La contaminación del aire se ha relacionado con las enfermedades mentales

Análisis escrito por Dr. Joseph Mercola Datos comprobados

contaminacion y enfermedad mental

Historia en Breve

  • Un conjunto de tres estudios realizados por investigadores del hospital infantil de Cincinnati destacó los riesgos provocados por la contaminación del aire en la salud mental de los niños
  • La exposición a corto plazo a la contaminación del aire se relacionó con una mayor demanda en el departamento de emergencias del hospital infantil de Cincinnati por problemas psiquiátricos, particularmente para el trastorno de adaptación y las tendencias suicidas
  • La exposición a la contaminación del aire debido al tráfico se relacionó con síntomas de ansiedad generalizada y un aumento de myo-inositol, un marcador de inflamación en el cerebro, en niños de 12 años
  • La exposición a la contaminación del aire debido al tráfico a temprana edad y en la infancia estuvo estrechamente relacionada con los síntomas de depresión y ansiedad en niños de 12 años

A nivel mundial, el 93 % de los niños viven en áreas con contaminación del aire a niveles superiores a las directrices establecidas por la Organización Mundial de Salud (OMS). Además, más de 1 de cada 4 muertes entre niños menores de 5 años está relacionada con riesgos ambientales, incluida la contaminación del aire.

Cuando la mayoría de las personas piensan en los riesgos para la salud relacionados con el aire contaminado, lo primero que les viene a la mente son los problemas respiratorios y, de hecho, en 2016 la contaminación del aire ambiental (exterior) y dentro del hogar influyó en los casos de infecciones del tracto respiratorio que provocaron 543 000 muertes en niños menores de 5 años.

Sin embargo, la contaminación del aire afecta todo el cuerpo y no solo contribuye con los riesgos físicos, sino también con los problemas de salud mental.

Un conjunto de estudios realizados por investigadores del hospital infantil de Cincinnati, en colaboración con investigadores de la Universidad de Cincinnati, ha destacado los riesgos provocados por la contaminación del aire en la salud mental de los niños.

Tres estudios relacionan la contaminación del aire con riesgos para la salud mental

En el primer estudio, publicado en Environmental Health Perspectives, los investigadores analizaron la relación entre las visitas a la sala de emergencias y la exposición a partículas finas (PM 2.5), que se refiere al polvo, la suciedad, el hollín y las partículas de humo menores a 2.5 micrómetros de diámetro.

El reporte de la OMS reveló que, en los países de bajos y medianos ingresos, el 98 % de los niños menores de 5 años están expuestos a partículas finas a niveles superiores de los establecidos por las directrices de calidad del aire de la OMS.

El estudio publicado en Environmental Health Perspectives reveló que la exposición a corto plazo a la contaminación del aire se relacionó con una mayor demanda en el departamento de emergencias del Hospital Infantil de Cincinnati para problemas psiquiátricos, particularmente para el trastorno de adaptación y las tendencias suicidas.

Además, se observó que la contaminación del aire afectó la salud mental de los niños que viven en barrios de alta pobreza. El autor principal del estudio, Cole Brokamp, Ph. D., del Hospital Infantil de Cincinnati, dijo en un comunicado de prensa:

"Este estudio es el primero en mostrar una relación entre los niveles diarios de contaminación del aire exterior y el aumento de los síntomas de los trastornos psiquiátricos, como la ansiedad y las tendencias suicidas, en niños.

Se necesitan realizar más investigaciones para confirmar estos hallazgos, pero esto podría conducir a nuevas estrategias de prevención para los niños que experimentan síntomas relacionados con un trastorno psiquiátrico".

La contaminación del aire puede causar inflamación cerebral y síntomas de ansiedad

El segundo estudio, publicado en la edición de agosto de 2019 de Environmental Research, analizó la exposición a la contaminación del aire relacionada con el tráfico (TRAP) en el metabolismo cerebral y los síntomas de ansiedad generalizada en niños de 12 años.

La exposición reciente a TRAP se relacionó con síntomas de ansiedad generalizada y aumento de myo-inositol, un marcador de inflamación en el cerebro.

"Este es el primer estudio en niños que utiliza la neuroimagen para relacionar la exposición a la TRAP, la desregulación de metabolitos en el cerebro y los síntomas de ansiedad generalizada entre los niños sanos", concluyeron los investigadores. "La TRAP puede provocar neurotransmisión excitadora atípica y respuestas inflamatorias gliales que provocan un aumento en los niveles de metabolitos y los síntomas subsecuentes de ansiedad".

