La intoxicación infantil por los medicamentos está en aumento

Análisis escrito por Dr. Joseph Mercola Datos comprobados

envenenamiento infantil por medicamentos intoxicacion

Historia en Breve

  • Entre el 2001 y el 2008, 453 559 niños fueron ingresados en un centro de salud luego de exponerse a una dosis potencialmente tóxica de un medicamento
  • Entre el 2001 y el 2008, las intoxicaciones infantiles accidentales por medicamentos aumentaron hasta un 22 %
  • Los medicamentos recetados fueron los responsables del 71 % de las lesiones graves, y tanto los opioides, los sedantes hipnóticos y los medicamentos cardiovasculares encabezan la lista de medicamentos que causan daños graves
  • El 51.5 % de los casos de intoxicación infantil involucraron medicamentos a los que se accedió por no estar en el empaque original a prueba de niños
  • Esto sucedió en el 49.3 % de los casos en medicamentos para el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, así como en el 42.6 % en los opioides

Además de causar una amplia variedad de efectos secundarios en aquellos que consumen medicamentos, el uso generalizado de los productos farmacéuticos también representa un grave riesgo para los niños.

A partir del 2016, casi la mitad de la población en los Estados Unidos consumía al menos un medicamento. El 24% involucró tres medicamentos o más, mientras que el 12.6 % involucró a más de cinco medicamentos diferentes. Según la Encuesta nacional de atención médica ambulatoria del 2016, el 73.9 % de todas las visitas al médico también incluyeron terapia con medicamentos.

Como era de esperar, el consumo de medicamentos aumenta con la edad. A partir del 2016, el 18 % de los niños menores a los 12 años de edad consumían medicamentos recetados, en comparación con el 85 % de los adultos mayores a los 60 años de edad.

Aunque esta tendencia es lo suficientemente preocupante y dado que los medicamentos recetados son un elemento básico en la mayoría de los hogares, el número de niños que sufren intoxicaciones accidentales también se encuentra en aumento.

Los medicamentos representan un riesgo para los niños

De acuerdo con un artículo del 2012 en The Journal of Pediatrics que revisó los registros del Sistema Nacional de Datos de la American Association of Poison Control Centers, entre el 2001 y el 2008, 53 559 niños fueron ingresados en un centro de atención médica tras exponerse a una dosis tóxica de un medicamento.

En ese tiempo, las intoxicaciones por medicamentos aumentaron hasta un 22 %. El 95% de los casos fueron causados por una autoexposición, lo que significa que los niños consumieron el medicamento por su cuenta, en lugar de recibir una dosis por error.

43 % de todos los niños ingresados al hospital después de consumir accidentalmente el medicamento terminaron en la unidad de cuidados intensivos, mientras que los medicamentos recetados (frente a los medicamentos de venta libre) fueron los responsables del 71 % de las lesiones graves, y tanto los opioides, los hipnóticos sedantes y los medicamentos cardiovasculares encabezan la lista de medicamentos que causan daños graves. Los autores señalaron lo siguiente:

"Los esfuerzos preventivos han demostrado no ser adecuados ante la creciente disponibilidad de los medicamentos recetados, en especial los medicamentos más peligrosos".

Mantenga todos los medicamentos fuera del alcance de los niños

Es posible que recuerde que sus padres o abuelos tenían un botiquín con llave para almacenar los medicamentos. En la actualidad, pocas personas guardan los medicamentos en gabinetes o cajas cerradas, sin comprender el riesgo que representan para los niños.

El peligro aumenta al clasificar los medicamentos en organizadores diarios en lugar de mantenerlos en su envase original a prueba de niños.

Un artículo del 2020 en The Journal of Pediatrics, el cual buscaba "identificar los tipos de recipientes desde los cuales los niños accedieron a los medicamentos durante exposiciones sin supervisión" encontró que el 51.5 % de los casos de intoxicación infantil involucraron medicamentos a los que se accedió por no estar en el empaque original a prueba de niños.

Resulta sorprendente que, esto sucedió en el 49.3 % de los casos en medicamentos para el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, así como en el 42.6 % en los opioides. Es decir, el niño encontró la pastilla a la intemperie. En el 30.7 % de todos los casos en que un niño consumió un medicamento, la exposición involucró la medicación de un abuelo. Los autores señalaron lo siguiente:

"Los esfuerzos para reducir las exposiciones pediátricas de [medicamentos de dosis sólida] también deberían abordar las exposiciones en las que los adultos remueven los medicamentos de los envases a prueba de niños.

