Consumir comida rápida puede encoger su cerebro

Análisis escrito por Dr. Joseph Mercola Datos comprobados

comida rapida altamente procesada dana el cerebro

Historia en Breve

  • Actualmente, las personas consumen alrededor de 650 kilocalorías más al día que en los años 70, una cantidad equivalente a una comida rápida, que consiste en una hamburguesa, papas fritas y soda
  • La mala alimentación y falta de actividad pueden generar niveles normales pero elevados de glucosa en la sangre, incluso en personas que no padecen diabetes tipo 2, lo que puede contribuir a los procesos neurodegenerativos
  • Los niveles "altos normales" de azúcar en la sangre pueden progresar en niveles deficientes de glucosa en ayunas y, eventualmente, en diabetes tipo 2; el deterioro del metabolismo de la glucosa está relacionado con la neurodegeneración que daña la función cognitiva
  • Los autores del estudio presentado sugirieron que si se alimenta mal puede comenzar a perder su función neuronal y neuronas de forma prematura, y que puede ser difícil, sino hasta imposible, contrarrestar tales daños una vez que ocurren; cuanto antes comience a enfocarse en alimentos enteros sin procesar, será mejor

Consumir comida rápida, el epítome de los alimentos "falsos" altamente procesados, puede tener consecuencias permanentes en la salud cerebral, tanto que los investigadores de la Universidad Nacional de Australia sugirieron que, tan solo llevar una alimentación a base de comida rápida y mantenerse inactivo podría causarle un daño "irreversible" para cuando alcance la mediana edad.

Si es una persona de mediana edad y no se ha alimentado de forma adecuada, no se asuste, puede comenzar a hacer cambios más saludables a partir de hoy mismo. Sin embargo, el nuevo estudio es revelador y, una vez más, destaca la importancia de llevar una alimentación saludable, cuando se trata de mantener la mente fortalecida a medida que envejece.

La comida rápida puede elevar el riesgo de diabetes tipo 2 y neurodegeneración

En una revisión realizada por los científicos en el estudio presentado, afirmaron que actualmente las personas consumen alrededor de 650 Kilocalorías más al día que en los años 70, una cantidad equivalente a una comida rápida que consiste en una hamburguesa, papas fritas y soda. (Una Kilocaloría, o Kcal, es igual a 1 Caloría, con una "C" mayúscula, mientras que 1000 calorías con una "C" minúscula es igual a 1 Kilocaloría.)

Esta cantidad es alrededor de una cuarta parte de las necesidades diarias de energía alimenticia recomendadas en los hombres, y un poco menos de un tercio en las mujeres.

"La cantidad adicional de energía que las personas consumen diariamente, en comparación con hace 50 años, significa que muchas personas llevan una alimentación poco saludable", indicó en un comunicado de prensa el profesor de ANU, Nicolas Cherbuin, autor principal del estudio, y agregó que:

"La otra gran preocupación es que, las personas consumen demasiada cantidad del tipo incorrecto de comida, particularmente la comida rápida.

Como sociedad, debemos dejar de preguntar, '¿quiere papas fritas con eso?', así como la actitud que conlleva. Si no lo hacemos, entonces observaremos más personas con exceso de peso y obesidad que padecen enfermedades graves".

La revisión se enfocó en "cómo los niveles normales, pero elevados, de glucosa en la sangre en personas sin diabetes tipo 2 [T2D] pueden contribuir en los procesos neurodegenerativos, y cómo los principales factores de riesgo para diabetes T2D, incluyendo la obesidad, falta de actividad física y alimentación deficiente, pueden modular estos efectos".

A menudo, los niveles "altos normales" de azúcar en la sangre progresan en niveles deficientes de glucosa en ayunas y, eventualmente, en diabetes tipo 2.

