El nivel de BPA en su cuerpo puede ser 44 veces más elevado de lo que le han dicho

Análisis escrito por Dr. Joseph Mercola Datos comprobados

exposición al BPA

Historia en Breve

  • Las pruebas independientes muestran que pudo haber subestimado su nivel de exposición al BPA ya que las nuevas mediciones encuentran algunos niveles 44 veces más altos
  • Los autores sostienen que la FDA utiliza pruebas inadecuadas que subestiman los niveles de este químico disruptor endocrino
  • Aunque el gobierno cree que hay suficiente evidencia para eliminar el BPA de los artículos infantiles, aún permanece en los productos que utilizan las mujeres embarazadas
  • La FDA se niega en cambiar su metodología de prueba y se aferra a la idea de que el BPA no representa ningún riesgo para la salud e ignora la creciente evidencia de los estudios revisados por expertos
  • Considere tomar medidas para reducir su exposición al BPA y otros disruptores endocrinos, que incluyen usar solo envases vidrio para almacenar alimentos, consumir alimentos frescos y enteros, y si es necesario, hacer que se analice y filtre el agua del grifo

El BPA se creó en 1891. En la década de 1930, los científicos descubrieron que el químico imita la hormona del estrógeno en el cuerpo, que se conoce como un disruptor endocrino. En la década de 1950, el BPA se usaba en la industria como un químico para producir plástico fuerte y a menudo transparente.

Y en 2011 y 2012 la Unión Europea prohibió el BPA en biberones antes de que la FDA lo hiciera. Según la Agencia de Protección Ambiental, el químico se usa en plásticos de policarbonato presente en todas las industrias, incluida la industria alimentaria.

Los grupos de vigilancia ciudadana le solicitaron a la FDA que eliminara el BPA del empaque que está en contacto con los alimentos, pero por desgracia, esos esfuerzos se han visto frustrados. La FDA cree que "la información disponible respalda la seguridad del BPA para los usos aprobados en envases y empaques de alimentos".

De forma contraria al enfoque de la FDA, la EPA cree que el BPA es un "tóxico para la reproducción, el desarrollo, toxina sistémica en estudios animales y un poco estrogénico, pero hay dudas sobre su impacto potencial en la salud de los niños y el medio ambiente".

Se cree que el envasado de los alimentos es la principal de exposición del BPA en humanos. Sin embargo, un estudio realizado por el Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental descubrió que la vida media del BPA, o el tiempo que tarda la mitad de la cantidad consumida en metabolizarse, es mucho más lento de lo esperado.

Al usar técnicas de prueba tradicionales, los investigadores analizaron muestras de participantes en ayunas. Dado que los niveles de BPA no disminuyeron tan rápido como se esperaba, teorizaron que existe la acumulación de BPA en el tejido corporal o la grasa y es una importante exposición no alimentaria, o ambas.

Prueba independiente demuestra niveles de BPA más altos que los publicados

Además de durar más tiempo en el cuerpo, la nueva información demuestra que las pruebas tradicionales que utilizan las agencias gubernamentales pueden haber subestimado su exposición al BPA. Los investigadores7 desarrollaron una nueva prueba para medir los metabolitos de BPA presentes después de que el cuerpo comienza a descomponer el químico.

Tras el análisis de los datos, los autores argumentaron que las pruebas tradicionales que se utilizan para medir el BPA en el cuerpo no son exactas. Las pruebas que usa la FDA miden indirectamente la presencia de BPA mediante la conversión de metabolitos a BPA a través de una vía enzimática. En su investigación de antecedentes, los científicos encontraron:

"Los estudios experimentales y epidemiológicos que proporcionan evidencia convincente de una relación entre el aumento de la exposición a productos químicos disruptores endocrinos (contaminantes ambientales con potencial para perturbar el desarrollo y la función del sistema endocrino) y un incremento en enfermedades no transmisibles, incluida la mayoría de los aspectos del síndrome metabólico".

