¿Llevar una dieta cetogénica puede ayudarle a prevenir la gripe?

Análisis escrito por Dr. Joseph Mercola Datos comprobados

dieta cetogénica

Historia en Breve

  • En un estudio realizado con animales, el equipo de investigación descubrió que llevar una dieta cetogénica podría disminuir la frecuencia con la que se manifestaban los síntomas de la gripe; y descubrieron una mejor respuesta inmunológica en los pulmones al tener una mayor producción de mucosidad, que el equipo considera podría ser una medida importante para atrapar el virus y evitar que se propague
  • Las pruebas adicionales en un modelo animal encontraron que las cetonas o alimentación baja en carbohidratos/alta en grasas no eran las responsables de desencadenar la respuesta de forma independiente, sino la combinación de los dos factores inherentes en un plan nutricional cetogénico
  • Implementar la dieta cetogénica de una manera cíclica puede aumentar los beneficios y flexibilidad al planificar la alimentación. El enfoque de tres pasos es restringir los carbohidratos netos a 20 a 50 gramos por día, consumir entre el 50 % y 85 % de calorías de grasas saludables y limitar las proteínas a medio gramo por libra de masa corporal magra
  • Es importante mantener proporciones apropiadas para incitar al cuerpo a quemar grasas de forma efectiva. Una vez logrado, podría hacer ciclos de cetosis al consumir una mayor cantidad de carbohidratos una o dos veces por semana, y tener cuidado de elegir carbohidratos saludables
  • Llevar una alimentación cetogénica puede reducir la resistencia a la insulina, lo que podría facilitar el mantenimiento o pérdida de peso y reducir el riesgo potencial de una enfermedad cardíaca, cáncer, diabetes y enfermedad de Alzheimer. Reducir el proceso de la vía mTOR, que está relacionado con niveles más bajos de insulina, puede ralentizar el proceso de envejecimiento y disminuir el riesgo de cáncer

El virus de la gripe se diagnostica con mayor frecuencia durante los meses de otoño e invierno. No obstante, en los Estados Unidos puede detectarse durante todo el año. Si bien, la duración exacta puede variar, la mayor parte de la actividad comienza en octubre, alcanza su punto máximo en enero y febrero, y tiene como límite hasta mayo.

Asimismo, hay otros virus respiratorios presentes, que pueden causar enfermedades como una infección de gripe, por ejemplo, el rinovirus y virus sincitial respiratorio. La gripe, o virus de la gripe, no es una bacteria y, por lo tanto, no puede ser atendida con antibióticos.

La enfermedad es contagiosa y puede provocar un padecimiento leve a grave. Los expertos consideran que puede propagarse por medio de pequeñas gotas expulsadas cuando las personas enfermas tosen, estornudan o hablan.

En 2018, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades descubrieron que, en promedio, el 8 % de la población de los Estados Unidos la padecía durante la temporada de gripe. Las personas más propensas a contraerla son los niños, y los menos propensos a padecerla son los adultos mayores.

Una infección causada por el virus de la influenza es diferente de una provocada por los virus del resfriado. Los síntomas suelen ser repentinos y frecuentemente incluyen fiebre, dolores musculares y corporales, cefaleas, fatiga y tos o dolor de garganta. Sin embargo, los CDC han descubierto que no todas las personas que padecen gripe desarrollan fiebre.

Llevar una alimentación cetogénica puede protegerle contra la influenza

Un equipo de la Facultad de Medicina de Yale descubrió en estudios previos que llevar una dieta cetogénica podría disminuir la inflamación en ratones con gota. El equipo especuló que esta dieta podría tener un efecto similar sobre la inflamación en quienes padecen gripe, ya que tienen un historial de daños graves en los pulmones.

El equipo comprobó la teoría en un estudio de modelo animal pequeño, en el cual suministraron al grupo de intervención de ratones una dieta cetogénica alta en grasas y baja en carbohidratos, y al grupo de control, una alimentación estándar. Ambos grupos fueron infectados con la influenza A virulenta. Los investigadores encontraron que después de cuatro días, todos los ratones que recibieron una alimentación estándar estaban infectados, en comparación con el 50 % de los ratones que llevaron la dieta cetogénica.

Los ratones que llevaron una dieta cetogénica y se infectaron no perdieron tanto peso, una indicación de infección de gripe en animales. Los investigadores descubrieron que se manifestaba una respuesta inmunológica en los pulmones de los ratones que llevaban una dieta cetogénica, que según creían promovía la expansión de las células gamma T en los pulmones.

En otra etapa del estudio, los investigadores utilizaron ratones genéticamente modificados para que no produjeran células T gamma, para confirmar la importancia funcional de las células especializadas en el efecto de protección de los pulmones contra la infección. Los resultados sugieren que las células T gamma pueden mejorar la función de la barrera protectora en los pulmones.

