Como ya sabe, estamos presenciando una epidemia de obesidad, ya que casi el 70 % de la población tiene sobrepeso y no es de extrañar que se desarrollen complicaciones de salud.
Esta es la razón por la que tantos niños están desarrollando una "enfermedad hepática no alcohólica" (también conocida como "enfermedad del hígado graso no alcohólico" o NAFLD), ya que la obesidad se caracteriza no solo por el exceso de grasa cerca de la superficie del cuerpo, sino también por un exceso de grasa alrededor de los órganos internos.
En ocasiones, el exceso de grasa se acumula en el hígado y puede provocar inflamación y cicatrización, que es un problema grave conocido como esteatohepatitis no alcohólica (NASH, por sus siglas en inglés). Cuando el hígado está dañado, ya no puede funcionar de manera normal. En su forma más grave, puede progresar a cirrosis e insuficiencia hepática. Este problema de salud solía ser muy inusual, si no es que inexistente, en los niños. Por desgracia, este no es el caso en la actualidad.
La cirrosis hepática es una enfermedad terrible que sería destroza en un niño.
Los síntomas incluyen:
- Retención de líquidos
- Pérdida muscular
- Sangrado intestinal
- Pérdida de peso
La NASH es una enfermedad hepática "silenciosa", ya que la mayoría de las personas desconocen que tienen un problema hepático. La NASH solo se puede diagnosticar mediante una biopsia hepática. En la actualidad no existen análisis de sangre que puedan determinar con exactitud si padece NAFLD o NASH, que es mucho más grave.
Tanto la NASH como la NAFLD se están volviendo más comunes a medida que las personas en los Estados Unidos aumentan de peso, mientras que el segmento con mayor riesgo es el de los jóvenes. Si un niño desarrolla NAFLD, su riesgo de desarrollar NASH y cirrosis es mucho mayor.
La NASH suele ser progresiva e intratable. Por lo tanto, es mejor tratar esto antes de que se produzca un daño hepático permanente. Es importante prevenir la obesidad, ya que es el exceso de grasa hepática el que funciona como sustrato para que se desarrollen enfermedades más graves con el tiempo.
Enfermedad del hígado graso no alcohólico en niños
Cuanto más tiempo padezca NAFLD, es más probable que progrese a una enfermedad más grave como fibrosis hepática (acumulación de tejido fibroso anormal), cirrosis (acumulación de tejido cicatricial) y NASH. Por lo tanto, es muy preocupante que los niños estén desarrollando esto tan temprano en la vida.
Los siguientes hechos sobre la NAFLD son inquietantes:
- Existen casos de NAFLD en niños de hasta 3 años.
- Entre los niños y adolescentes con obesidad, la NAFLD se identificó en el 20 % de los niños y adolescentes de los Estados Unidos, el 44 % de las personas en Italia y el 74 % de las personas en China.
- La NAFLD está relacionada con la resistencia a la insulina y otros síntomas clásicos del síndrome metabólico, mientras que es mucho más común de lo que muchos médicos consideran.
- Los niños con un mayor porcentaje de grasa abdominal tienen un mayor riesgo de que la NAFLD progrese a NASH.
- La alanina aminotransferasa elevada (ALT), que es un marcador de NAFLD, refleja un daño hepatocelular sin especificar. En un estudio, la prevalencia de mayores niveles de ALT (> 30 U/L) fue de 7.4 % entre los adolescentes blancos, 11.5 % entre los mexicano-americanos y 6.0 % entre los adolescentes afroamericanos.
Todos están de acuerdo en que la única estrategia para combatir la NAFLD es por medio de la alimentación y el ejercicio. Si su hijo padece obesidad, es importante que pierda peso de manera gradual, ya que se demostró que la pérdida de peso rápida genera un mayor estrés en el hígado y una progresión más rápida hacia la NASH.
En términos de alimentación, la pandemia de NAFLD en niños ha sido paralela a las crecientes tasas de obesidad de los niños. Las tasas de obesidad en nuestros países siguen tendencias alarmantes debido al consumo excesivo de alimentos procesados, sodas de carbohidratos simples y grandes cantidades de azúcar, en especial fructosa.