Las innovaciones de almacenamiento diseñadas para alentar a los adultos a mantener los productos dentro de los empaques a prueba de niños, así como los mensajes educativos, podrían enfocarse a las exposiciones comunes, las clases de medicamentos y los destinatarios".

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La sobredosis en adolescentes también está en aumento

Aunque los bebés son vulnerables a la exposición accidental a los medicamentos ya que colocan cualquier cosa en su boca, las sobredosis son cada vez más frecuentes entre los adolescentes con acceso a estos medicamentos, especialmente aquellos que involucran opioides y benzodiacepinas.

Según un estudio del 2019 publicado en la revista Clinical Toxicology, 296 838 niños menores de 18 años estuvieron expuestos a benzodiazepinas entre enero del 2000 y diciembre del 2015. Durante ese tiempo, la exposición a benzodiazepinas en este grupo aumentó hasta un 54 %. Según indicaron los autores del estudio:

"La gravedad de los resultados médicos también aumentó, al igual que la prevalencia de la cogestión de múltiples medicamentos, especialmente en niños de 12 a <18 años de edad.

Casi la mitad de todas las exposiciones reportadas en el 2015 se consideraron como abuso intencional, mal uso o intento de suicidio, lo que refleja un cambio con respecto a años anteriores.

Los proveedores médicos y los cuidadores deben ser conscientes de esta epidemia para evitar daños en los adolescentes, niños y bebés".

Se ha encontrado una tendencia similar con los opioides. Un estudio del 2017 que analizó la exposición a opioides recetados entre niños y adolescentes en los Estados Unidos, entre el 2000 y el 2015 encontró lo siguiente:

"Los centros de control de intoxicaciones recibieron informes de 188 468 exposiciones a opioides recetados entre niños con menos de 20 años de edad desde el 2000 hasta el 2015. La hidrocodona representó la mayor proporción de exposiciones (28.7 %), mientras que el 47.1 % de los niños expuestos a la buprenorfina fueron ingresados a un establecimiento de salud.

La probabilidad de ser admitido en un establecimiento de salud fue mayor para los adolescentes que para los niños de 0 a 12 años. Los adolescentes también mostraban mayores probabilidades de obtener resultados graves. La tasa de presuntos suicidios relacionados con los opioides recetados entre los adolescentes aumentó hasta un 52.7 % durante el período de estudio".

Precauciones

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), promueven y apoyan la campaña 'Up and Away and Out of Sight', la cual se enfoca "en varias acciones simples basadas en datos que los padres y cuidadores pueden tomar para prevenir sobredosis de medicamentos en los niños que cuidan." Estas precauciones incluyen las siguientes:

  • Guardar los medicamentos (y suplementos) en el empaque original fuera del alcance de los niños. No guardar los medicamentos en la mesa de noche o donde los niños puedan encontrarlos. Cualquier medicamento almacenado en el refrigerador debe permanecer en un empaque a prueba de niños. Es necesario almacenar los medicamentos de manera segura en los lugares que el niño visita con frecuencia, como la casa de los abuelos o con la niñera.
  • Guardar todos los medicamentos después de cada uso.
  • Asegúrese que la tapa de seguridad esté bien cerrada después de cada uso.
  • Enseñar a los niños sobre la seguridad de los medicamentos; nunca hay que enseñarles que son "como un caramelo" con tal de que los consuman.
  • Recordar a los invitados que coloquen sus pertenencias que contengan medicamentos en un lugar seguro durante su visita.

Qué hacer en caso de un accidente

Mantenga el número de la Línea de Ayuda por Envenenamientos a la mano y que su niñera o cuidador lo tenga. En los Estados Unidos, el número de la Línea de Ayuda por Envenenamientos (Poison Help) es 1-800-222-1222. Si sospecha que su hijo ha tomado un medicamento, incluso si aún no presenta síntomas, comuníquese a la línea de ayuda de inmediato.

Si no está seguro de qué medicamento puede haber consumido, comuníquese con el 911 o al número de emergencia de su área para llevarlo al centro médico más cercano. Aunque el niño no presente ningún síntoma al comienzo, esto puede cambiar rápidamente. Es necesario comenzar el tratamiento lo antes posible para reducir el riesgo de daño permanente o muerte potencial.

