La Dra. Janci Chunn Lindsay, es una bióloga molecular y toxicóloga. El 23 de abril de 2021, habló ante el Comité Asesor sobre Prácticas de Vacunación (ACIP) de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades durante la sección de comentarios públicos.
La Dra. Lindsay se especializa en análisis de dosis y respuestas farmacológicas, biología mecanicista y dinámicas complejas de toxicidad. En su comentario ante el ACIP, Lindsay mencionó que durante 1990 ayudó a desarrollar una vacuna anticonceptiva que causó destrucción autoinmunológica no deseada y esterilidad en animales que, a pesar de un cuidadoso análisis previo, no se había previsto. Lo explicó de la siguiente manera:
“Estábamos desarrollando lo que debía ser una vacuna anticonceptiva temporal, que era muy prometedora porque impedía la fertilización en lugar de prevenir la implantación, o al menos esa era la idea.
Por desgracia, aunque se hizo un análisis minucioso en diferentes modelos animales con el fin de garantizar que no produjera una acción autoinmune, eso fue justo lo que hizo, causó una destrucción ovárica completa.
Ahora se le da ese uso [esterilizar de forma permanente] en perros, gatos y otros animales. Entonces, ese es solo un ejemplo de la importancia de los estudios en animales, ya que cuando se utilizan y realizan de forma correcta, pueden ayudar a evitar errores en humanos".
Toda una generación podría sufrir problemas de fertilidad
En ese momento, pidió que se detenga de inmediato la aplicación de las vacunas antiCOVID de ARNm y ADN debido a todos los riesgos de seguridad que representan. En concreto, señaló que hay una razón factible para creer que las vacunas antiCOVID podrían producir una reacción cruzada con la sincitina (una proteína de la envoltura retroviral) y los genes reproductivos en los espermatozoides, los óvulos y la placenta, lo que puede "causar problemas de fertilidad y reproductivos".
Además, señaló que ni un solo estudio ha refutado esta hipótesis. Otra teoría de cómo estas vacunas pueden causar problemas de fertilizad se puede encontrar en un estudio de 2006,1 que demostró que los espermatozoides pueden tomar ARNm extraño, convertirlo en ADN y liberarlo como pequeños gránulos (plásmidos) alrededor del óvulo fertilizado.
El embrión toma estos plásmidos y los mantiene (los sostiene y los clona en muchas de las células hijas) a lo largo de su vida, incluso pasándolos de generación en generación. Es posible que los pseudo-exosomas que contiene el ARNm sean el vehículo perfecto para suministrar los espermatozoides con ARNm en la proteína Spike.
Así que es posible que cuando una mujer vacunada se embaraza con un embrión que puede (a través de los plásmidos de los espermatozoides) sintetizar la proteína Spike, tendría una capacidad inmunológica para atacar ese embrión debido a que contiene esa proteína "extraña" en sus células. Lo que provocaría un aborto espontáneo.
“Por lo que es posible que estas vacunas provoquen que toda una generación sufra problemas de fertilidad”, advirtió Lindsey. Y agregó: el hecho de que hay mujeres vacunadas teniendo hijos no significa que estas vacunas no provoquen ningún efecto reproductivo.
Lindsay también señaló que hay miles de reportes de alteraciones menstruales y de hemorragia vaginal en mujeres con el esquema de vacunación completo,2,3,4 lo que también es una señal de efectos reproductivos.
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Hay un problema y es grave
Cuando se le preguntó cómo terminó involucrándose de manera tan apasionada en este controversial tema, Lindsay respondió:
“Me interesé en el tema por primera vez porque la ciencia dejó de tener sentido. Por ejemplo, redefinieron el término de inmunidad colectiva. La inmunidad colectiva siempre se ha definido por una combinación de la infección natural con prácticas de vacunación que sí funcionan.
De pronto, cambiaron la definición y ahora la inmunidad colectiva solo se logra a través de la vacunación, y supe que era un error, pero lo repetían una y otra vez. Lo repetía el Dr. Anthony Fauci y muchos otros expertos.
Pero eso no era todo, el mundo científico se estaba transformando por completo. Dos de nuestras revistas más respetadas, The New England Journal of Medicine y The Lancet, publicaron estudios engañosos sobre la hidroxicloroquina.
Al parecer, habían pasado por una revisión por pares, por lo que debió haber sido fácil detectar sus errores, pero eso no sucedió, como tampoco sucedió en muchos otros estudios que permitieron la autorización de uso de emergencia de estas terapias génicas.
