La pandemia podría causar una crisis de salud mental

Análisis escrito por Dr. Joseph Mercola Datos comprobados

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Historia en Breve

  • El Dr. Jeffrey A. Lieberman, psiquiatra del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Columbia, sugiere que el COVID-19 podría generar una crisis de salud mental
  • El sistema de atención de salud mental no está preparado para este desafío, en parte debido a las "deficiencias sistémicas" de la política de salud mental y el sistema de financiamiento
  • El mundo se enfrenta a niveles asombrosos de desempleo como resultado de la pandemia de COVID-19, mientras que el desempleo y la inseguridad financiera son factores importantes que afectan la salud mental, incluyendo el suicidio
  • El aislamiento social está empeorando la situación, ya que, de las personas en aislamiento, el 34 % experimentó niveles elevados de angustia psicológica, que podría incluir ansiedad o depresión
  • Utilizar la tecnología para conectarse con otras personas puede ayudar a manejar esta soledad y también es una buena idea establecer un límite para ver las noticias o usar las redes sociales, especialmente si generan ansiedad

Estados Unidos ya estaba al borde de una crisis de salud mental antes del COVID-19. El estrés, que abarca desde el aislamiento y la ansiedad hasta el desempleo y la enfermedad, ahora amenaza con generar una emergencia de salud mental en los Estados Unidos.

El Dr. Jeffrey A. Lieberman, explicó en Medscape Psychiatry varios avances que se han logrado en la salud mental, así como los avances científicos que se han logrado para comprender las enfermedades mentales y los cambios positivos en la sociedad hacia los que padecen enfermedades mentales. Sin embargo, tales avances hacen poco para compensar el triste estado de la atención de la salud mental en los Estados Unidos.

"La realidad es que la atención de alta calidad no está disponible para la mayoría de las personas", explicó Lieberman, psiquiatra del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Columbia. "Es alarmante la falta de estrategia y acceso en medio de desastres como el COVID-19, que pueden causar traumas psicológicos considerables".

Fallas en el sistema de atención de salud mental

La pandemia de COVID-19 ha alterado la vida de los Estados Unidos de una manera sin precedentes, al aislar a más de 280 millones de personas, y generar más de 3.2 millones de reclamos de desempleo durante la semana del 21 de marzo del 2020.

Según Lieberman, el sistema de atención de salud mental no está preparado para este desafío, al declarar que existen "deficiencias sistémicas en la política y el financiamiento de salud mental de nuestro país". Y añadió lo siguiente:

“Estos engloban los esfuerzos de los mejores departamentos y los médicos más dedicados y talentosos. Falta la infraestructura, la fuerza laboral y la capacidad para ofrecer los tratamientos que hemos desarrollado y probado y que deberían estar disponibles para las personas. No tenemos el alcance ni la escala de los servicios para cumplir con la necesidad de atención de salud mental de nuestro país".

Tratar las enfermedades mentales requiere de múltiples modalidades, enfocadas no solo a los síntomas médicos sino también a las habilidades sociales, el apoyo laboral, el tratamiento por abuso de sustancias y la atención residencial, según sea necesario. Sin embargo, no existe un centro integral que ofrezca a los pacientes de salud mental todos estos servicios en una sola ubicación. "Simplemente no existen en un solo lugar", explicó Lieberman, y agregó:

“Además del acceso limitado y la falta de alcance de los servicios, existe la parte de la calidad de la atención. Me duele decir que la calidad de la atención es muy variable y no es lo que debería ser. La atención carece de la consistencia y estandarización que se brinda en la mayoría de las otras disciplinas médicas. En consecuencia, demasiadas personas reciben una atención limitada o deficiente”.

¿Qué significa esto para las personas que luchan con enfermedades mentales o para aquellos que desarrollan nuevos síntomas de ansiedad, depresión y otros desafíos psicológicos? SANE, una organización benéfica de salud mental con sede en el Reino Unido, explicó en un comunicado sobre el COVID-19 que es inevitable una crisis de salud mental.

Marjorie Wallace, directora ejecutiva de SANE, declaró que su línea de ayuda ha recibido cada vez más llamadas de personas que sufren de depresión, ansiedad, pánico y trastorno obsesivo compulsivo, "que están sufriendo mucha angustia".

