Su columna lumbar, o espalda baja, es una estructura compleja compuesta por ligamentos, músculos, huesos, articulaciones y nervios interconectados que trabajan al unísono para apoyar su zona media o core, así como para proporcionarle fuerza y flexibilidad.
Sin embargo, su espalda baja también puede ser susceptible a lesiones y dolor, según la forma en que sea utilizada y los cuidados que reciba. Las lesiones mecánicas y en los tejidos blandos son algunas de las causas más comunes de dolor en la espalda baja, lo cual puede afectar los discos intervertebrales, raíces nerviosas y articulaciones de la columna vertebral.
El dolor de espalda baja es un problema común en todo el mundo, así como una causa importante de discapacidad. Aunque se han identificado diversos factores de riesgo, en la mayoría de los casos el factor desencadenante sigue siendo indefinido y es difícil hacer un diagnóstico.
El dolor de espalda baja puede causar una enorme carga social, psicológica y económica para la comunidad y se estima que podría afectar hasta al 20 % de los adultos en un solo año. Se estima que casi el 80 % de la población experimentará al menos un episodio de dolor de espalda en su vida.
Después de que ocurre una lesión, el dolor podría ser tenue, progresivo o repentino y agudo. Además, hay diversos padecimientos óseos que pueden desencadenar dolor de espalda baja, como una hernia de disco, fracturas vertebrales, osteomielitis y estenosis espinal.
A menudo, los tratamientos convencionales incluyen terapia física, analgésicos y reposo. Una vez más, las investigaciones demuestran que la aplicación de cuidados quiroprácticos junto con algunos tratamientos tradicionales podría disminuir la discapacidad y uso de medicamentos para el dolor.
Incluir cuidados quiroprácticos podría disminuir su dolor
Un estudio que incluyó tratamientos quiroprácticos como parte de un enfoque de equipo multidisciplinario para el dolor de espalda baja en dos grandes centros médicos militares reveló mayor disminución de la incomodidad y discapacidad, en comparación con la que se experimentó con la atención médica estándar.
Los investigadores evaluaron a 750 miembros activos del servicio militar que ya eran tratados por dolor de espalda baja. Todos recibían terapia física o medicamentos para aliviar el dolor e inflamación.
El equipo le proporcionó tratamiento quiropráctico a la mitad de los participantes, incluyendo manipulación de la columna vertebral, ejercicios de rehabilitación y tratamiento con frío o calor.
Después de seis semanas, los pacientes que recibieron tratamiento quiropráctico experimentaron mayores mejoras en su dolor de espalda baja y menos discapacidad que quienes no recibieron tales cuidados. La autora principal del estudio, Christine Goertz, Ph. D., comentó sobre los resultados:
"La manipulación espinal (a menudo denominada como ajuste quiropráctico Hias) puede ayudar a cicatrizar los tejidos del cuerpo que se forman como resultado de una lesión, disminuir el dolor y mejorar la capacidad del cuerpo para moverse de forma adecuada.
También, es posible que la manipulación influya en la forma en que el cuerpo percibe el dolor a través del cerebro o la médula espinal, y como disminuye el dolor por tensión muscular, inflamación o espasmo en los músculos cercanos a la columna vertebral".
Los investigadores señalaron que el dolor de espalda baja tenía un costo directo e indirecto en el tratamiento que superaba los 234 000 millones de dólares en 2010.
Lo curioso es que los participantes a los que se les asignó un tratamiento quiropráctico recibieron solo un promedio de dos a cinco tratamientos durante el período de estudio de seis semanas, pero experimentaron mayor alivio, en comparación con quienes no lo recibieron.
Algunos pacientes informaron los efectos secundarios mientras recibían cuidados quiroprácticos, la mayoría los describieron como rigidez articular o muscular.
Las personas que no recibieron tratamiento quiropráctico también informaron efectos secundarios, incluyendo a tres que tuvieron efectos secundarios debido a los medicamentos, y cuatro, quienes tuvieron efectos secundarios por las inyecciones epidurales.
Los resultados del estudio sugieren que proporcionar cuidados quiroprácticos podría mejorar los resultados en las personas que padecen dolor de espalda baja, al disminuir el dolor y mejorar la función. Daniel Cherkin, Ph. D., del Kaiser Permanente Washington Health Research Institute, escribió un suplemento editorial, en el que declaró que…
"todos estos tratamientos tienen menos riesgo de provocar daño que los medicamentos, inyecciones y cirugía. Debido a que no se ha podido predecir qué pacientes podrían beneficiarse más de un tratamiento específico, lo prudente es probar una de estas estrategias alternativas".
