Las bayas de aronia podrían reducir el estrés oxidativo

Análisis escrito por Dr. Joseph Mercola Datos comprobados

bayas de aronia

Historia en Breve

  • El cuerpo obtiene antioxidantes de los alimentos y de la producción de superóxido dismutasa (SOD), glutatión, catalasa y glutatión peroxidasa
  • Las bayas de Aronia, también conocidas como chokeberries, tienen una actividad antioxidante 50 % mayor que las bayas comunes y aumentan los niveles de SOD
  • Asimismo, es posible aumentar los niveles de SOD con curcumina. Es necesario tener cuidado con los suplementos de zinc, ya que las cantidades muy elevadas reducen la SOD
  • El hidrógeno molecular es un antioxidante económico, que no tiene riesgos y ofrece enormes beneficios. La manera más sencilla de consumirlo es al disolver una tableta de hidrógeno molecular en agua

El cuerpo funciona de mejor manera cuando está en equilibrio, a esto se le conoce como homeostasis. Esto significa que, aunque algo puede ser beneficiosos, todo en exceso es malo.

El cuerpo también funciona de manera óptima bajo estrés. Por ejemplo, los músculos crecen y se fortalecen cuando tienen que realizar sus funciones. El sistema inmunológico crea anticuerpos al exponerse a un patógeno. Es posible crecer y desarrollarse de manera personal al sobrepasar los límites de la zona de confort.

Sin embargo, el cuerpo puede verse afectado y dañado con grandes cantidades de estrés. Como al estar expuesto a grandes cantidades de radicales libres. Esto genera estrés oxidativo, que es un desequilibrio entre los radicales libres y los antioxidantes. Las especies reactivas de oxígeno (ROS, por sus siglas en inglés) son radicales libres que son producidos por el metabolismo y ayudan en la señalización celular.

El cuerpo produce ROS de manera constante. Cuando no existen cantidades suficientes de antioxidantes para controlar las cifras, se crea el estrés oxidativo. Esto puede desarrollar varias enfermedades, como enfermedades neurodegenerativas, mutaciones genéticas, cáncer, enfermedades cardíacas y enfermedades inflamatorias.

El cuerpo utiliza dos tipos de antioxidantes

A nivel molecular, los radicales libres tienen un electrón desapareado. Esto los hace muy inestables, lo que daña sus estructuras celulares. El daño ocurre cuando los radicales libres roban un electrón de otra molécula. En un proceso que se le conoce como oxidación. Es posible detectar los signos de oxidación al cortar una manzana y dejarla reposar, ya que se observa cómo comienza a tornarse marrón en dos horas.

En pequeñas cantidades, los radicales libres ayudan a combatir infecciones, inhibir el envejecimiento y curar heridas. Pero son perjudiciales en grandes cantidades. El cuerpo tiene un mecanismo para ayudar a combatir el daño de las ROS al utilizar antioxidantes. Estas moléculas son diferentes ya que pueden donar un electrón y permanecer estables, lo que reduce el daño de los radicales libres.

Cuando se trata de nuestras defensas, más de un tipo de antioxidante está involucrado. En un grupo se encuentran los antioxidantes exógenos, que son moléculas que se forman en los alimentos y se pueden absorber cuando comemos dichos alimentos. Tal como sucede con la vitamina C, la astaxantina, los flavonoides y los polifenoles. Mantener un equilibrio entre las ROS dañinos y los antioxidantes también podría ayudar a combatir enfermedades infecciosas, como la gripe y el COVID-19.

El cuerpo también podría formar antioxidantes endógenos, como superóxido dismutasa, glutatión peroxidasas, glutatión y catalasa. Aunque es importante obtener suficientes antioxidantes por medio de los alimentos, los antioxidantes endógenos son como la primera línea de defensa para combatir las ROS, como la superóxido dismutasa (SOD).

El glutatión es muy importante para la salud y el estado físico. Es un antioxidante que puede mejorar la actividad de otros antioxidantes como las vitaminas C y E, CoQ10 y ácido alfa lipoico. Dado que el glutatión no se absorbe de manera adecuada de los alimentos, podría ser ideal aumentar sus niveles con el precursor N-acetil L-cisteína (NAC).

La SOD es otro poderoso antioxidante que el cuerpo produce y que es un factor importante en una variedad de enfermedades fisiológicas y patológicas como el cáncer, la artritis reumatoide, la diabetes y las enfermedades inflamatorias. Durante el metabolismo, se crea un radical superóxido agresivo. La SOD descompone esto en peróxido de hidrógeno y oxígeno molecular.