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Cuando se trata de azúcar, la fructosa es lo peor
La fructosa es una forma económica de azúcar, que se utiliza en miles de productos alimenticios y sodas, puede dañar el metabolismo. Más que cualquier otra forma de azúcar, el consumo excesivo de fructosa también promueve el tipo de crecimiento peligroso de células grasas alrededor de los órganos vitales que es característica de la diabetes, las enfermedades cardíacas y los problemas hepáticos.
La fructosa, por lo general derivada del maíz, está fomentando la crisis de la obesidad de manera sustancial debido a su uso en forma de jarabe de maíz alto en fructosa (JMAF) y fructosa cristalina. Consumir mucha fructosa de manera diaria, puede dañar el hígado.
Desde la década de 1970, aumentó el consumo de JMAF en los Estados Unidos. Las sodas y otras bebidas endulzadas son algunos de los mayores contribuyentes, que es en donde se usa el JMAF.
Pero el JMAF también se encuentra en la gran mayoría de los alimentos procesados, incluso en los que no son dulces, como la salsa de tomate, las sopas, el aderezo para ensaladas, el pan y las galletas saladas. Incluso los alimentos "naturales" a menudo contienen fructosa como endulzante.
Entonces, incluso si no bebe sodas, si come alimentos procesados, es probable que esté consumiendo grandes cantidades de fructosa. En los Estados Unidos, la fructosa representa el 10 % de las calorías en la alimentación promedio. Pero, en términos metabólicos, es muy dañina.
Cómo la fructosa puede perjudicar la salud hepática
La fructosa causa estragos en el hígado, de la misma manera que el alcohol.
1. Carga hepática número uno. Después de consumir fructosa, el 100 % de la carga metabólica recae en el hígado, ya que es el único órgano que puede descomponerla. Esto es muy diferente a consumir glucosa, ya que el hígado descompone solo el 20 %, mientras que el 80 % restante se metaboliza y se utiliza por las demás células del cuerpo.
2. Carga hepática número dos. La fructosa se convierte en grasa que se almacena en el hígado y otros tejidos como grasa corporal. Parte de lo que hace que la fructosa sea tan mala para la salud es que se metaboliza en grasa mucho más rápidamente que cualquier otro azúcar. Si consume 120 calorías de fructosa, 40 calorías se almacenan como grasa. Pero si consume la misma cantidad de glucosa, menos de una caloría se almacena como grasa. ¡Consumir fructosa es como consumir grasas!
El metabolismo de la fructosa es muy similar a la manera en la que se metaboliza el alcohol, que tiene muchos metabolitos tóxicos que, si se consumen en exceso, pueden provocar NAFLD. En términos metabólicos, consumir fructosa es muy similar a consumir alcohol. Los subproductos son similares, por lo que los efectos en el hígado son similares. Para mayor información sobre el metabolismo de la fructosa, consulte mi artículo completo sobre este tema.
Los mismos productos que utilizan las personas para perder peso (alimentos dietéticos bajos en grasas) suelen ser los que contienen mayores cantidades de fructosa. Los estudios confirman que consumir grandes cantidades de JMAF podría contribuir al desarrollo de NAFLD. ¡Y la mayoría de los niños consumen cantidades excesivas! Creo que la fructosa es el factor alimenticio más importante detrás de las tasas de enfermedad del hígado graso entre los jóvenes.
La fructosa es el principal culpable
Aunque la American Beverage Association afirma que "no existe una relación entre el jarabe de maíz con alto en fructosa y la obesidad", una larga lista de estudios sugiere lo contrario. Por ejemplo:
- El Dr. David Ludwig del Boston Children's Hospital realizó un estudio reciente sobre los efectos de las bebidas azucaradas en la obesidad infantil. Descubrió que, por cada porción adicional de una bebida endulzada, aumentaban tanto el índice de masa corporal como las probabilidades de padecer obesidad.
- El Estudio Fizzi Drink en Christchurch, Inglaterra, exploró los efectos sobre la obesidad cuando se retiraron las máquinas de sodas de las escuelas durante un año. En las escuelas dónde se retiraron las máquinas, la obesidad se mantuvo constante. En las escuelas donde permanecieron las máquinas, las tasas de obesidad continuaron aumentando.