La hidroxicloroquina y la ivermectina son muy seguras. Durante décadas se han utilizado de forma segura en mujeres embarazadas y niños, pero de pronto comenzaron a desacreditarlas y decir que no son seguras. Como toxicóloga, sé que son seguras.
Entonces, este tipo de cosas llamaron mucho mi atención, al igual que todas las cosas que comenzaron a suceder en segundo plano con respecto al Nuevo Orden Mundial y la agenda del Foro Económico Mundial, de la que somos parte junto con muchos otros países y que afirman que la vida no será como la conocemos.
'En unos cuantos años, no seremos dueños de nada y eso nos hará felices'. Todo eso me hizo dar cuenta de que se trataba de algo terrible y que nuestras autoridades reguladoras y nuestras revistas científicas eran cómplices de todo esto.
En 2006, se publicó el artículo: ‘Disease Mitigation Measures in the Control of Pandemic Influenza’,5 que me parece maravilloso. Habla sobre la guía de la Organización Mundial de la Salud y los CDC sobre cómo reaccionar durante una pandemia, qué funciona y qué no, y señala de manera contundente que el uso de cubrebocas no sirve de nada.
En aquel momento sabían que no funcionaba, que imponer restricciones para viajar tampoco funciona. Es un excelente artículo que, en pocas palabras, analiza todo lo que hemos hecho en respuesta a esta pandemia y señala que esa respuesta es inapropiada y hay datos científicos que lo demuestran. Por lo tanto, le recomiendo leer ese artículo para que sé de cuenta que todo esto es una locura, ya que nos impusieron mandatos que no tienen ningún respaldo científico".
Ignoran las señales de alerta
Como señaló Lindsay, en el caso de las vacunas antiCOVID, no se realizaron estudios sólidos en animales para ayudar a determinar los efectos tóxicos y sistémicos, pero ahora estamos viendo señales de alerta que las autoridades prefieren ignorar.
En abril de 2021, The New England Journal of Medicine (NEJM) publicó los resultados preliminares de seguridad de las vacunas antiCOVID de ARNm en mujeres embarazadas, que se basaron en los datos del Registro V-Safe.6
Según este artículo, la tasa de aborto espontáneo dentro de las primeras 20 semanas de embarazo fue del 12.5 %, que solo supera por poco el promedio normal del 10 %. De acuerdo con los datos estadísticos, el riesgo de aborto espontáneo se reduce de una tasa de riesgo promedio general del 21.3 % durante todo el embarazo, a un 5 % entre las semanas 6 y 7, hasta el 1 % entre las semanas 14 y 20.7
Pero hay un problema con este cálculo y así lo señalaron los Dres. Ira Bernstein, Sanja Jovanovic, y Deann McLeod, en una carta que enviaron al editor el 28 de mayo de 2021, en la que señalaron los siguiente:8
“En la tabla 4, los autores reportan una tasa de abortos espontáneos (AE) <20 semanas del 12.5 % (104 abortos/ 827 embarazos completos). Sin embargo, esta tasa debe basarse en la cantidad de mujeres que estaban en riesgo de un AE debido a la recepción de la vacuna, por lo que debe excluir a las 700 mujeres que se vacunaron durante su tercer trimestre (104/127= 82 %)”.
En otras palabras, cuando excluye a las mujeres que recibieron la vacuna en su tercer trimestre (dado que el tercer trimestre es DESPUÉS de la semana 20 y, por lo tanto, no debe contarse al determinar la tasa de aborto espontáneo entre mujeres vacunadas ANTES de la semana 20), la tasa de aborto espontáneo es de un enorme 82 %.
De esos 104 abortos espontáneos, 96 ocurrieron antes de las 13 semanas de gestación, lo que indica de forma clara que recibir una vacuna antiCOVID durante el primer trimestre es una pésima idea.
"En mi opinión, llegaron a la conclusión, de manera muy fraudulenta, que era seguro vacunar a partir del tercer trimestre, y jamás mencionaron nada sobre la amenaza que representa hacerlo durante el primer trimestre", dijo Lindsay. "Es tan deshonesto, tan manipulador y tan deliberado".
En cuanto a las mujeres que reciben la vacuna en su tercer trimestre, todavía se desconocen los efectos a largo plazo.
"Simplemente no lo sabemos y ese es el problema" dijo Lindsay. “Hay todo tipo de cosas que pueden salir mal con este tipo de terapias y así lo demuestran los modelos animales. No sabemos qué pasará en el futuro con estas mujeres o sus hijos. Es algo que podría transmitirse de generación en generación.