El tercer estudio, también publicado en Environmental Research, encontró que la exposición temprana a la TRAP, así como la exposición durante la infancia, se relacionó de manera significativa con la depresión y los síntomas de ansiedad en niños de 12 años de edad.

Previamente, se había reportado una relación similar entre la contaminación del aire y la salud mental entre los adultos, sin embargo, este estudio sugirió que los efectos también pueden ocurrir en niños expuestos a la contaminación del aire.

"En conjunto, estos estudios contribuyen al creciente cuerpo de evidencia de que la exposición a la contaminación del aire durante a temprana edad y la infancia puede contribuir con el desarrollo de depresión, ansiedad y otros problemas de salud mental en la adolescencia", dijo en un comunicado de prensa Patrick Ryan, Ph. D., autor principal del estudio publicado en Environmental Health Perspectives.

"Se necesitan realizar más investigaciones para replicar estos hallazgos y descubrir los mecanismos subyacentes que provocan estas relaciones".

Investigaciones previas también han encontrado que vivir en un área con niveles elevados de contaminación del aire está relacionado con una menor función cognitiva y trastornos del sueño.

"La evidencia de que la exposición a la contaminación del aire afecta la estructura del cerebro se encontró por medio de resonancias magnéticas (MRI) de los participantes en el estudio Framingham Offspring, lo que indica que una mayor exposición a PM2.5 se relaciona con una reducción en el volumen cerebral total", según el reporte de Royal College of Physicians.

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Por qué los niños son más vulnerables a la contaminación del aire

Cuando los niños están expuestos a contaminantes, son aún más vulnerables que los adultos, en parte porque sus cuerpos (incluidos sus pulmones y cerebros) aún se están desarrollando, lo que los pone en mayor riesgo de inflamación y otros problemas de salud. Además, tienen una esperanza de vida más larga, lo que da más tiempo para que aparezcan tales enfermedades.

Según la OMS, una combinación de "factores conductuales, ambientales y fisiológicos" hace que los niños sean particularmente susceptibles a la contaminación del aire, y agrega:

“[Los niños] respiran más rápido que los adultos, absorben más aire y, con él, más contaminantes. Los niños viven más cerca del suelo, donde algunos contaminantes alcanzan concentraciones máximas. Pueden pasar mucho tiempo al aire libre, jugando y realizando actividades físicas en aire potencialmente contaminado.

Mientras tanto, los recién nacidos y los bebés pasan la mayor parte del tiempo en espacios cerrados, donde son más susceptibles a la contaminación del aire dentro del hogar, ya que están cerca de sus madres mientras cocinan con productos y dispositivos contaminantes... En el útero, son vulnerables a la exposición a los contaminantes de sus madres.

La exposición antes de la concepción también puede imponer riesgos latentes en el feto".

La exposición a la contaminación del aire también se ha relacionado con problemas con el crecimiento del cerebro fetal. Un reporte de la OMS analizó los estudios publicados en los últimos 10 años e incluyó aportaciones de docenas de expertos para revelar algunos de los principales riesgos que la contaminación del aire representa para los niños. Como, por ejemplo:

Resultados adversos del nacimiento: esto incluye bajo peso al nacer, parto prematuro, muerte fetal y bebés que nacieron con tamaño pequeño para su edad gestacional.

Mortalidad infantil: a medida que aumentan los niveles de contaminación, también incrementó el riesgo de mortalidad infantil.

Desarrollo neurológico: la exposición a la contaminación del aire puede arrojar resultados más bajos en las pruebas cognitivas, efectos negativos en el desarrollo mental y motor de los niños, y también podría influir en el desarrollo de autismo, así como trastorno por déficit de atención e hiperactividad.

Obesidad infantil

Función pulmonar: la exposición prenatal a la contaminación del aire se relaciona con un deterioro en el desarrollo y función pulmonar durante la infancia.

Infección respiratoria aguda en las vías inferiores: incluyendo a la neumonía

Asma: la exposición a la contaminación del aire ambiental puede incrementar el riesgo de asma y exacerbar los síntomas de asma infantil.

Infección auditiva

Cáncer infantil: incluyendo retinoblastomas y leucemia

Problemas de salud durante la adultez: las pruebas sugieren que la exposición prenatal a la contaminación del aire podría aumentar el riesgo de enfermedad pulmonar crónica y enfermedad cardiovascular en el futuro.

