La demencia es un problema a nivel mundial y las cifras son abrumadoras. El Alzheimer's Disease International estima que la cifra global de personas con demencia alcanzó los 46.8 millones en el 2015 y se estima que crecerá a 75 millones para el 2030, y 131.5 millones para el 2050.
Existen más de 5 millones de personas con Alzheimer, que es una forma de demencia, en los Estados Unidos. Se estima que esta cifra se triplicará a 14 millones para el 2050. Casi el 33 % de los adultos mayores muere con alguna forma de demencia, una cifra que sobrepasa al cáncer de mama y el de próstata combinados.
Es decir, desde el 2000 hasta el 2018, la cifra de personas que murieron por enfermedad cardíaca disminuyó hasta un 7.8 %, mientras que la cifra de personas que murieron por Alzheimer aumentó hasta un 146 %.
Los costos económicos han alcanzado los $ 305 mil millones de dólares y podrían aumentar a $ 1.1 mil millones para el 2050. Los médicos están abrumados por el número de pacientes que atienden y la mitad considera que su profesión no está lista para esta cifra.
El desarrollo de la demencia y la enfermedad de Alzheimer tiene diferentes factores. Los investigadores han identificado varios factores que afectan el deterioro cognitivo, incluyendo la resistencia a la insulina, algunos medicamentos, la falta de sueño y los bajos niveles de algunas vitaminas.
La deficiencia de colina podría causar demencia
En un artículo publicado recientemente, los científicos analizaron el efecto que tienen los inhibidores de la bomba de protones en el desarrollo de la demencia. Un creciente cuerpo de evidencia apunta que la disfunción colinérgica podría estar involucrada en el desarrollo de la demencia. Un artículo de 1999 describió los datos que respaldaron la hipótesis de que la disfunción colinérgica contribuyó a la enfermedad de Alzheimer.
Para 2008, los investigadores habían identificado áreas del cerebro donde la disfunción colinérgica puede influir en la demencia. La acetilcolina fue reconocida por su importancia para el sistema nervioso. Necesita una enzima para sintetizarse, ya sea acetil-COA o colina. Esta enzima es la colina acetiltransferasa.
Las sinapsis colinérgicas se encuentran en todo el cerebro, incluyendo el prosencéfalo basal, que está dañado y la enfermedad de Alzheimer. Con mayor información, los científicos descubrieron que el uso de inhibidores de colinesterasa podría aumentar la acetilcolina en el cerebro, lo que resultó beneficioso para tratar la demencia de Alzheimer.
El uso de medicamentos anticolinérgicos tiene un efecto secundario que causa deterioro cognitivo a corto plazo en las personas mayores. Estos medicamentos actúan sobre el neurotransmisor acetilcolina, que afectan la contracción muscular, la memoria y el aprendizaje.
Los fármacos anticolinérgicos se han utilizado durante décadas para tratar la diarrea, el asma, el insomnio, el mareo y algunos trastornos psiquiátricos. Algunos de los efectos secundarios más comunes incluyen visión borrosa, mareos, confusión, alucinaciones y somnolencia.
Un estudio publicado en JAMA analizó sí podrían aumentar el riesgo de demencia en personas de 55 años o más. Los datos revelaron que aquellos que toman medicamentos anticolinérgicos fuertes, que afectan la acetilcolina, se relacionaron con un mayor riesgo de demencia.
La secreción de ácido gástrico se regula en cierta parte por la acetilcolina. Los inhibidores de la bomba de protones se convirtieron en parte del tratamiento de la acidez estomacal crónica. Esto dio como resultado que las personas tomaran el medicamento durante largos períodos de tiempo. Su uso previsto era inhibir la bomba de protones celulares que produce ácido.
Sin embargo, los inhibidores de la bomba de protones no son únicos de las células del estómago e inhiben cualquier célula. Esto puede causar una larga lista de efectos secundarios relacionados con los medicamentos, que incluyen enfermedad renal, fractura ósea, demencia y enfermedad hepática. Aunque los investigadores encontraron una relación entre los inhibidores de la bomba de protones y la demencia, el mecanismo aún no se había descubierto.
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Un medicamento inhibe la síntesis de acetilcolina
Un equipo de investigadores investigó este mecanismo por medio de un análisis informático. Analizaron todos los medicamentos de la bomba de protones que fueron aprobados por la FDA. Los investigadores encontraron que los inhibidores de la bomba de protones afectaron adversamente la producción de acetilcolina.