Ahora escuchamos mucho sobre la expresión constitutiva, ya sea que el ARNm no se degrade o se integre al genoma. Pero aún está bajo investigación".
Incremento de mortalidad infantil por miocarditis relacionada con la vacuna antiCOVID
Lindsay también cita un reporte de los CDC que revela que más de 300 niños de entre 12 y 18 años murieron por miocarditis, que ahora se reconoce como un efecto secundario de la vacuna antiCOVID.
Con base en testimonios de los denunciantes, también sabemos que más de 50 000 personas murieron tres días después de aplicarse la vacuna,9,10 y eso solo es de una base de datos (el Sistema de Notificación de Reacciones Adversas a las Vacunas o VAERS). Hay otras 10 bases de datos de los CDC a las que el público no tiene acceso.
"Tantas muertes, es terrible y muy alarmante", dijo Lindsay. "El Dr. Peter McCullough dice que, en el caso de otras vacunas, el número de muertes que activaría las alarmas sería de unas 186 en total. Hasta el 15 de octubre de 2021, el VAERS ya había recibido 17 128 reportes de muerte,11 a pesar de esta alarmante cifra siguen vacunando a los niños.
No le han puesto un alto a la vacunación mientras investigan el problema. Todo lo contrario, la promueven aún más. ¿Había pasado esto antes? Quiero decir, ¿había sucedido en una población que tiene un riesgo casi nulo de sufrir esta enfermedad?
Los casos de muertes cardíacas en niños perfectamente sanos, así como las muertes por embolia pulmonar en los niños, deberían ser razón suficiente para ponerle un alto a la campaña de vacunación infantil. Cuando se trata del COVID-19, este grupo de la población no corre ningún riesgo. No hay ninguna razón para vacunarlos, ni una sola razón para administrarles estas terapias génicas, sencillamente porque no corren ningún riesgo de infección.
Saben que la vacuna está causando insuficiencia cardíaca, embolia pulmonar y paro cardíaco en adolescentes sanos, pero no les interesa investigar el riesgo-beneficio. Hay un problema y es grave.
Por desgracia, esto no los detendrá. Las instituciones que se encargan de regular son corruptas. Entonces, solo nosotros podremos detenerlos. Las personas vacunadas y sin vacunar deben unirse y decir: 'no, no van a experimentar con mis hijos'.
En el caso de las vacunas contra el RSV y el dengue, tuvimos un número mucho menor de muertes infantiles y eso fue suficiente para detener las campañas por completo. Pero hay algo que quiero dejar muy claro en esta entrevista, quiero que comprenda que nuestras agencias reguladoras son corruptas.
Su objetivo principal no es su salud, ni la de sus hijos. Así que no debe confiar en ellas, porque la salud dejó de ser su objetivo principal. Y aunque odio decirlo, está claro que son corruptas y que alguien más guía sus pasos. En verdad odio decir eso, pero esa es la única respuesta lógica.
También tenemos todos estos repuntes de casos. Si analizamos el estado de Michigan, conozco algunas otras bases de datos con cifras reales de muertes en diferentes estados y que comparan a las personas vacunadas y sin vacunar, y puedo decirle que los medios de comunicación mienten con respeto a que las personas sin vacunar representan el 99 % de los casos de hospitalizaciones. Es una gran mentira".
La vacuna causa problemas de fertilidad
Volviendo al tema de la fertilidad, Lindsay cita un estudio de Singapur que examinó la capacidad de la vacuna antiCOVID para interferir con la fertilidad al activar el anti-sincitina-1, este estudio incluyó a 15 mujeres, dos estaban embarazadas. Lo explicó de la siguiente manera:
“Hicieron algo que había pedido que se hiciera hace mucho tiempo, que fue medir los anticuerpos anti-sincitina en un análisis ELISA. Las sincitinas son conformacional y genéticamente similares a la proteína Spike [SARS-CoV-2], esta proteína Spike fusogénica.
Varios expertos pensaron que podría tener una reacción autoinmunológica a las sincitinas al producir esta misma reacción a la proteína Spike, y que luego eso evitaría el embarazo.
Pero las sincitinas también son importantes en una serie de enfermedades psicológicas, como la depresión bipolar. Son importantes en enfermedades autoinmunes, lupus y esclerosis múltiple. Están presentes en el músculo esquelético. Se relacionan con el cáncer de mama. Son elementos retrovirales muy importantes.