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El dolor de espalda baja es una de las principales razones por las que se recetan opioides
En respuesta a la cada vez mayor epidemia de opioides causada por los analgésicos recetados, las directrices publicadas a principios de 2017 por el Colegio Americano de Médicos recomiendan la manipulación de la columna vertebral y otros tratamientos sin medicamentos como tratamiento de primera línea para el dolor crónico y agudo en la espalda baja.
Casi 1 de cada 10 del total de las visitas de atención primaria son para tratar el dolor de espalda baja, y los médicos prescriben cada vez más analgésicos narcóticos, así como exámenes de detección costosos.
Los investigadores del Centro Médico Beth Israel Deaconess, en Boston, evaluaron los registros de atención de pacientes de casi 24 000 visitas a consultorios relacionadas con dolor de espalda simple entre 1999 y 2010.
Los datos publicados revelaron que los médicos recetaban cada vez más narcóticos opioides, con un incremento del 19 al 29 %. En el mismo período de tiempo, las recomendaciones para los analgésicos de venta libre disminuyeron del 37 al 25 %.
En una encuesta realizada a más de 2 100 médicos de diversas especialidades en los Estados Unidos, se les hicieron preguntas desde su punto de vista profesional en relación con el tratamiento excesivo y atención médica innecesaria.
Los mismos médicos participantes admitieron y describieron el tratamiento excesivo de sus pacientes como algo "común" y que el 22 % de los medicamentos recetados, 24 % de las pruebas y 11 % de los procedimientos fueron prescritos de forma innecesaria, a pesar de los años de énfasis de la industria de la salud para controlar los costos al eliminar los procedimientos innecesarios.
La razón más común citada de tratamientos excesivos fue el miedo a las malas prácticas y presión de los pacientes. La mayoría de los casos de dolor de espalda es por cuestiones mecánicas, y no orgánicas, lo que significa que el dolor no es causado por padecimientos graves, como la artritis inflamatoria, infección o fracturas.
Por lo general, este tipo de dolor mejora en tres meses de hacer ejercicio suave, mecánica corporal adecuada y opciones de estilo de vida antiinflamatorias.
Los analgésicos opioides podrían comenzar a recetarse debido a un dolor de espalda baja, pero en un análisis realizado por investigadores de la CNN y Harvard, los datos revelaron que en 2014 y 2015, cientos de médicos recibieron 25 000 dólares adicionales, de cada uno de los fabricantes de opioides por la prescripción de medicamentos.
Los médicos que prescribieron más opioides recibieron las compensaciones más grandes. En esos dos años, al menos un médico recibió más de un millón de dólares.
En una evaluación sobre la conexión entre los pagos de las empresas farmacéuticas y hábitos de prescripción, el equipo revisó los datos de dos fuentes del gobierno federal, una de ellas hizo un seguimiento de los pagos de las empresas farmacéuticas a los médicos, y la otra hizo un seguimiento de las recetas para los pacientes de Medicare.
De los 811 000 médicos que hicieron prescripciones para los beneficiarios de Medicare durante 2014 y 2015, más de 200 000 recetaron opioides y recibieron pagos de los fabricantes de medicamentos.
La relación entre la postura y el dolor de espalda
Si bien, las directrices del Colegio Americano de Médicos para el tratamiento del dolor lumbar se publicaron recientemente, en un comentario que acompañaba a la investigación del Beth Israel Deaconess, el Dr. Donald Casey expuso que previamente las directrices habían entrado en conflicto con el tratamiento del dolor de espalda, y que tardaría un promedio de 17 años para que los nuevos estándares de tratamiento se adoptaran ampliamente.
La combinación de un tiempo prolongado para la adopción de las directrices y los esquemas de sobornos de los fabricantes de opioides podría representar una mayor responsabilidad en usted para evitar los analgésicos narcóticos en la atención médica, así como la posible adicción potencialmente mortal y perjudicial.
Los cuidados quiroprácticos podrían generar un impacto significativo en la crisis de los opioides a través de disminuir el dolor de espalda baja.
Muchos quiroprácticos son expertos en evaluar el uso de la espalda a través del análisis de postura mientras está sentado, de pie y camina, así como por medio de un examen físico completo. Con frecuencia, las recomendaciones incluyen ejercicios y estiramientos suaves, además de mejorar la mecánica y postura de los músculos de la zona media o core.