Mediante simulaciones, evaluaron la interacción de las diferentes sustancias en seis inhibidores de la bomba de protones con la colina acetiltransferasa. Aunque el medicamento fue diseñado para inhibir las bombas de protones celulares y reducir la producción de ácido, las simulaciones demostraron que podían unirse a la enzima que sintetiza acetilcolina.
Esto redujo la producción de acetilcolina. Los investigadores consideran que se necesitan nuevos estudios para determinar si los efectos en el laboratorio también ocurren en el cuerpo. En un comunicado de prensa, uno de los investigadores comentó lo siguiente:
"Se debe tener cuidado con las personas mayores y aquellos que han sido diagnosticados con demencia. Lo mismo aplica a las personas con enfermedades de debilidad muscular como la ELA, ya que la acetilcolina es un neurotransmisor motor muy importante. En tales casos, los médicos deben usar los medicamentos que tienen el efecto más débil y recetarlos en la dosis más baja y por el menor tiempo posible".
La colina y enfermedad del hígado graso no alcohólico
La enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD) es una de las formas más comunes de enfermedad hepática en los Estados Unidos, la cual puede ser causada por la obesidad y la resistencia a la insulina. Puede causar fibrosis del hígado y provocar cirrosis o cáncer de hígado.
Existen dos formas de enfermedad del hígado graso que no están relacionadas con el consumo de alcohol. El primero es el hígado graso simple o el hígado graso no alcohólico (NAFL) en el que se desarrollan depósitos grasos en el hígado, pero sin inflamación o daño celular.
La segunda forma se le conoce como esteatohepatitis no alcohólica (NASH, por sus siglas en inglés). Esta es una forma de NAFLD en la que se desarrollan depósitos de grasa en el hígado y hepatitis, que es inflamación del hígado. Esto puede causar fibrosis hepática, lo que lleva a cirrosis o cáncer de hígado. La mayoría de las personas tienen hígado graso simple y solo una pequeña cantidad tiene NASH.
El National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases informa que entre el 30 % y el 40 % de todas las personas en los Estados Unidos padecen NAFLD. Las personas con un mayor riesgo padecen obesidad y diabetes tipo 2. Esta enfermedad puede afectar a personas de cualquier edad, raza y etnia.
En un estudio en animales, los investigadores encontraron que los suplementos de colina podían normalizar el metabolismo del colesterol, lo que ayuda a prevenir la NASH y mejorar la función hepática. Como un artículo describe la importancia de la colina para la salud del hígado:
“Los humanos deben consumir alimentos que contengan colina porque su metabolito fosfatidilcolina constituye el 40-50 % de las membranas celulares y el 70-95 % de los fosfolípidos en las lipoproteínas, la bilis y los tensioactivos; es necesaria para formar acetilcolina, un neurotransmisor importante; el metabolito betaína es necesario para la función glomerular renal normal y quizás para la función mitocondrial; y ofrece unidades de carbono, por oxidación a betaína, al ciclo de metionina para reacciones de metilación.
Cuando las personas presentan una deficiencia de colina, el hígado graso es uno de los primeros efectos adversos, y en algunas personas ocurre un daño hepático significativo (según lo evaluado por la liberación de enzimas hepáticas en la sangre)".
Según Chris Masterjohn, Ph.D., en ciencia nutricional, la deficiencia de colina puede ser una causa más importante que el exceso de fructosa. Tiene un doctorado en ciencia nutricional y, en su opinión, el aumento de NAFLD es causado por evitar el consumo de hígado y yemas de huevo.
En una revisión, Masterjohn encontró una relación entre la colina y el hígado graso, la cual se descubrió inicialmente en una investigación sobre la diabetes tipo 1. Masterjohn describe la relación de la siguiente manera:
“En el siglo XIX, los médicos e investigadores consideraban al abuso de alcohol como la causa del hígado graso, por lo que, aunque la investigación destacó la importancia de la sacarosa en el hígado graso, una investigación adicional hacia lo mismo con el alcohol.
Sin embargo, en 1949, los investigadores demostraron que la sacarosa y el etanol tenían el mismo potencial para desarrollar el hígado graso y el daño inflamatorio, y que el aumento del consumo de proteína, así como la metionina y la colina adicional podrían luchar contra este efecto.
Por el contrario, una investigación mucho más reciente ha demostrado que la sacarosa es importante para el desarrollo de la enfermedad del hígado graso en un modelo deficiente en metionina y colina (MCD). El modelo MCD de enfermedad del hígado graso es el modelo más antiguo y utilizado.