- En un estudio del 2009, 16 voluntarios llevaron una alimentación controlada que incluía altos niveles de fructosa. Diez semanas después, los voluntarios habían producido nuevas células grasas alrededor del corazón, hígado y otros órganos digestivos. También mostraron anomalías para procesar los alimentos, las cuales se relacionaron con la diabetes y las enfermedades cardíacas. Un segundo grupo de voluntarios que llevó una alimentación similar, pero con glucosa en lugar fructosa, no registraron estos problemas.
- Un equipo de investigación dirigido por el Dr. Michael Karin de la Universidad de California en San Diego buscaba explorar la importancia de la fructosa en la enfermedad. Los hallazgos aparecieron en Nature Metabolism el 24 de agosto de 2020. El equipo descubrió que los ratones que consumieron grandes cantidades de fructosa durante períodos prolongados de tiempo mostraban daños en la barrera intestinal. "Por desgracia, muchos alimentos procesados contienen JMAF y la mayoría de las personas no pueden determinar las cantidades de fructosa que consumen", dice Karin.
Es importante comprender que, aunque existen muchos factores relacionados, estoy convencido de que el consumo excesivo de FRUCTOSA es la causa principal de la epidemia de obesidad tanto en niños como en adultos. Las bebidas azucaradas y los alimentos procesados son las principales fuentes de fructosa. La evidencia es más que convincente.
Para comprender mejor cómo la fructosa puede destruir la salud, observe el siguiente video conferencia. La presentación del Dr. Lustig sobre este tema me hizo entender, y luego el Dr. Johnson, quien es el presidente de medicina de la Universidad de Colorado, lo reforzó con su libro, The Sugar Fix.
Efectos adicionales de la fructosa segun la ciencia
Seleccione los hipervínculos para revisar cómo la fructosa podría dañar la salud (los enlaces están disponibles solo en inglés):
Si consulta la página de Investigación de toxicidad inducida por fructosa de GreenMedInfo, es posible observar que existen más de 35 estudios de investigación que relacionan el exceso de fructosa con la enfermedad del hígado graso. Esta relación está bien establecida.
No caiga en la propaganda de la industria de alimentos y bebidas, que afirma que el JMAF es mejor que el azúcar. Si esto fuera cierto, no se observarían estos daños en los hígados de los niños.
Cómo prevenir la enfermedad hepática
Al modificar el estilo de vida, es posible alcanzar o mantener su peso ideal:
• Mantenga su consumo de fructosa por debajo de los 25 gramos por día. La fructosa es una de las principales fuentes de calorías en los Estados Unidos, por lo que su hijo tiene reducir los alimentos con alto contenido de fructosa, como las sodas y los jugos de frutas. Las frutas también deben consumirse con moderación para no consumir más de 15 gramos de fructosa. Consulte la siguiente tabla para tener una idea clara de cuánta fructosa hay en las frutas.
Es importante limitar el consumo diario de fructosa de las frutas a 15 gramos, porque sería muy inusual no obtener cantidades adicionales de otros alimentos, ya que se encuentra presente en casi TODOS los alimentos y bebidas procesadas. Por ejemplo, una lata de soda contiene cerca de 40 gramos de JMAF.
Por lo tanto, es importante consultar la siguiente tabla para mantener la fructosa total de las frutas por debajo de 15 gramos por día.