Por lo tanto, el deterioro del metabolismo de la glucosa está relacionado con la neurodegeneración que daña la función cognitiva. Además, estos factores no comienzan a manifestarse en la vejez sino mucho antes, de modo que llevar un estilo de vida saludable en la adultez temprana puede proteger contra el deterioro cognitivo posterior. Según el estudio:

"La noción de que la DT2 está relacionada con la neurodegeneración, deterioro cognitivo, demencia y mortalidad no es algo nuevo. Sin embargo, a menudo se piensa que estas conexiones son más relevantes en la vejez a pesar de que existe evidencia sustancial que indica que los procesos patológicos involucrados empiezan a producirse durante la mediana edad o antes.

... Es especialmente preocupante que la cascada patológica que causa una mayor FBG y finalmente origina la T2D comience décadas antes y afecte la salud cerebral y cognición desde el principio".

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Los alimentos ultraprocesados pueden ocasionar resistencia a la insulina y neurodegeneración

La Dra. Suzanne De La Monte de la Universidad de Brown también ha realizado investigaciones que demuestran que las enfermedades sistémicas de resistencia a la insulina relacionadas con la obesidad y diabetes tipo 2 pueden promover la neurodegeneración. Escribió para la revista Panminerva Medica:

"Las enfermedades de resistencia a la insulina, incluyendo a la enfermedad de Alzheimer (EA), obesidad, diabetes mellitus tipo 2 (DM2), esteatohepatitis no alcohólica (NASH) y síndrome metabólico, son enfermedades frecuentes en las sociedades modernas de alta tecnología y costosas porque consumen un gran porcentaje del presupuesto de salud, producen discapacidad, y causan la muerte prematura.

El implacable apetito por los alimentos altamente procesados, con alto contenido de almidón, de grasa y contenido calórico, literalmente erosiona el estado de salud en todos los grupos de edad de los Estados Unidos.

Gracias a los sólidos esfuerzos de investigación nacionales e internacionales realizados en la última década, ahora es evidente que la resistencia a la insulina puede afectar en cualquier órgano y tejido del cuerpo.

Las consecuencias incluyen deficiencia del metabolismo energético, mayor inflamación y estrés oxidativo, así como propensión a la degeneración celular y muerte.

No es gracias a la atracción comercial de las personas desinformadas que buscan estilos de vida cómodos en Occidente, las enfermedades de resistencia a la insulina se han propagado rápidamente por todo el mundo, y ahora comienzan a afectar a la salud mundial".

La mala alimentación puede encoger su cerebro

A nivel mundial, alrededor del 30 % de la población tiene exceso de peso u obesidad, pero este porcentaje aumenta aún más en áreas desarrolladas como Europa y América, donde la prevalencia es del 50 % al 60 %.

Según el estudio presentado, "la alimentación y actividad física son los principales factores determinantes de la adiposidad [tener exceso de peso u obesidad]". A su vez, la obesidad está relacionada con cambios negativos en el cerebro. Los investigadores señalaron que:

"En conjunto, la evidencia presentada... sugiere fuertemente que los niveles continuamente elevados de la glucosa en ayunas [FBG, por sus siglas en inglés] podrían estar relacionados con la contracción cerebral, pérdida progresiva de la función en diversas áreas cognitivas, desarrollo de demencia y, en última instancia, muerte prematura.

También, es evidente que los principales factores de riesgo de la T2D contribuyen de manera significativa a estos efectos y que la T2D clínica representa el mayor riesgo para la salud cerebral".

Tanto la diabetes como los niveles más altos de glucosa en ayunas están relacionados con un menor volumen cerebral total. Asimismo, la investigación publicada en Radiology encontró que la obesidad podría causar cambios en la estructura cerebral, al contraer el volumen de ciertas regiones. En el caso de los hombres, un alto porcentaje de grasa corporal total se relacionó con un menor volumen de materia gris en el cerebro.

Específicamente, un 5.5 % más de grasa corporal total se relacionó con un volumen de materia gris inferior a 3.162 mm3.

La materia gris es la capa externa del cerebro relacionado con las funciones cerebrales de alto nivel, como la resolución de problemas, lenguaje, memoria, personalidad, planeación y discernimiento. En un estudio publicado por Sci News, entre los hombres, un 5.5 % adicional de grasa corporal total también se relacionó con un volumen 27 mm3 más pequeño de globo pálido, lo cual también se observa en las mujeres.