Lo que encontró este estudio fue bastante interesante. Encontró que todas y cada una de estas mujeres que habían recibido la vacuna desarrollaron autoanticuerpos contra la sincitina-1. Pero después los autores descartaron este hallazgo y dijeron: 'Oh, pero no creemos que esos anticuerpos fueran lo suficientemente altos como para causar algo'.
Pero había una clara diferencia entre los sueros [muestra de sangre] previos a la terapia génica y los sueros posteriores a la misma, lo que demuestra que hay una respuesta significativa de anticuerpos. Pero cada una de las mujeres desarrolló una respuesta de anticuerpos diferente y creo que esa podría ser la causa detrás de algunas de estas pérdidas de embarazos".
Las vacunas antiCOVID podrían ser un inmunocontraceptivo para toda la población
Al preguntarle cuál creía que podría ser el verdadero motivo de la campaña de vacunación masiva, contestó lo siguiente:
“La verdad creo que no debemos descartar que es una forma de anticonceptivo para toda la población. En 2005, se publicó el estudio: "Evaluation of Fusogenic Trophoblast Surface Epitopes as Targets for Immune Contraception".12
Este artículo trato de encontrar péptidos anticonceptivos en personas que ya tenían problemas de infertilidad que estaban aislados a la placentación. Entonces, utilizaron un enfoque invertido, obtener los sueros de personas que tenían problemas de fertilidad y tratar de ver qué anticuerpos tenían que estaban causando esos problemas.
La OMS y la Fundación Rockefeller [y los Institutos Nacionales de Salud] patrocinaron este trabajo, algo que no me sorprende. Y en 2007, una compañía llamada AplaGen lo patentó.
Estos son péptidos de 12 meros y hay una serie de ocho de ellos que pueden utilizarse para inducir esterilidad. Al patentarlo, también dijeron que podría utilizarse para mejorar la fertilidad. De forma curiosa, también se relacionó con todos los problemas de salud con los que se relaciona la sincitina: lupus, trastornos del músculo esquelético, depresión bipolar y muchas otras enfermedades.
Aunque no nombran a las proteínas sincitinas como las proteínas a las que se dirigen, trabajaron de forma invertida a partir de estos péptidos y luego dijeron que se trataba de otras proteínas. Y sabemos que a veces las proteínas pueden denominarse de la misma manera en diferentes ámbitos de descubrimiento. Entonces, eso debe investigarse más a fondo, pero fue algo que me pareció muy interesante.
Lo que señala es que ya tuvieron la intención de utilizar péptidos o medios inmunocontraceptivos en la interfaz del trofoblasto placentario para causar esterilidad, por lo tanto, sería ingenuo pensar que lo hicieron para nada".
Duración de los efectos
Otra pregunta obvia es ¿cuánto tiempo pueden durar estos efectos? ¿Son de por vida? Claro que cualquier respuesta que encontremos aquí solo será hipotética, porque no se han realizado estudios al respecto. Dicho esto, con su experiencia en biología molecular, Lindsay está más que calificada para dar una teoría.
El ARNm es demasiado frágil, por lo que se utiliza un sistema de liberación de nanolípidos con polietilenglicol. Además, alrededor del 30 % del ARNm es transgénico, lo que disminuye la degradación. Como resultado, el ARNm que se inyecta es mucho más resistente que el ARNm natural.
Además, los nanoliposomas permiten una mayor penetración en los tejidos y ahora sabemos que se propagan por todo el cuerpo. No se queda en su deltoides. Pero aún se desconoce cuánto tiempo este ARNm transgénico y estabilizado mantiene su viabilidad. Otra buena pregunta sería si este ARNm podría integrarse al genoma para convertirse en un componente permanente.
"La respuesta es que no lo sabemos con certeza", dijo Lindsay. “Claro que en el caso de las vacunas de vectores adenovirales [Janssen y AstraZeneca], son más propensas a integrarse al genoma. Lo sabemos por estudios en animales y experimentos previos.
Pero con la tecnología de ARNm, jamás se había estabilizado algo así de esta manera. Lo que sí sabemos es que hay estudios recientes. El grupo de Bruce Patterson y otro grupo, descubrieron que desde el momento en que las personas reciben esta terapia génica, la proteína Spike se expresa y se presenta en los monocitos.
Entonces, eso nos da un indicio de que seguro es resistente a la degradación. Mientras más tiempo se mantenga y sea resistente a la degradación, es más probable que ocurran eventos de integración genómica. Pero si se convertirá o no en un compuesto permanente, eso si no lo sé".