Recuerde traer los nombres de cualquier medicamento que haya ingerido accidentalmente, así como también los medicamentos que haya tomado en las últimas 24 horas según lo recetado por el médico, cualquier alergia que tenga y cualquier cambio o síntoma observado que pueda presentar.

Por desgracia, los síntomas de una sobredosis pueden variar ampliamente, ya que dependen del medicamento, la dosis y la edad del niño. Dicho esto, los síntomas de una sobredosis pueden incluir los siguientes:

Náuseas

Vómito o diarrea

Babeo o boca seca

Convulsiones

Las pupilas se dilatan o se encogen

Sudoración

Pérdida de coordinación o dificultad para hablar

Fatiga extrema

Piel u ojos amarillos

Síntomas parecidos a la gripe

Sangrado o hematomas inusuales

Dolor abdominal

Entumecimiento

Ritmo cardíaco acelerado

Si su hijo o hija presenta alguno de los siguientes síntomas, comuníquese inmediatamente al 911 (en los Estados Unidos) o al número de emergencia de su localidad o país:

No despierta

Dificultad para respirar

Temblores o espasmos incontrolables

Comportamiento extraño

Problemas para tragar

Desarrolla una erupción que se extiende rápidamente

Hinchazón en la cara, incluso alrededor de los labios y la lengua

La epidemia de opioides afecta a la población pediátrica

Es importante comprender que numerosos medicamentos pueden poner en peligro la vida de un niño pequeño, incluso en dosis bajas. Esto es particularmente cierto para los opioides y la buprenorfina, que es un medicamento utilizado para tratar la dependencia a los opioides. Como se señaló en un documento del 2005 sobre la exposición a los opioides en niños pequeños:

"El consumo infantil de analgésicos opioides puede conducir a una toxicidad significativa como resultado de la depresión de los sistemas respiratorio y nervioso central. Se realizó una revisión de la literatura médica para determinar si las dosis bajas de opioides son peligrosas en la población con menos de 6 años.

Se descubrió que la metadona es el opioide más tóxico, ya que una sola tableta puede causar la muerte. Todos los niños que han consumido cualquier cantidad de metadona deben visitar un Departamento de Emergencias (DE) durante al menos 6 horas y ser considerados para el ingreso hospitalario.

La mayoría de los otros opioides se toleran mejor en dosis tan pequeñas como una o dos tabletas. Con base en los datos disponibles para estos opioides, concluimos que las dosis de 5 mg/kg de codeína o más requieren de 4 a 6 h de observación en urgencias.

El propoxifeno y todas las preparaciones de liberación prolongada son limitadas, ya que su vida media sugeriría la necesidad de períodos de observación más largos. Todos los consumos de opioides que conducen a una depresión respiratoria o depresión significativa del sistema nervioso central requieren de un ingreso a una unidad de cuidados intensivos".

Del mismo modo, un documento del 2006 sobre los efectos adversos de la exposición involuntaria a la buprenorfina en niños señaló lo siguiente:

"En los Estados Unidos, la buprenorfina sublingual llego al mercado para tratar la dependencia a los opioides. Reportamos 5 niños pequeños con depresión respiratoria y de estado mental después de una exposición involuntaria a la buprenorfina.

A pesar de la actividad agonista parcial de la buprenorfina y el efecto sobre la depresión respiratoria, todos los niños necesitaron hospitalización y terapia con antagonistas de opioides o ventilación mecánica.

El uso cada vez mayor de la buprenorfina como terapia para la adicción a los opioides en los Estados Unidos plantea problemas de salud pública para la población pediátrica.

A medida que aumenta el tratamiento farmacológico y se vuelve cada vez más frecuente entre todos los grupos de edad, el riesgo de exposición no intencional también aumenta. Los niños pequeños introducen cualquier cosa en su boca, y a menudo no reconocen la diferencia entre las pastillas y los dulces.

Es necesario tomar las precauciones necesarias para mantener todos los medicamentos en un lugar seguro, fuera del alcance de los niños. Si no almacena adecuadamente sus medicamentos puede tener consecuencias profundamente trágicas, así que, no tome este asunto a la ligera.