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El 80 % de las personas que llaman a la línea de ayuda hablan sobre el suicidio

Al mostrar la magnitud del problema, Wallace declaró: "Ya el 80 % de las personas que llaman consideran autolesionarse o suicidarse, y tememos que esto podría suceder si no logran comunicarse con nosotros o encontrar otra ayuda".

Las tasas de suicidio aumentaron en los Estados Unidos entre 1999 y el 2016, lo que la convierte en la décima causa principal de muerte. En el 2016, casi 45 000 personas de 10 años o más cometieron suicidio, y más de la mitad no tenía ningún problema de salud mental diagnosticado.

"Problemas en las relaciones, pérdidas, abuso de sustancias, problemas de salud física y estrés laboral, monetario, legal o de vivienda contribuyeron al riesgo de suicidio", señalaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), pero añadieron: "El suicidio rara vez es causado por un solo factor".

Las tasas de suicidio en los Estados Unidos, variaron desde un mínimo de 6.9 por 100 000 residentes al año en Washington hasta un máximo de 29.2 por año en Montana, y esto fue antes de las presiones provocadas por el COVID-19. De acuerdo con la línea de vida para la prevención del suicidio:

“Los brotes de enfermedades infecciosas como el COVID-19, así como otros eventos de salud pública, pueden generar angustia emocional y ansiedad. Es común sentirse ansioso, confundido, abrumado o impotente durante un brote infeccioso, especialmente frente a un virus con el que las personas no están familiarizadas. Estos sentimientos de angustia y ansiedad pueden ocurrir incluso si no existe un riesgo elevado de enfermarse".

El desempleo aumenta el riesgo de suicidio y depresión

Estados Unidos enfrenta niveles asombrosos de desempleo como resultado de la pandemia de COVID-19. Según el Departamento de Trabajo de los Estados Unidos, La semana del 21 de marzo del 2020 registró el nivel más alto de reclamos de desempleo en la historia de la serie desestacionalizada, mientras que las cifras probablemente subestiman el verdadero alcance del desempleo que se experimenta en los Estados Unidos.

El desempleo y la inseguridad financiera son factores importantes que afectan la salud mental, incluyendo el suicidio. Según los investigadores en The Lancet Psychiatry, "El desempleo afecta directamente la salud de las personas y, como era de esperar, los estudios han propuesto una relación entre el desempleo y el suicidio".

Los investigadores realizaron un estudio que analizó la relación entre el suicidio y el desempleo en 63 países entre 2000 y 2011, que incluyó la recesión económica del 2008.

El riesgo relativo de suicidio relacionado con el desempleo aumentó de un 20 % a un 30 % durante el período de estudio. Además, 1 de cada 5 de un estimado de 233 000 suicidios al año entre el 2000 y el 2011 estaban relacionados con el desempleo. Los investigadores declararon lo siguiente:

“Los suicidios relacionados con el desempleo alcanzaron una cifra nueve veces mayor de muertes que el exceso de suicidios que se atribuyó a la crisis económica más reciente. Las estrategias de prevención enfocadas en el desempleo y en el empleo son necesarias en tiempos difíciles y en tiempos de economía estable”.

Una encuesta de Gallup del 2014 también encontró que, "Mientras más tiempo pase una persona desempleada en los Estados Unidos, mayor será la probabilidad de que desarrolle una falta de bienestar psicológico". Además, la relación entre el desempleo y la depresión es fuerte.

En los Estados Unidos, la encuesta encontró que 1 de cada 5 personas que estuvieron desempleadas durante un año o más estaban siendo tratadas por depresión, lo cual duplica la tasa de los que estuvieron desempleados durante cinco semanas o menos. De acuerdo con Gallup:

"Gallup considera que las personas desempleadas tienen una probabilidad 12.4 % mayor de ser tratadas por depresión que aquellas personas con un trabajo de tiempo completo (5.6 %). Sin embargo, la tasa de depresión entre las personas sin un empleo de larga duración (según la Oficina de Estadísticas Laborales, las personas que han estado buscando trabajo durante 27 semanas o más), sube al 18.0 %".

Se encontró que las personas sentían una menor esperanza mientras más tiempo pasaban sin empleo. Mientras que 7 de cada 10 personas que no tuvieron empleo durante cinco semanas o más consideraban que encontrarían trabajo en las próximas cuatro semanas, lo cual disminuyó a 3 de cada 10 entre las personas que estuvieron desempleadas durante un año o más.