Un experto de la Universidad Estatal de Washington le dijo a Gizmodo que existía la suposición de que el método original sería exacto. Sin embargo, el equipo de investigación encontró niveles más altos de BPA al usar su método de prueba. Se encontraron niveles 44 veces más elevados que lo estimado por las pruebas gubernamentales.

Uno de los investigadores habló con Gizmodo y dijo que las implicaciones son muy preocupantes para las personas que presentan una exposición alta, ya que es posible que a los programas actuales de detección ignoren por completo a aquellos con un alto riesgo.

Incluso, esto podría aumentar la dificultad para conocer los extensos impactos del BPA en la salud. Aunque el impacto de los niveles más altos aún está bajo investigación, las garantías de la FDA de que hay poco de qué preocuparse son cuestionables ya que se puede subestimar la escala de exposición.

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Implicaciones del nuevo método de prueba para el BPA

El BPA puede ser el cartel de los productos químicos tóxicos en los medios convencionales, pero el nuevo método de prueba revela que podrían existir otras implicaciones para otros productos químicos. Después de un año de investigación, Environmental Health News (EHN) encontró "ignorancia deliberada" por parte de la FDA en el manejo de la ciencia detrás del BPA.

Llegaron a la conclusión de que los reguladores podrían "operar al margen de la integridad científica, posiblemente con la intención de mantener intactas las pruebas actuales y el régimen regulatorio y evitar el escrutinio". EHN leyó cientos de correos electrónicos bajo la Ley de Libertad de Información. Después de analizar los datos, escribieron:

  • "La FDA y los científicos de la industria continúan con métodos de estudio de hace décadas que no detectan los efectos que están relacionados con la exposición al BPA".
  • "Los correos electrónicos entre empleados federales sugieren un esfuerzo por ignorar la evidencia de daño";
  • "La FDA manipulo los Métodos de interpretación de datos";
  • "Hubo un fuerte desacuerdo entre los reguladores de la FDA y los funcionarios de salud de los Institutos Nacionales de Salud sobre la seguridad del BPA y los mensajes que se transmiten al público".

Los periodistas de investigación de EHN creen que el análisis en el estudio de características respalda los argumentos de que las pruebas de la FDA son inadecuadas. Laura Vandenberg es investigadora de salud en la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Massachusetts-Amherst. Ella no participó en el estudio, pero discutió los resultados con EHN.

Como ella lo describe, la evaluación química puede incluir una evaluación de la cantidad de producto químico que encuentra en productos de consumo o alimentos que impulsan la exposición. Luego se realiza una evaluación de laboratorio basada en mediciones de exposición humana.

Vandenberg señala que cuando las evaluaciones de exposición no son precisas, pueden alterar todo el resultado. Este estudio destaca la necesidad de estandarizar la medición directa de los metabolitos y puede tener un impacto significativo en la medición de otros químicos tóxicos en el medio ambiente.

Se consideró el BPA como una hormona farmacológica

En la década de 1930, después de que se descubrió que el BPA imitaba la actividad del estrógeno, la industria farmacéutica quería convertirlo en una hormona farmacológica. En su lugar, eligieron otro estrógeno sintético, dietilestilbestrol (DES, por sus siglas en ingles) que se prescribió a millones de mujeres embarazadas durante 30 años siguientes antes de que se descubrieran los riesgos para la salud.

El BPA luego se usó en la industria química. En 1963 lo aprobaron para envases de alimentos y bebidas y lo clasificaron "generalmente considerado como seguro" (GRAS). El argumento era que la sustancia química se había utilizado en productos de consumo durante años sin causar daños evidentes.

Treinta años después, en 1993, fue el tiempo que tardó en documentarse los efectos dañinos del DES, los científicos de Stanford descubrieron que el BPA se filtraba de los frascos de laboratorio. Los primeros estudios que documentaron el daño a la salud se publicaron en 1997, cuando los científicos demostraron en un estudio en animales que la exposición a pequeñas cantidades cambiaba el sistema reproductivo y la próstata.

Para el 2008, Canadá decidió que ya existía suficiente evidencia para demostrar los posibles efectos en la salud de los bebés y lo retiraron de los biberones y los vasitos. Sin embargo, muchos de los sustitutos de BPA que se utilizan en productos hoy en tienen un químico similar al BPA y presentan riesgos parecidos.