El modelo MCD no solo produce la acumulación de grasa en el hígado, sino también una inflamación masiva similar a las formas más graves de enfermedad del hígado graso en humanos. Lo más grave es que este tipo de alimentación está compuesta principalmente de sacarosa, mientras que la grasa está compuesta de aceite de maíz.
Lo que todos estos estudios están demostrando es que la grasa, o cualquier cosa que produce grasa en el hígado, como la fructosa y el etanol, son necesarios para el desarrollo del hígado graso. Pero además de este factor, que aparentemente es una deficiencia de colina, es necesario detener la capacidad del hígado de exportar esa grasa".
La colina es esencial para una buena salud
Aunque el hígado produce pequeñas cantidades de colina, es necesario suministrar el resto a través de los alimentos. Por desgracia, casi el 90 % de las personas en los Estados Unidos presenta una deficiencia de colina, lo que aumenta el riesgo de bebés nacidos con defectos del tubo neural.
Como he mencionado anteriormente, los grupos con un mayor riesgo de desarrollar deficiencia de colina son las mujeres embarazadas, atletas de resistencia, mujeres posmenopáusicas, las personas con una alimentación vegana y las que beben mucho alcohol.
La colina cumple varias funciones importantes en el cuerpo. Se utiliza para fabricar algunos fosfolípidos esenciales para el desarrollo de las membranas celulares. La colina también es un precursor de las moléculas intracelulares que se utilizan en la señalización celular.
El neurotransmisor acetilcolina se sintetiza a partir de la colina y participa en la memoria, el ritmo circadiano y el control muscular. Cada una de estas funciones contribuye al impacto que tiene la colina en la salud cardiovascular, enfermedades hepáticas, defectos del tubo neural y la salud cognitiva.
Fuentes naturales de colina
Los Institutos Nacionales de Salud indican que el consumo adecuado de colina proporcionado en las referencias desarrolladas por el Institute of Medicine (IOM, por sus siglas en inglés). En el momento en el que se desarrollaron, no existía información suficiente para establecer un requerimiento promedio estimado.
Este es un número que se usa para determinar la cantidad de nutrientes que se necesitan para ofrecer las alimentaciones adecuadas al 50 % de la población saludable. En cambio, la Junta de Alimentos y Nutrición de la OIM estableció consumos adecuados para todas las edades que evitarían el desarrollo de daño hepático.
Hasta la fecha, los hombres de 19 años o más tienen un consumo adecuada de 550 mg al día y las mujeres 425 mg al día. Esto aumenta a 450 mg al día durante el embarazo y 550 mg al día durante el periodo de lactancia. Estos son valores sugeridos y pueden variar según la alimentación, edad, origen étnico y composición genética.
Lo mejor es buscar fuentes naturales de los nutrientes. Un solo huevo de 50 gramos puede ofrecer de 113 mg a 147 mg de colina. Esto es del 25 % al 30 % del requerimiento diario. Solo el hígado de res alimentado con pastura proporciona más colina por porción de 50 g. Como se señala en la Fatty Liver Diet Guide:
“Los huevos ocupan un lugar muy elevado en la lista de alimentos con alto contenido de lecitina, la cual se convierte en colina, o en colina como tal. Considere que únicamente se trata de las yemas de huevo, y no de las claras, las cuales únicamente contienen rastros de este micronutriente.
La colina es esencial en la producción de fosfatidilcolina, una molécula de grasa conocida como fosfolípido. ¡Pero espere! ¿No toda la grasa es mala? No, especialmente si es esencial para la salud general y la salud del hígado en particular. En pocas palabras, si no cuenta con suficientes niveles de colina, el hígado no puede eliminar la grasa. Por lo que comienza a acumularse dentro del hígado, hasta crear un hígado graso".
Otras opciones saludables pueden incluir el salmón salvaje de Alaska, el pollo orgánico y el aceite de kril. En 2011, un estudio encontró 69 fosfolípidos que contienen colina en el aceite de kril. Los huevos son una fuente principal de colina en la alimentación; contienen más de 100 mg de colina por yema, que es una forma sencilla de asegurar su consumo.
Si le preocupa obtener suficiente cantidad de colina de su alimentación, otra opción es la suplementación. El nivel de consumo superior tolerable de colina es de 3.5 gramos al día. Los efectos secundarios del exceso de colina incluyen a la presión arterial baja, sudoración, diarrea y olor corporal a pescado.