La soledad amenaza la salud mental

Además de los factores estresantes del desempleo y la tensión financiera, podemos encontrar a la soledad y el aislamiento, es decir, perjuicios psicológicos por sí mismos. Un estudio encontró que el aislamiento social aumenta hasta un 29 % la probabilidad de mortalidad, mientras que la soledad aumenta hasta un 26 % dicha probabilidad. Wallace de SANE señaló que esta experiencia varia de la siguiente manera:

“Para algunas personas, como los ancianos, este aislamiento puede ser desalentador. Para otros, cuatro meses en casa puede ser como un cambio en el estilo de vida, pero el aislamiento puede aparecer como un infierno para las personas que no tienen un hogar real o que viven en un lugar pequeño que no es tan agradable, como sucede con muchas personas”.

Cada vez son más las investigaciones que demuestran que la soledad tiene un costo significativo en la salud, ya que equivale a fumar 15 cigarros al día y se relaciona con un mayor riesgo de demencia. Y aunque el distanciamiento social puede estar ayudando a "detener la propagación" del COVID-19, sus efectos sobre la salud mental son cuestionables.

Una revisión de la evidencia, publicada en The Lancet en marzo del 2020, analizó el impacto psicológico del aislamiento y descubrió que, "La mayoría de los estudios informaron efectos psicológicos negativos, incluyendo síntomas de estrés postraumático, confusión e ira".

De las 2 760 personas en aislamiento, el 34 % experimentó niveles elevados de angustia psicológica, que podría incluir ansiedad o depresión. También se observaron varios factores estresantes, que incluyen los siguientes:

Mayor duración del aislamiento

Miedo a la infección

Frustración

Aburrimiento

Falta de suministros

Falta de información

Pérdidas financieras

Estigma

Según algunos investigadores, es posible experimentar efectos psicológicos duraderos, y el estudio de The Lancet concluyó: “En situaciones en las que se considera necesario el distanciamiento, los funcionarios deben aislar a las personas por un tiempo no mayor al necesario, así como ofrecer una justificación clara e información sobre protocolos, y garantizar los suministros suficientes".

Cómo proteger su salud mental durante la pandemia del COVID-19

En el video anterior, Julie Schiffman demuestra cómo usar las Técnicas de Libertad Emocional (EFT, por sus siglas en inglés) para aliviar la ansiedad y otras emociones provocadas por las noticias y la incertidumbre sobre esta pandemia o aislamiento.

Otra alternativa fácil es la Herramienta de Estrés de Primeros Auxilios de la Técnica Neuro-Emocional, o NET FAST. Firstaidstresstool.com también ofrece un excelente resumen que se puede imprimir con imágenes, que hasta un niño puede implementar. El procedimiento FAST se realiza de la siguiente forma:

  1. Mientras piensa en el problema que le molesta, coloque en la mano izquierda la muñeca derecha con la palma hacia arriba. Coloque tres dedos de su mano izquierda en su muñeca derecha donde pueda sentir su pulso.
  2. Coloque su mano derecha abierta sobre su frente. Inhale y exhale varias veces mientras se concentra en sentir el problema que le molesta.
  3. Cambie sus manos y repita los pasos 1 y 2.

El ejercicio también es de gran importancia, y existen numerosos ejercicios disponibles en línea que puede hacer en casa. La investigación publicada en The Lancet Psychiatry sugiere que ejercitarse durante 45 minutos de tres a cinco días a la semana puede ofrecer numerosos beneficios para la salud mental. Caminar al aire libre también es relajante y muy recomendable durante el distanciamiento, tan a menudo como sea posible.

Recuerde también que, incluso si está aislado en casa, es posible utilizar la tecnología para comunicarse con sus amigos y seres queridos. Conectarse con otros, incluso virtualmente, puede ayudarlo a combatir la soledad. También es una buena idea establecer un límite para ver las noticias o usar las redes sociales, especialmente si esto aumenta la ansiedad.

Si vive en los Estados Unidos y tiene pensamientos suicidas, comuníquese a la Línea de vida nacional para la prevención del suicidio al 1-800-273-8255 o envíe un mensaje de texto al 741-741. Si tiene pensamientos suicidas, llame al 911 para asistencia inmediata.