En una revisión exhaustiva de la literatura, los investigadores identificaron 91 estudios que examinaron la relación entre el BPA y la salud humana. De ellos, 75 relacionan el BPA con efectos negativos para la salud perinatal, infantil y adulta.

CLARITY puede afectar el problema

La FDA codirigió un proyecto multimillonario llamado Consortium Linking Academic and Regulatory Insights on BPA Toxicity, o CLARITY. El proyecto lanzado en 2012 fue aparentemente para vincular datos de investigadores independientes con información toxicológica en poder del gobierno.

El proyecto CLARITY tuvo como objetivo resolver la disputa entre científicos independientes y el gobierno sobre cómo el BPA afecta la salud humana. EHN describe el argumento entre los dos campos como:

"Académicos con métodos modernos y una comprensión sofisticada de la fisiología humana versus científicos del gobierno y de la industria que se apoyan en la evaluación de la ciencia establecida de hace décadas para los químicos industriales".

A pesar de una larga lista de productos químicos de fabricación que son conocidos como disruptores endocrinos, la FDA se niega a cambiar su metodología de prueba y se aferra a la idea de que el BPA no representa ningún riesgo para la salud e ignora la creciente evidencia de estudios revisados por expertos.

La postura de la FDA sobre el BPA ignora los resultados de su propio comité científico establecido en 1982, que advirtió sobre el potencial de que las bajas concentraciones de productos químicos disruptores endocrinos se unieran a los receptores hormonales. El comité sintió que la tecnología futura podría revelar que la interferencia en el sistema endocrino tendría un efecto significativo en la salud humana.

El proyecto CLARITY fue un esfuerzo de colaboración entre la FDA y 14 científicos académicos, que se completó en septiembre de 2018. La FDA es coautora de un informe integrado de los resultados en los que se basarán los cambios a las regulaciones de Estados Unidos.

Al mismo tiempo, varios de los científicos académicos involucrados en el proyecto preparan una revisión independiente de los datos. Cheryl Rosenfeld, bióloga de la Universidad de Missouri e investigadora de CLARITY habló con EHN y dijo: "Muchos de nosotros no estamos deacuerdo con la FDA".

Reduzca su exposición a productos químicos disruptores endocrinos

El BPA es solo un químico disruptor endocrino que se encuentra en el envasado de alimentos y que se filtra de los plásticos a los alimentos. Como mencioné en artículos anteriores, puede reducir su exposición a BPA y los riesgos para la salud si considera estas sugerencias:

Consuma alimentos frescos. Los alimentos procesados y envasados son una fuente común de BPA y ftalatos, en especial los que vienen en latas o en plástico. Guarde sus alimentos y bebidas en contenedores de vidrio en lugar de plástico y evite usar plástico.

Nunca use plástico en un microondas ya que aumenta la liberación de químicos.

Tenga en cuenta que incluso los plásticos "libres de BPA" filtran otros productos químicos disruptores endocrinos que son tan perjudiciales como el BPA.

Busque productos fabricados por compañías que sean ecológicas, amigables con los animales, sostenibles, certificadas como orgánicas y libres de transgénicos.

Compre productos en botellas de vidrio en lugar de plástico o latas.

Analice el agua de su llave para asegurar que no tenga contaminante y fíltrela en caso de ser necesario.

Enséñele a sus hijos a no beber agua de la manguera del jardín para evitar productos químicos plásticos.

Tenga cuidado con los recibos de compra. Si acude de forma regular a alguna tienda, aliente a la gerencia a cambiar a tickets sin BPA.

Si le es posible, amamante a su bebé por lo menos durante el primer año (para evitar la exposición química a la alteración endocrina del empaque de fórmula infantil y biberones o chupones de plástico). Si lo alimenta con biberón, use biberones de vidrio en lugar de plásticos.

Elija juguetes hechos de materiales naturales para evitar productos químicos plásticos, en especial artículos que su hijo pueda chupar o masticar.

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