En comparación con la sal extraída de los océanos cargados de contaminantes orgánicos persistentes y micropartículas de plástico, la sal del Himalaya es, por mucho, la mejor opción si desea reducir su carga tóxica.
Además, la sal del Himalaya contiene al menos 80 oligoelementos naturales en su forma mineral natural, lo que contribuye a sus beneficios.34
Los remanentes que quedan después de que la sal común se "limpia químicamente" es el cloruro sódico – una forma de sal química y sintética que requiere más energía de su cuerpo para lograr metabolizarla, lo cual representa una carga sobre su sistema de eliminación.35
Esta forma de sal se encuentra en casi todos los productos en conserva que consumo. Por lo tanto, cuando agrega más sal de mesa a su comida, que ya es salada, su cuerpo recibe más cloruro sódico del que puede usar fácilmente.
Reduzca su carga tóxica con opciones simples y cotidianas
Cada elección que hace tiene un impacto en su entorno y su salud. Al comprometerse a reducir o eliminar el uso de recipientes hechos con plástico y productos desechables empacados en plástico, generará un impacto en su salud, puesto que reducirá su exposición al bisfenol-A y otros productos químicos que se filtran en su comida y agua, e incluso en su entorno.
El vidrio es una opción saludable, reutilizable y reciclable que puede utilizar en su hogar. Si compra un producto que no es un alimento entero, busque aquel que esté envasado en vidrio y no en plástico, asimismo, comprométase a reciclar ese vidrio.
Puede descubrir otras medidas que puede poner en práctica en casa, y así reducir su carga tóxica, en mi artículo anterior: "7 formas de mantener el cáncer fuera de su hogar."