Tome una decisión racional
Como explicó Lindsay, a pesar de 20 años de esfuerzo, jamás se había comercializado con éxito una vacuna contra el coronavirus. Todos los intentos previos fallaron debido a la mejora dependiente de anticuerpos, que es cuando la vacuna promueve la infección en lugar de evitarla.
Y de pronto quieren que creamos que desarrollaron una “vacuna” segura y efectiva contra el coronavirus en cuestión de meses. También menciona otro punto importante. Dado que las terapias génicas antiCOVID no previenen la infección, sino que solo alivian los síntomas, en realidad son una estrategia de tratamiento y no una estrategia preventiva.
Pero existen tratamientos mucho más seguros y efectivos, como el peróxido nebulizado, la ozonoterapia y los regímenes a base de hidroxicloroquina e ivermectina.
"Si todo lo que hacen estas terapias génicas es disminuir la gravedad de las enfermedades, entonces no son una vacuna, sino un tratamiento", dijo. “Son un tratamiento que ya han causado una serie de efectos adversos y del que no se conocen las consecuencias a mediano y largo plazo. Utilice su sentido común, ¿por qué no usaría un tratamiento que durante más de 70 años se sabe que es seguro, en lugar de uno que es nuevo y experimental?"
Más problemas de seguridad
Además de los problemas de fertilidad, la inflamación del corazón y los coágulos de sangre, la diabetes tipo 1 en adultos es otro efecto secundario que se observa entre las personas con esquema de vacunación completo. Esto tiene sentido si consideramos que el estudio de biodistribución de Pfizer demostró que la proteína Spike se acumula en el páncreas. La infección natural del SARS-CoV también puede producir este efecto.
La diabetes tipo 1 es un problema grave, ya que lo deja con una discapacidad metabólica por el resto de su vida, que depende de inyecciones de insulina que son muy costosas. Los médicos también reportan un incremento en las tasas de cáncer de páncreas y leucemia mieloide aguda.
Y ahora que sabe todo esto ¿qué le depara el futuro?
Según Lindsay, "muchos científicos y médicos se sienten como yo, y están tratando de averiguar qué nos depara el futuro, ya que nuestras agencias reguladoras y de seguridad se volvieron corruptas", ella cree que debemos seguir compartiendo los datos y los hechos que los medios de comunicación tradicionales se niegan a mencionar, así como seguir presionando a quienes ya recibieron su vacuna para que al menos protejan a sus hijos.
“Necesitamos unirnos y decir que ya no seguiremos aceptando todo, sobre todo por el bien de nuestros hijos, y tratar de llegar al fondo de esto para descubrir qué hay detrás de todo esto. Si en realidad se trata de un virus o si se trata de motivaciones y campañas políticas.”
Creo que será difícil lograr que las demás personas abran los ojos y de esta forma evitar que sacrifiquen a sus propios hijos. Muchos tienen una venda en los ojos. Podrían ser testigos de que su hermano, hermana, madre o padre muera al recibir la vacuna, incluso con la aguja todavía en el brazo, y aun así saldrían a buscar una dosis de refuerzo al día siguiente.
Lo he visto en repetidas ocasiones. Mis amigos, sus padres, sus hermanos y seres queridos, se niegan a ver las cosas como son. Ya tomaron su decisión. Como dijo Mark Twain: "Es más fácil engañar a alguien, que convencerlo que ha sido engañado", y eso es muy cierto.
Entonces, aunque estoy de acuerdo en que debemos seguir intentándolo y tener fe en que la verdad prevalecerá, también creo que es importante tener expectativas realistas. Nos enfrentamos a la campaña de propaganda más grande y efectiva de la historia moderna. Es una guerra psicológica en su máxima expresión.
Desde mi perspectiva, al ser un realista pragmático, creo que la mejor estrategia es unirnos y apoyar a todos aquellos que desde un principio no se dejaron engañar, porque no tienen problemas con esa disonancia cognitiva. Si nos mantenemos unidos y nos apoyamos unos a otros, para que ninguno de nosotros se dé por vencido, entonces al menos podremos mantener el grupo de control.
Si logramos aguantar, al final, la verdad saldrá a la luz. Si hay dos grupos, entonces en un año o dos, o tres, se podrá hacer una comparación sobre lo devastadora que fue esta intervención. Sospecho que quienes decidieron ponerse estas vacunas sufrirán daños de muchas formas diferentes y quienes no lo hicieron, gozarán de una mejor salud.