Las células T gamma recubren los pulmones y promueven la producción de mucosidad, que es importante para la respuesta de protección, ya que atrapa al virus y puede evitar que se propague. Los investigadores encontraron que llevar una dieta cetogénica estimulaba una mayor resistencia antiviral, y concluyeron que podría ser una vía factible en la prevención de la gripe o mejora de los síntomas.

Luego, cuestionaron si las cetonas, mayores niveles de grasas o menores niveles de carbohidratos en la dieta cetogénica eran los que afectaban al sistema inmunológico de los ratones. Realizaron dos pruebas adicionales en las que los ratones consumían cetonas por medio de una bebida o alimentación alta en grasas y carbohidratos.

Los datos revelaron que la bebida no generaba efectos, mientras que la alimentación producía un mayor número de células T gamma, pero no mejoraba la protección contra el virus. Estos resultados indican que, al parecer se necesita cada factor de la dieta cetogénica para incrementar la producción de células T gamma y capacidad para protegerse contra el virus.

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¿Qué significa llevar una dieta cetogénica?

Como un número cada vez mayor de personas que padece una enfermedad crónica, cada vez es más evidente que el principal responsable es su alimentación. A menudo, la alimentación estadounidense estándar consiste en un exceso de proteínas, granos procesados, carbohidratos y azúcares refinados y añadidos. Así que, llevar este tipo de alimentación podría causar la resistencia a la insulina y leptina.

Como resultado, puede elevar el riesgo potencial de aumentar de peso, desarrollar inflamación crónica y volverse propenso al daño mitocondrial y celular. Al hacer la transición a una dieta cetogénica, podría reducir su riesgo y mejorar su salud en general.

Al llevar un plan nutricional cetogénico estándar, se enfoca en consumir grandes cantidades de grasas saludables. Puede establecer el objetivo del 70 % al 85 % de sus calorías totales de grasas saludables y un gramo de proteína por cada kilogramo de masa corporal magra. Sus carbohidratos netos no deben representar más del 4 % al 10 % de sus calorías diarias.

Dado que los requerimientos de energía podrían variar de una persona a persona, en función de las actividades físicas diarias, no hay un límite establecido para la cantidad de grasa que podría consumir. La mayoría de las calorías deben provenir de las grasas, y aun así debe limitar los carbohidratos y proteínas para mantener una dieta cetogénica estándar.

La dieta cetogénica cíclica proporciona mayor flexibilidad y beneficios

Al aplicar un enfoque cíclico para llevar una dieta cetogénica, puede incrementar los beneficios y tener una mayor flexibilidad para planear su alimentación. Hay una clave de tres partes para implementar este enfoque; primero, debe restringir los carbohidratos netos (carbohidratos totales sin fibra) a 20 a 50 gramos por día; segundo, debe obtener entre el 50 % y 85 % de sus calorías diarias de grasas saludables y; tercero, debe limitar el consumo de proteínas a medio gramo de proteína por libra de masa corporal magra.

Podría consumir vegetales de forma ilimitada, ya que están cargados de fibra y pueden ayudar a compensar los carbohidratos. Elimine los carbohidratos que provienen de granos, así como todas las formas de azúcar, incluyendo a las frutas con alto contenido de fructosa. Incluya fuentes saludables de grasas, como el aguacate, aceite de coco, grasas omega-3 de origen animal de pescados grasos, mantequilla, semillas, aceitunas y aceite de oliva.

Las nueces de macadamia y pecanas son ideales, ya que tienen un alto contenido de grasas saludables, pero bajos niveles de proteínas. En su lista de grasas saludables puede incluir a las yemas de huevo orgánico de gallinas camperas, productos orgánicos de animales alimentados con pasto, aceite MCT y mantequilla de cacao sin procesar. Evite todas las grasas trans y aceites vegetales, ya que causan más daño que consumir cantidades excesivas de carbohidratos.

Es importante mantener estas proporciones hasta que el cuerpo pueda quemar grasas como combustible. Utilice tiras de prueba cetogénica para confirmar que realiza el proceso de cetosis, y tome en consideración que podría tomarle un par de semanas o hasta algunos meses para que su cuerpo pueda quemar grasas con efectividad.

Dado que consumir demasiada cantidad de carbohidratos netos puede evitar la cetosis, puede aplicar herramientas de medición y monitoreo como una báscula de cocina, tazas para medir y contador de nutrientes, para asegurarse de mantenerse dentro de los límites. Una vez que el cuerpo queme grasas de forma efectiva y realice el proceso de cetosis, puede comenzar a hacer pausas y reiniciar de forma cíclica el proceso al consumir una mayor cantidad de carbohidratos netos una o dos veces por semana.

En los días que consuma altas cantidades de carbohidratos, puede triplicar la cantidad de carbohidratos netos para maximizar el beneficio biológico de la regeneración y renovación celular. Sin embargo, debo advertirle que lo mejor es elegir alternativas saludables, como los almidones resistentes a la digestión, así como evitar las papas fritas y bagels.