En el caso de las mujeres, un 6.6 % más de grasa corporal total se relacionó con un volumen11.2 mm3. más pequeño del globo pálido. Según Frontiers in Neuroanatomy, el globo pálido es una región cerebral que desempeña un rol de apoyo para diversas funciones, incluyendo la motivación, cognición y acción. De igual manera, la obesidad se ha relacionado con cambios en la microestructura de la materia blanca, que pueden estar asociados con la función cognitiva.

Los investigadores de la Universidad de Loughborough en Inglaterra también han revelado que tener exceso de peso alrededor del abdomen puede afectar la salud cerebral, lo que puede conducir a un preocupante volumen cerebral.

En este estudio participaron 9 652 personas con una edad promedio de 55.4 años, con más o menos 7.5 años, quienes recibieron la puntuación del índice de masa corporal (BMI), una fórmula defectuosa que divide el peso por el cuadrado de la altura, y la proporción cintura-cadera (WHR).

(Considero que la proporción cintura-cadera es un indicador más confiable del riesgo futuro de enfermedad que el BMI, porque una proporción más alta sugiere que tiene más grasa visceral, una medida que no puede determinarse por medio del BMI).

Como explicó Science Alert, los participantes con un rango saludable de BMI y WHR presentaban un volumen cerebral de materia gris promedio de 798 centímetros cúbicos, pero este se redujo a 786 centímetros cúbicos entre las personas con BMI y WHR altos.

Consumir azúcar para el desayuno podría producirle más apetito posteriormente

Si es propenso a comenzar su día con un tazón de cereal endulzado, dona o pastelillo de hojaldre, podría prever una jornada de alimentos poco saludables. Las investigaciones sugieren que se debe a que una gran cantidad de azúcar por la mañana puede hacerle sentir más hambriento antes del almuerzo y la cena, así como impulsarle a comer mayor cantidad en cada comida.

Además, las personas que consumen grandes cantidades de snacks, postres, comida rápida y dulces tienen más probabilidades de ser adictos a los alimentos. Entre las personas que consumían comida rápida, en particular, había mayor probabilidad de adicción a la comida entre los participantes del estudio que consumían cinco o más porciones de hamburguesas, papas fritas y pizza por semana.

A más largo plazo, Health Promotion Perspectives encontró que el consumo frecuente de comida rápida estaba relacionado con una gran cantidad de problemas, incluso más allá de la salud cerebral, incluyendo:

  • Exceso de peso y mayor cantidad de grasa abdominal
  • Deficiencia de homeostasis de la glucosa e insulina
  • Trastornos lipídicos y lipoproteícos
  • Inducción de inflamación sistémica y estrés oxidativo
  • Mayor riesgo de desarrollar diabetes, síndrome metabólico y enfermedad cardiovascular

Incluso, consumir comida rápida tres o más veces a la semana está relacionado con un mayor riesgo de asma severo, rinoconjuntivitis, así como eczema en adolescentes y niños.

Cuanto antes comience a alimentarse de forma saludable, será mejor

Nunca es demasiado tarde para hacer cambios positivos en su alimentación. Dicho lo anterior, cuanto antes comience a enfocarse en alimentos enteros sin procesar, será mejor.

Los autores del estudio presentado inclusive sugirieron que puede comenzar a perder el funcionamiento neuronal y neuronas de forma temprana si se alimenta mal, y que puede ser difícil, si no imposible, contrarrestar esos cambios una vez que se produce el daño.

Según Cherbuin, "el daño es bastante irreversible una vez que una persona llega a la mediana edad, por lo que instamos a todas las personas a alimentarse de forma saludable y mejorar su condición física lo más pronto posible, de preferencia en la infancia, pero ciertamente durante la edad adulta". Agregó que:

"Realmente, lo que se ha vuelto evidente en nuestra investigación es que las recomendaciones para que las personas disminuyan su riesgo de problemas cerebrales, incluyendo su riesgo de desarrollar demencia, ocurren con mayor frecuencia durante sus 60s o mayor edad, cuando ya ha pasado la oportunidad de hacer una 'prevención oportuna'.