Las recomendaciones y directrices que reciba de su quiropráctico serán personalizadas para su caso específico. Sin embargo, hay algunas medidas preventivas que podría tomar de forma cotidiana para reducir su riesgo de experimentar dolor en la parte baja de su espalda o lesiones al hacer actividades.
Postura — Camine, siéntese y permanezca de pie con una buena postura, mientras mantiene su peso equilibrado y utiliza los músculos de su zona media o core, curve ligeramente su espalda lumbar, empuje los hombros hacia atrás y coloque su cabeza equilibrada sobre sus hombros como si tuviera una cuerda atada y la jalara hacia arriba.
No se encorve cuando esté de pie o sentado. Recuerde mantener sus hombros hacia atrás, utilizar los músculos de la zona media o core y apoyar los pies en el piso mientras está sentado.
No se siente con una pierna cruzada por debajo de la otra, ya que puede acortar los músculos de la parte inferior de la espalda, así como aumentar el riesgo de molestias y dolor. Utilice zapatos cómodos y de tacón bajo para reducir la tensión en la zona lumbar. |
Flexibilidad — Siempre debe estirarse antes de hacer cualquier actividad física extenuante. Sería prudente realizar un programa de estiramiento regular para asegurar su flexibilidad y disminuir la tensión en los músculos, tendones y articulaciones circundantes. |
Apoyo — Utilice un buen soporte lumbar en las sillas o automóvil, lo que podrá mejorar su índice subjetivo de comodidad y disminuir el aplanamiento de la curva lumbar. |
Postura — Cambie su postura para sentarse al menos cada 10 minutos para aliviar la tensión; levántese y estire suavemente sus músculos. Permanecer sentado crónicamente es un factor de riesgo para el dolor y mala salud. Para obtener más información, consulte mi artículo anterior, "Principios sobre posturas naturales para la salud y alivio del dolor". |
Levante peso de forma correcta — Cuando levante algo pesado, no doble su espalda, sino que debe doblar sus rodillas mientras mantiene su espalda recta y área lumbar apoyada sobre los músculos de la zona media o core. |
Haga ejercicio — Haga al menos 30 minutos de ejercicio al día. Esto puede mejorar la circulación en sus músculos y tendones, ayudar a fortalecerlos y controlar su peso. |
Pruebe estas alternativas naturales, en vez de analgésicos recetados
Existen muchos métodos diferentes para ayudar a reducir la respuesta inflamatoria del cuerpo. A medida que trabajan de manera conjunta, experimentará mayores beneficios. Si incluye los cuidados quiroprácticos en estas estrategias, reducirá el tiempo de recuperación, así como la posibilidad de necesitar un medicamento recetado para el dolor.
Le recomiendo encarecidamente agotar todas las demás opciones antes de recurrir a un analgésico narcótico. Los riesgos relacionados con estos medicamentos son grandes y la adicción es una preocupación muy real.
Los analgésicos opioides prescritos deben ser el último recurso para aliviar el dolor, y no el primero. En circunstancias en las que el dolor es tan severo, podría ser necesario un medicamento prescrito; incluir otras opciones adicionales podría ayudar a disminuir la dosis necesaria y el momento en que el medicamento es requerido.
Muchas de las siguientes opciones funcionan mejor en combinación en términos de disminuir la inflamación y dolor.
Elimine o disminuya radicalmente la mayoría de los granos y azúcares — Evite los granos y azúcares, así podrá disminuir sus niveles, al igual que la resistencia a la insulina y leptina, que es una de las razones más importantes por las que se producen las prostaglandinas inflamatorias. Es por eso que dejar de consumir azúcar y dulces es tan importante para controlar el dolor y otros tipos de enfermedades crónicas. |
Tome alguna grasa omega-3 de origen animal de alta calidad — Las grasas omega-3 son precursoras de mediadores de la inflamación llamados prostaglandinas. (De hecho, la función de los analgésicos antiinflamatorios es manipular las prostaglandinas). |
Optimice sus niveles de vitamina D — Expongase a los rayos del sol de forma prudente y regular, lo cual le proporcionará beneficios a través de diversos mecanismos diferentes para reducir su dolor, incluso para mantener sus huesos y músculos fuertes. Compruebe sus niveles de vitamina D dos veces al año. Hoy en día, se cree que el nivel ideal para la salud y prevención de enfermedades se situa entre 60 y 80 ng/ml. |
Técnicas de Libertad Emocional (EFT) y mente-cuerpo — La EFT es un enfoque sin medicamentos para controlar todo tipo de dolor. Está inspirado en los principios de la acupuntura, ya que puede ayudar a equilibrar el sistema de energía sutil, al brindar apoyo para resolver emociones subyacentes, a menudo subconscientes, que pueden exacerbar su dolor físico.