Para obtener más información sobre cómo las papas, arroz, pan y pasta son más resistentes a la digestión cuando se cocinan, enfrían y, luego, se calientan de nuevo, puede consultar mi artículo "Este truco sencillo podría aminorar el daño de los carbohidratos que no son saludables".

La dieta cetogénica puede proporcionar beneficios adicionales al control de peso

Muchas personas informan sentir mayor energía y tener más facilidad para perder o mantener su peso mientras implementan la dieta cetogénica. Estos beneficios podrían ser el resultado de cómo la cetosis apoya la salud mitocondrial y reduce la inflamación. A medida que el cuerpo quema grasas como combustible, el hígado produce cetonas, crea especies del oxígeno mucho menos reactivas y radicales libres secundarios.

Luego, esto puede disminuir el daño en las membranas celulares, mitocondriales, proteínas y ADN. Esta menor inflamación también puede tener un rol importante en el dolor crónico, incluyendo a problemas ortopédicos, como la osteoartritis. Otro estudio encontró que llevar una dieta cetogénica podría disminuir el dolor neuropático e inflamatorio.

Al igual que muchos de los factores de envejecimiento que se caracterizan por una inflamación de bajo grado, llevar una dieta cetogénica también podría disminuir el riesgo de envejecimiento prematuro. El efecto antiinflamatorio sobre el sistema nervioso central ha tenido un efecto impresionante sobre la epilepsia, así como otros trastornos neurológicos. Uno es la protección contra la enfermedad de Alzheimer, relacionado con la pérdida del lenguaje, capacidad de la memoria y concentración.

Los estudios también han demostrado el efecto positivo que puede tener la cetosis en quienes padecen lesiones cerebrales traumáticas, evento cerebral isquémico y autismo. En estudios realizados con animales, las personas que llevaban una dieta cetogénica durante 16 semanas demostraron mejor flujo sanguíneo hacia el cerebro, así como cantidades más abundantes de bacterias intestinales beneficiosas y menores niveles de glucosa en la sangre.

La resistencia a la insulina e hiperinsulinemia son factores clave en las enfermedades crónicas, incluyendo a la hipertensión arterial y aterosclerosis. Otras consecuencias podrían incluir a las enfermedades cardiacas, cáncer, diabetes y Alzheimer. Al mejorar la sensibilidad a la insulina, la dieta cetogénica puede ayudar a disminuir el riesgo potencial de desarrollar estas enfermedades, así como reducir los efectos fisiológicos.

La insulina también puede activar el objetivo de la rapamicina en mamíferos (vía mTOR). Esta es una vía importante para controlar la autofagia, el proceso de limpieza natural del cuerpo para destruir y eliminar las células dañadas viejas, y reemplazarlas por otras sanas. Este proceso tiene un rol esencial en el envejecimiento y desarrollo del cáncer.

Por lo tanto, para ralentizar el envejecimiento y reducir el riesgo de cáncer, debe inhibir la vía mTOR, para activar la autofagia y reciclar las proteínas. Es importante tomar en consideración que los niveles de insulina podrían activar la vía mTOR en mayor grado que el exceso de proteína.

Una protección natural contra la gripe sin efectos secundarios

Podría mejorar los efectos de llevar una dieta cetogénica cíclica, así como mantener en buen estado al sistema inmunológico, al combinarlo con el ayuno intermitente. Por el contrario, es importante evitar la vacuna contra la gripe.

Según las estimaciones de los CDC, del 15 de febrero de 2019, por medio de datos de 3 254 adultos y niños, la vacuna contra la gripe del período 2018-2019 contra la infección viral relacionada con una enfermedad respiratoria aguda que requiere atención médica, tuvo una efectividad global ajustada del 47 %.

Eso significa que la vacuna no pudo generar un efecto de protección durante más de la mitad del tiempo. Además, las personas que reciben la vacuna aún pueden transmitir el virus de la influenza a otros. Las personas que se vacunan durante dos temporadas seguidas podrían eliminar una mayor carga de virus de la influenza A. Según un metanálisis Cochrane de 2014, para evitar un solo caso de influenza, 71 personas deben recibir la vacuna.

La vacuna también puede elevar el riesgo de contraer otras infecciones más graves, no funciona de forma adecuada si toma estatinas y está relacionada con alguna discapacidad permanente, como la parálisis del síndrome de Guillain-Barré. Recibir vacunas también puede comprometer el estado inmunológico, lo que podría causar otros efectos adversos.

A través del uso de estrategias simples para apoyar un sistema inmunológico saludable, puede contrarrestar el estrés del cuerpo, incluyendo a los patógenos que lo enferman. Al mantener fortalecido su sistema inmunológico podría evitar la gripe.

La alimentación es un componente vital para conservar un sistema inmunológico saludable. Eso incluye alimentos con alto contenido de vitaminas y minerales. Obtenga información adicional en mi artículo anterior, "Principales Recomendaciones Para Mejorar Su Función Inmunológica", para ayudar a disminuir de forma natural el riesgo de enfermarse en esta temporada de gripe.