Muchas personas con demencia y otros signos de disfunción cognitiva, incluyendo contracción cerebral, han elevado su riesgo a lo largo de la vida al consumir demasiada cantidad de comida mala y al no hacer suficiente ejercicio.

Una de las mejores posibilidades que tienen las personas de evitar los problemas cerebrales prevenibles es alimentarse bien y hacer ejercicio desde una edad temprana".

¿Qué tipo de alimentación es mejor para su cerebro?

Así como las comidas rápidas procesadas pueden dañar su cerebro, los alimentos enteros y densos en nutrientes pueden protegerlo. Incluso, en cuestión de salud mental, llevar una alimentación de buena calidad se relaciona con mejores resultados, mientras que un mayor consumo de alimentos procesados puede aumentar el riesgo de ansiedad y depresión. Como agregó Nature Reviews, Neuroscience:

"Ahora, sabemos que hay nutrientes particulares que influyen en la cognición al generar efectos en los sistemas moleculares o procesos celulares que son vitales para mantener la función cognitiva.

 Esto plantea la fascinante posibilidad de que el control alimenticio es una una estrategia factible para mejorar la capacidad cognitiva y proteger el cerebro del daño, promover la reparación y contrarrestar los efectos del envejecimiento.

Las nuevas investigaciones indican que los efectos de la alimentación en el cerebro se integran con la implementación de otras modalidades de estilo de vida, como el ejercicio y sueño".

Si bien, es esencial disminuir el consumo de alimentos procesados y eliminar los azúcares añadidos, recomiendo ir un paso más allá y adoptar una dieta cetogénica para proteger su salud cerebral.

Cuando su cuerpo quema grasa como su combustible principal, se crean cetonas, que no solo se queman muy eficientemente y son un combustible superior para el cerebro, sino que también generan menos especies reactivas del oxígeno (ROS) y daño causado por radicales libres.

Hay un tipo de cetona, llamada beta-hidroxibutirato, que también es un importante factor epigenético, que tiene efectos significativos en la expresión del ADN, al aumentar las vías de desintoxicación y producción de antioxidantes en el cuerpo. Además, el beta-hidroxibutirato estimula receptores específicos en las células llamadas proteínas g.

Cuando estos beta-hidroxibutiratos marcan a los receptores durante un proceso de cetosis moderada, ayudan a disminuir la activación de vías que producen la inflamación, y está es un factor en la mayoría de las enfermedades crónicas, incluyendo a la enfermedad de Alzheimer.

Sin embargo, para obtener los mejores resultados, puede combinar la cetosis nutricional con el ayuno intermitente. La dieta cetogénica proporciona muchos de los mismos beneficios relacionados con el ayuno y ayuno intermitente, pero cuando se implementan juntos, la mayoría de las personas experimentan mejoras significativas en su salud.

Mi libro Contra el cáncer proporciona los detalles, pero aquí hay un resumen de cómo implementar estas dos estrategias como un programa de salud cohesivo.

Mi guía para implementar la dieta cetogénica para principiantes también es un excelente articulo si es la primera vez que implementa este tipo de alimentación. Asimismo, los nutrientes y los alimentos, como las grasas omega-3 de origen animal, yemas de huevo orgánicas de gallinas camperas, aceite de coco y moras azules, también son excelentes alimentos para estimular el cerebro.

Los descubrimientos han demostrado que las personas con deficiencia cognitiva que optimizaban su alimentación y hacían ejercicio tres veces por semana podían mejorar su función cerebral después de tan solo seis meses. Entonces, no importa qué tipo de alimentos haya consumido hasta ahora, es un buen momento para comenzar a alimentarse mejor y mantenerse activo, su cerebro se lo agradecerá.