La contaminación del aire interfiere con el sueño

La investigación presentada en la Conferencia Internacional 2017 de la American Thoracic Society (ATS) sugirió que la mala calidad del aire también puede interferir con el sueño.

Las personas con mayor exposición al NO2 (dióxido de nitrógeno, que es la contaminación del aire relacionada con el tráfico) tenían una probabilidad 60 % mayor de tener una baja eficiencia del sueño durante un período de cinco años en comparación con las personas con menor exposición.

Entre las personas expuestas al mayor nivel de contaminación por partículas finas, tenían una probabilidad 50% mayor de baja eficiencia del sueño.

Los investigadores sugirieron que el efecto podría estar relacionado con los efectos de la contaminación del aire en el "sistema nervioso central y las áreas del cerebro asociadas con el control de la respiración y el sueño".

El sueño, a su vez, está estrechamente relacionado con la salud mental, por lo que una forma en que la contaminación del aire puede contribuir con los síntomas de salud mental podría ser al alterar el sueño.

Mientras tanto, investigaciones previas sugieren que los niños con trastornos del estado de ánimo o síntomas emocionales negativos pueden ser más vulnerables a los daños de la exposición a la contaminación del aire.

En otras palabras, entre las personas con peor salud mental, la contaminación del aire puede provocar riesgos físicos como aumento en la frecuencia cardíaca y presión arterial, así como una función pulmonar deficiente, en comparación con aquellos con mejor salud mental.

Por lo tanto, una enfermedad mental podría determinar potencialmente una población con mayor riesgo de efectos adversos para la salud a causa de la contaminación del aire.

La agricultura es una fuente primordial de contaminación del aire

La mayor parte de la contaminación global por partículas en el aire proviene de la combustión de combustible, siendo el carbón el "combustible fósil más contaminante del mundo". Incluso en los Estados Unidos, se estima que unas 200 000 muertes prematuras son causadas por emisiones de combustión, incluida la de vehículos y generación de energía.

Sin embargo, la investigación publicada en la revista Geophysical Research Letters demostró que, en ciertas áreas densamente pobladas, las emisiones de la agricultura superan con creces a otras fuentes de contaminación del aire por partículas. El estudio encontró que en Europa, el este de los Estados Unidos y China, la agricultura es una fuente importante de PM2.5. Además:

“En los últimos 70 años, las emisiones globales de amoníaco se han más que duplicado, de 23 Tg/año a 60 Tg/año. Este aumento se atribuye por completo a las emisiones de NH3 [amoníaco] de la agricultura, con un uso de fertilizantes de N que contribuye al 33 % y la producción ganadera al 66 %.

Las emisiones de la producción ganadera provienen de las operaciones de alimentación animal, sistemas de almacenamiento, estiércol y pastoreo”.

El amoníaco es uno de los subproductos de fertilizantes y desechos animales. Cuando el amoníaco llega a las áreas industriales, se combina con la contaminación causada por la quema de combustibles fósiles, lo cual genera la creación de micropartículas. Los trabajadores de operaciones concentradas de alimentación animal (CAFOs, por sus siglas en inglés) y habitantes vecinos reportan mayor incidencia de asma, cefaleas, irritación ocular y náuseas.

La investigación publicada en American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine también reveló que los marcadores de la función pulmonar estaban relacionados con la distancia entre sus viviendas y las CAFOs.

Protéjase del aire contaminado

La contaminación del aire representa una amenaza silenciosa pero insidiosa para la salud humana, de la cual puede ser difícil escapar dependiendo del lugar en el que viva y trabaje. De hecho, la OMS, informó que solo el 8 % de las personas en todo el mundo respira aire que cumple con sus estándares.

Un paso importante es fortalecer su cuerpo con vegetales y grasas ricos en propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a protegerlo del daño que causa la contaminación del aire. Algunas de sus mejores opciones incluyen:

Grasas omega-3: Son antiinflamatorias, y en un estudio de 29 personas de mediana edad, tomar un suplemento de grasas omega-3 de origen animal redujo algunos de los efectos adversos en la salud cardíaca y los niveles de lípidos, incluidos los triglicéridos, producidos por la exposición a la contaminación del aire (el aceite de oliva no tuvo el mismo efecto).

Germinado de brócoli: Se demostró que el extracto de germinado de brócoli previene la respuesta nasal alérgica que se produce al exponerse a partículas en el escape de diesel, de modo que los investigadores sugirieron que el brócoli o germinado de brócoli podrían tener un efecto protector sobre la función de la contaminación del aire en enfermedades alérgicas y asma.