Frutas |
Tamaño de la porción |
Gramos de fructosa |
Limón |
Uno mediano |
0 |
Lima |
Una mediana |
0.6 |
Arándanos agrios |
1 taza |
0.7 |
Fruta de la Pasión |
Una mediana |
0.9 |
Ciruela Pasa |
Una mediana |
1.2 |
Albaricoque |
Uno mediano |
1.3 |
Guayaba |
Dos medianas |
2.2 |
Dátiles (estilo Deglet Noor) |
Uno mediano |
2.6 |
Melón o Cantalupe |
1/8 de un melon mediano |
2.8 |
Frambuesas |
1 taza |
3.0 |
Clementina |
Una mediana |
3.4 |
Kiwi |
Uno mediano |
3.4 |
Zarzamoras |
1 taza |
3.5 |
Carambola o fruta de estrella |
Una mediana |
3.6 |
Cerezas, dulces |
10 |
3.8 |
Fresas |
1 taza |
3.8 |
Cerezas, ácidas |
1 taza |
4.0 |
Piña |
1 rebanada (9 centímetros x 2 centímetros; 3.5"x 0.75") |
4.0 |
Toronja, rosa o roja |
1/2 de una mediana |
4.3 |
Boysenberries |
1 taza |
4.6 |
Mandarina |
Una mediana |
4.8 |
Nectarina |
Una mediana |
5.4 |
Melocotón |
Uno mediano |
5.9 |
Naranja (navel) |
Una mediana |
6.1 |
Papaya |
1/2 de una mediana |
6.3 |
Melón verde o Honeydew |
1/8 de un melon mediano |
6.7 |
Banano o plátano |
Uno mediano |
7.1 |
Morazul |
1 taza |
7.4 |
Dátiles (Medjool) |
Uno mediano |
7.7 |
Manzana (composta) |
Una mediana |
9.5 |
Persimmon o Caqui |
Uno mediano |
10.6 |
Sandía |
1/16 de una mediana |
11.3 |
Pera |
Una mediana |
11.8 |
Pasas |
1/4 taza |
12.3 |
Uvas, sin semillas (verdea o rojas) |
1 taza |
12.4 |
Mango |
1/2 de uno mediano |
16.2 |
Albaricoques, secos |
1 taza |
16.4 |
Higos, secos |
1 taza |
23.0 |
• Siga mi plan de nutrición para adaptar la alimentación de su hijo a sus necesidades. Es necesario que su hijo consuma alimentos enteros y evite los alimentos procesados. La jardinería es maravillosa para los niños, ya que les enseña que los alimentos REALES provienen del suelo y no de los pasillos de los supermercados.
• Reemplace los jugos y las sodas con agua pura y filtrada.
• Fomente el ejercicio. Los niños necesitan hacer ejercicio todos los días, al igual que los adultos. El ejercicio ayudará a mantener su peso ideal, y puede hacerlo sentir mejor, dormir mejor, mejorar sus calificaciones, reducir la hiperactividad, estimular la hormona del crecimiento, mejorar su inmunidad y ayudar a corregir los desequilibrios metabólicos relacionados con otras hormonas, como la insulina y la leptina. El ejercicio puede anular los "genes de la grasa". Hacer ejercicio con sus hijos es beneficioso para todos.
• Limite el tiempo que su hijo pasa frente a la televisión o la computadora.
• Ayude a su hijo a lidiar con sus emociones. Las herramientas como las Técnicas de Liberación Emocional (EFT, por sus siglas en inglés) son muy beneficiosas cuando se trata de perder peso, así como para disminuir el estrés y las emociones negativas. Las EFT son técnicas fáciles de aprender, incluso para los niños, y pueden ser beneficiosas en una variedad de circunstancias.
Agentes naturales que podrían restaurar la salud metabólica
Existen algunos estudios científicos que demuestran que los efectos de la toxicidad de la fructosa pueden mejorarse con varias sustancias naturales, lo cual es importante ya que NO existen medicamentos eficaces para los niños. Los agentes naturales incluyen los siguientes:
El paso número uno y más importante es limitar o incluso eliminar el uso de azúcar, en especial fructosa, y luego consumir menos de 25 gramos al día. Esto tendrá increíbles resultados en la salud y debe hacerse antes de incluir cualquier suplemento. |
Se descubrió que la chlorella y la espirulina mejoran la toxicidad de la fructosa. Se demostró que la chlorella mejora la sensibilidad a la insulina y que la espirulina mejora la hiperlipidemia. |
En estudio en ratas, se demostró que el jengibre tiene un efecto beneficioso sobre la hiperlipidemia y la resistencia a la insulina inducida por la fructosa. |
También se demostró que el té verde reduce la resistencia a la insulina en ratas que consumieron fructosa. |
Se descubrió que el antioxidante resveratrol previene los cambios cardiovasculares en ratas alimentadas con fructosa. |
La albahaca sagrada o santa logró prevenir la resistencia a la insulina en ratas alimentadas con fructosa. |
Aunque la ciencia está comenzando a identificar tratamientos naturales que pueden ayudar a eliminar los efectos dañinos de la fructosa, es importante recordar que la mejor manera de prevenir el daño hepático es evitar la obesidad, al enseñarles a los niños cómo tomar decisiones más saludables. Recuerde que su ejemplo es muy importante. Los niños aprenden todos los hábitos de sus padres, ya sean buenos o malos.