Al estimular (hacer tapping) con la punta de los dedos en los puntos de acupuntura bien establecidos, podrá reequilibrar su sistema de energía, lo que tiende a eliminar la sensación dolor. Los métodos como el yoga, entrenamiento Foundation, acupuntura, meditación, compresas frías y calientes, así como otras técnicas mente-cuerpo también podrá aliviar el dolor sin recurrir a ningún tipo de medicamento. |
Terapia K-Laser tipo 4 — Si padece dolor por una lesión, artritis u otro tipo dolor por inflamación, le recomiendo que pruebe la terapia K-Laser. Podría ser una excelente opción para tratar múltiples padecimientos dolorosos, incluyendo las lesiones agudas. Al abordar la causa subyacente del dolor, ya no tendrá que depender de analgésicos.
La terapia K-Laser es un tratamiento con láser infrarrojo tipo 4 que puede ayudar a disminuir el dolor e inflamación, y para mejorar la cicatrización de los tejidos, tanto en tejidos duros como blandos, incluyendo a los músculos, ligamentos y huesos.
Las longitudes de onda infrarrojas utilizadas en el K-Laser se enfocan en áreas específicas del cuerpo y pueden penetrar profundamente para alcanzar áreas como la columna vertebral y cadera. Para obtener más información sobre esta innovadora tecnología y sobre cómo podría ayudar a curar el dolor crónico, escuche mi artículo anterior con el Dr. Phil Harrington. |
Acupuntura — Este tratamiento es eficaz para tratar muchos tipos de dolor. Las investigaciones han descubierto un "evidente y contundente" efecto de la acupuntura en el tratamiento del dolor de espalda, cuello y hombros, artrosis y cefaleas. |
Terapia física y masajes — Con la terapia física y masajes podría experimentar resultados positivos tan beneficiosos como la cirugía para padecimientos dolorosos como cartílago desgarrado y artritis, sin riesgos. |
Astaxantina — Este es uno de los antioxidantes liposolubles más efectivos que se conocen. Tiene propiedades antiinflamatorias muy potentes y, en muchos casos, funciona mucho más eficazmente que los antiinflamatorios. Por lo general, se requieren dosis más altas y es posible que necesite 8 mg o más por día para obtener este efecto. |
Jengibre — Esta hierba tiene una potente actividad antiinflamatoria y puede proporcionar alivio del dolor, además cuenta con propiedades para el alivio estomacal. El jengibre fresco puede ser infusionado en agua hirviendo como un té, o rallado en jugo de vegetales. |
Curcumina — En un estudio de pacientes con osteoartritis, quienes incluyeron 200 miligramos de curcumina al día en su plan de tratamiento, redujeron su sensación de dolor y mejoraron su capacidad de movilidad.
Un estudio anterior también descubrió que el extracto de cúrcuma compuesto de curcuminoides podría bloquear las vías inflamatorias, lo cual puede prevenir de manera efectiva la excesiva producción de una proteína desencadenante de inflamación y dolor. |
Boswellia — También conocida como boswellia o "incienso indio", esta hierba contiene ingredientes activos antiinflamatorios específicos. |
Bromelina — Esta enzima, presente en las piñas, es un antiinflamatorio natural. Se puede tomar en forma de suplemento, pero también podría ser beneficioso comer la piña fresca, incluyendo el corazón que es rico en bromelina. |
Miristato de cetilo (CMO) — Este aceite, presente en la mantequilla de vaca y pescado, actúa como un "lubricante articular", así como antiinflamatorio. |
Aceite de onagra, grosella negra y borraja — Estos contienen el esencial ácido graso gamma linolénico, que es útil para tratar el dolor artrítico. |
Crema de cayena — También llamada crema de capsaicina, esta especia proviene de los chiles picosos secos. Alivia el dolor al agotar el suministro de la sustancia P en el cuerpo, un componente químico de las células nerviosas que transmite las señales de dolor al cerebro. |