Incluso, una bebida a base de germinado de brócoli mejoró la desintoxicación de algunos contaminantes en el aire entre los residentes de una región altamente contaminada de China.

Vitaminas C y E: Entre los niños con asma, la suplementación con antioxidantes, incluidas las vitaminas C y E, ayudó reducir el impacto de la exposición al ozono en sus vías respiratorias.

Vitaminas B: Un ensayo a pequeña escala en humanos encontró que altas dosis de una combinación de vitaminas B6, B9 y B12 compensan por completo el daño causado por partículas muy finas en la contaminación del aire.

Al tomar altas dosis de suplementos por cuatro semanas, redujo entre un 28 % y 76 %, el daño genético en 10 áreas genéticas, protegió el ADN mitocondrial de los efectos dañinos de la contaminación y ayudó a reparar parte del daño genético.

Cuidar la calidad del aire interior también es importante, ya que la mayoría de las personas pasan la mayor parte del tiempo dentro de su hogar. De hecho, las personas que viven en los Estados Unidos, no solo pasan cerca del 90 % de su tiempo en el interior, sino que algunos contaminantes pueden concentrarse entre dos y cinco veces más en el interior que en el exterior.

Una medida sensata es simplemente abrir las ventanas para que entre aire fresco.

Instalar un ventilador en el ático también puede ayudar a traer aire fresco a su hogar, mientras que la instalación de ventiladores de cocina y baño que ventilen hacia el exterior puede ayudar a eliminar los contaminantes de estas habitaciones. Los siguientes pasos ayudarán aún más a mejorar la calidad del aire interior:

Considerar un ventilador de recuperación de calor (HRV, por sus siglas en inglés) — Ya que la mayoría de las casas nuevas son herméticas y, por lo tanto, más eficientes energéticamente, en donde el intercambio de aire con el exterior es un desafío. Algunos constructores ahora instalan sistemas de HRV para ayudar a prevenir la condensación y el crecimiento de moho, así como para mejorar la calidad del aire en interiores.

Si no puede pagar un HRV, abra sus ventanas y encienda los extractores de aire del baño y la cocina para ventilar el aire hacia el exterior. Solo tiene que hacerlo entre 15 a 20 minutos al día y se recomienda esto en verano e invierno, es decir en épocas del año en donde la temperatura exterior se asemeje más a la temperatura interior.

Hacer mantenimiento a los aparatos de quema de combustible — Los calentadores de gas natural, estufas, hornos, calentadores de agua, calefactores, ablandadores de agua y otros artículos que queman combustible pueden desarrollar fugas, así como derramar monóxido de carbono y dióxido de nitrógeno.

Mantener la humedad en interiores por debajo del 50 % — El moho crece en ambientes húmedos y mojados. Utilice un deshumidificador y aire acondicionado para mantener la humedad por debajo del 50 %. Mantenga las unidades limpias para no generar una mayor contaminación.

No fumar en lugares cerrados — Solicite a los fumadores que fumen en el exterior. El humo pasivo de cigarrillos, pipas y cigarros contiene más de 200 sustancias químicas cancerígenas conocidas, que ponen en peligro la salud.

No utilizar velas aromáticas, desodorantes ambientales ni productos de limpieza peligrosos — Las velas y los desodorantes ambientales liberan VOCs peligrosos dentro del hogar. Mejor, retire toda la basura de su hogar tantas veces como sea necesario y mantenga la ropa sucia alejada de las zonas habitadas. Limpie con suministros menos peligrosos, como el vinagre blanco y el bicarbonato de sodio, y añada aceites esenciales para un aroma más limpio.

Evaluar la cantidad de radón — El radón es un gas incoloro e inodoro relacionado con el cáncer de pulmón. Puede quedar atrapado debajo de su casa durante la construcción y con el tiempo, puede filtrarse en el sistema de aire. Los kits de prueba de radón son una manera rápida y económica de determinar la exposición.

Limpiar los conductos de aire y cambiar los filtros — Los conductos de aire de las unidades de calefacción y aire acondicionado pueden ser una fuente de contaminación dentro del hogar. Si existe moho, acumulación de polvo y escombros o si los conductos se han convertido en hogar para parásitos, es momento de comunicarse con un profesional. Cambie los filtros del horno cada tres meses o antes si parecen estar sucios.

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