Asimismo, la acumulación de peróxido de hidrógeno en las células es perjudicial. En este punto, la catalasa, que es otro antioxidante endógeno, descompone el peróxido de hidrógeno en agua y oxígeno.

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Las bayas de aronia combaten el daño oxidativo

Es posible encontrar SOD en cada célula del cuerpo, así como entre las células. Cuando se producen cantidades adecuadas de esta enzima, el cuerpo está muy protegido frente a los daños del estrés oxidativo. Sin embargo, los niveles de SOD disminuyen con el envejecimiento. En una revisión, los investigadores discutieron la importancia para la salud y el bienestar, al explicar lo siguiente:

"Se ha sugerido que la suplementación diaria de SOD protege el sistema inmunológico, reduce las posibilidades de enfermedades de manera significativa y retrasa el proceso de envejecimiento".

La SOD es una metaloenzima, lo que significa que necesita un ion metálico para funcionar. Los investigadores han descubierto que los iones que están más unidos a SOD incluyen el zinc, hierro, manganeso y cobre. Se pueden encontrar grandes cantidades de SOD extracelular (SOD3) en casi todo el tejido humano. Muchas partes del cuerpo, incluyendo el corazón, tienen la capacidad de transcribir ARN SOD3 del ADN SOD, al elevar el nivel de producción.

Al revertir la pérdida de SOD, los científicos podrían reducir el estrés oxidativo y, como consiguiente, el riesgo potencial de muchas enfermedades crónicas. Existen dos maneras de aumentar los niveles:

  • Por medio de una fuente de SOD
  • Por medio de un precursor para ayudar al cuerpo a aumentar los niveles de producción

Introducción de la baya de aronia. En algunas partes del país se les conoce como chokeberries, en referencia a su sabor agrio. Esta baya es de color rojo y negro, mientras que las bayas rojas son más dulces que las negras. Son un arbusto nativo, perenne, caducifolio de América del Norte.

En un estudio del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), los investigadores encontraron que las bayas de aronia tenían una actividad antioxidante 50 % mayor que otras bayas más comunes. Además de los altos niveles de antioxidantes exógenos, las bayas de aronia pueden activar el factor nuclear 2 relacionado con el eritroide 2 (NRF2), un regulador muy importante de la acción antioxidante, que aumenta la producción de SOD.

La suplementación con extracto de bayas de aronia redujo el estrés oxidativo en las moscas de la fruta de manera tan impresionante que extendió su longevidad hasta un 18 %. También redujo el estrés oxidativo y la patogénesis de la colitis en un modelo animal.

El extracto de bayas moduló la actividad antioxidante mitocondrial y reguló de manera ascendente las enzimas antioxidantes, lo que impidió el agotamiento de los bajos niveles de glutatión y glutatión peroxidasa.

Factores que afectan la producción de antioxidantes endógenos

En la búsqueda de cómo elevar los niveles de SOD (hace casi 35 años), los científicos extrajeron la sustancia de la sangre del ganado y la inyectaron en las articulaciones de las personas con osteoartritis. Los resultados mostraron una mejora significativa. Sin embargo, otra investigación demostró resultados decepcionantes, por lo que no se desarrolló con fines comerciales.

Cuando se comparó la administración intraperitoneal y oral de SOD con naproxeno y dexametasona en un modelo animal, los resultados revelaron que la SOD redujo la lipoperoxidación. En los animales que recibieron los medicamentos, el 20 % de los que recibieron naproxeno murieron por hemorragias en el tracto gastrointestinal y el 50 % de los que recibieron dexametasona murieron por infecciones pulmonares.

Aún se desconoce cómo aumentar la cantidad y actividad de SOD en el cuerpo de manera natural. Aunque algunas plantas lo producen de manera natural, una vez que se consume, el ambiente hostil del tracto gastrointestinal lo destruye.

Al parecer, consumir extracto de bayas de aronia podría aumentar los niveles de SOD. En un estudio, los investigadores involucraron a 47 personas, de las cuales 22 estaban sanas y 25 tenían síndrome metabólico. Las personas con síndrome metabólico recibieron 100 mg de extracto de aronia tres veces al día durante dos meses. Este grupo experimentó una reducción en sus niveles de presión arterial y colesterol, mientras que sus niveles de SOD aumentaron de manera significativa.

Los investigadores también han encontrado que la suplementación con curcumina puede aumentar la SOD, la catalasa y glutatión peroxidasa, que son antioxidantes endógenos importantes. Este mismo efecto se encontró en la mosca de la fruta.

Es importante recordar que, la SOD debe tener iones metálicos para funcionar de manera correcta. Esta es una consideración importante, ya que algunas personas podrían estar tomando zinc para protegerse del COVID-19, la gripe y otras enfermedades infecciosas. En una discusión sobre la importancia del balance de zinc/cobre, Chris Masterjohn, Ph.D., explicó lo siguiente:

“Se ha demostrado el efecto negativo del zinc sobre el estado del cobre con tan solo 60 mg/d de zinc. Esta cantidad reduce la actividad de la superóxido dismutasa, una enzima importante para la defensa antioxidante y la función inmunológica que depende del zinc y del cobre.

En particular, 150 mg/día es la cantidad máxima de zinc que puede tomar para mantener un rango aceptable de zinc y cobre, además de mantener los niveles dentro del límite superior del cobre".

El hidrógeno molecular es un potente antioxidante

El hidrógeno molecular es otro antioxidante importante. Entre los muchos beneficios que ofrece está la capacidad de disminuir el exceso de estrés oxidativo e inflamación.

Como se discutió anteriormente, es importante recordar que el cuerpo necesita un equilibrio en todos los procesos, incluyendo el estrés. Al inhibir el exceso y daño del estrés oxidativo, el hidrógeno molecular ayuda a mantener la homeostasis. Esto significa que el objetivo es neutralizar el exceso de radicales libres, pero no todos.

En mi entrevista con Tyler W. LeBaron, fundador del Instituto de Hidrógeno Molecular sin fines de lucro, habló sobre la eliminación selectiva de los radicales libres. Para consultar la entrevista completa consulte el artículo: "El hidrógeno molecular: un efector hormético” en donde comenta lo siguiente:

"En ocasiones, los antioxidantes pueden empeorar el estrés oxidativo porque pueden aumentar los ciclos de reacción de Fenton y el ciclo redox, y terminar siendo potentes pro-oxidantes. Por lo que es algo complicado y tenemos que ser muy cautelosos.

Una de las razones por las que sabemos gas hidrogeno es seguro es porque no tiene el poder reductor o el potencial de neutralizar o reaccionar con algunos de estos oxidantes de señalización importantes, como el peróxido de hidrógeno, el oxígeno singlete, los radicales superóxido y el óxido nítrico. No tiene la capacidad de reaccionar con ellos, incluso in vitro, ya que, si solo se juntan los dos, no reaccionan".

El hidrógeno molecular reacciona con el radical hidroxilo, que es el radical más reactivo y oxidativo del cuerpo. Se convierte en agua inofensiva. El hidrógeno molecular es económico, no tiene riesgo y tiene un excelente potencial alcista. Para mayor información sobre sus beneficios, visite el artículo mencionado anteriormente. 

Cómo usar el hidrógeno molecular en casa

El hidrógeno molecular se absorbe en forma de gas. Como comentamos en la entrevista, la manera más sencilla de consumirlo es al disolver la tableta en agua pura. Es importante que la concentración sea elevada y que no se consuma de manera regular. 

Como explicó LeBaron, cuando la exposición es continua, pierde efectividad. En este momento, se necesitan más estudios para determinar la frecuencia adecuada.

Mientras tanto, puede ser adecuado adaptar la dosis a las circunstancias personales. Por ejemplo, si no experimenta mucho estrés y no hace mucho ejercicio, se recomienda consumirlo una vez al día. Por otro lado, si hace ejercicio intenso, se recomienda tomarlo un par de veces al día.

La dosis normal es una tableta en 500 ml o 16 onzas de agua. Es importante beber todo el vaso tan pronto como la tableta se disuelva y antes de que la nube de hidrogeno desaparezca. La velocidad de disolución de la tableta dependerá de la temperatura del agua. Es mejor usar agua a temperatura ambiente para que genere una mayor cantidad de gas cuando la tableta se disuelva por completo.

Es importante usar agua pura y no agua con gas, ya que contiene dióxido de carbono y dispersará el hidrógeno más rápido. El agua adquirirá un aspecto turbio por el hidrógeno que se disuelve. Es importante beberlo mientras el hidrógeno está suspendido sobre el agua.