Análisis de la marcha para diagnosticar los tipos de demencia

Análisis escrito por Dr. Joseph Mercola Datos comprobados

analisis de la marcha para diagnosticar ciertos tipos de demencia

Historia en Breve

  • Investigadores han descubierto que el análisis de la marcha puede utilizarse como una forma rápida de identificar el tipo de demencia que una persona tiene
  • Los pacientes con enfermedad de Alzheimer y demencia con cuerpos de Lewy, dos condiciones difíciles de diferenciar en sus primeras etapas, muestran patrones de marcha distintos que se relacionan con las diferencias neurológicas sutiles pero únicas entre ambas condiciones
  • Las personas con demencia con cuerpos de Lewy varían más la longitud del paso que las personas con Alzheimer y tienen una mayor asimetría en la frecuencia de sus pasos. La irregularidad de este patrón pone a los pacientes con demencia en mayor riesgo de sufrir caídas
  • Además de los cambios en la marcha, otras señales tempranas del Alzheimer incluyen la pérdida de memoria que interfiere con la vida cotidiana, así como una mayor dificultad para planificar, solucionar problemas, y continuar con las conversaciones o el vocabulario
  • Las señales adicionales incluyen problemas para realizar las tareas cotidianas, confusión con respecto al tiempo o el lugar, problemas de visión y dificultad para juzgar las relaciones espaciales, juicio en declive, menor contacto social y cambios de humor o personalidad

Al igual que el autismo infantil, el Alzheimer en adultos mayores ha alcanzado proporciones epidémicas, y actualmente afecta a unos 5.8 millones de personas en los Estados Unidos. La enfermedad de Alzheimer, que es la forma más común de demencia, eventualmente nos hace perder la capacidad para realizar las funciones corporales más básicas, como caminar.

En la actualidad, investigadores afirman que han descubierto que el análisis de la marcha puede utilizarse como una forma rápida de identificar los tipos de demencia. Esta herramienta puede ser bastante útil para los médicos que buscan un diagnóstico para elaborar un plan de tratamiento.

El análisis de la marcha ayuda a diagnosticar los tipos de demencia

La investigación, publicada en la revista Alzheimer's & Dementia, demuestra que los pacientes con enfermedad de Alzheimer y demencia con cuerpos de Lewy, dos condiciones difíciles de diferenciar en sus primeras etapas, muestran patrones de marcha distintos que se relacionan con las diferencias neurológicas sutiles pero únicas entre ambas condiciones.

Como señaló Ríona McArdle, investigadora postdoctoral en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Newcastle, "La manera en la que caminamos puede reflejar cambios en nuestro pensamiento y memoria, los cuales resaltan problemas en nuestro cerebro como la demencia".

Es importante destacar que la demencia con cuerpos de Lewy puede ser una señal del Parkinson, y cuanto antes se realice un diagnóstico correcto, mayor será la anticipación del tratamiento adecuado para el paciente.

Al analizar las características de la marcha de 110 participantes (29 de ellos no mostraban un problema neurológico, 36 tenían Alzheimer y 45 tenían demencia con cuerpos de Lewy), descubrieron que aquellos con demencia varían más la longitud del paso que las personas con Alzheimer, y tienen una mayor asimetría en la frecuencia de sus pasos.

La irregularidad de este patrón pone a los pacientes con demencia en mayor riesgo de sufrir caídas. Aunque la marcha de las personas con Alzheimer era más regular y simétrica que la de las personas con demencia, aún mostraba más alteraciones en términos de variabilidad que aquella de los controles sanos. Según los autores:

"La disfunción ejecutiva expuso un 11 % en la varianza para la variabilidad de la marcha en la DCL [demencia con cuerpos de Lewy], mientras que el deterioro cognitivo global expuso un 13.5 % en la varianza de la EA [enfermedad de Alzheimer]; por lo tanto, las alteraciones de la marcha pueden reflejar perfiles cognitivos específicos de la enfermedad".

Según informó el sitio web Science Daily:

"Los científicos descubrieron que analizar tanto la variabilidad de la longitud del paso como la asimetría de la frecuencia podría identificar el 60 % de todos los subtipos de demencia, lo que nunca antes se había demostrado.

Es un avance significativo para establecer a la marcha como un biomarcador clínico de varios subtipos de la enfermedad y podría desarrollar mejores planes de tratamiento para los pacientes.

El trabajo adicional buscara identificar cómo estas características mejoran los procedimientos de diagnóstico actuales y evaluar su viabilidad como método de detección".

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Los trastornos de la marcha son bastante comunes en la demencia

Esta no es la primera vez que se ha rechazado la idea de que las diferencias en la marcha pueden funcionar para diagnosticar la enfermedad. Un estudio publicado en la revista Neuropsychiatric Diseases and Treatment en el 2008 compartió el potencial de este análisis de la siguiente forma:

"Los trastornos de la marcha son más frecuentes en la demencia que en el envejecimiento normal y están relacionados con la gravedad del deterioro cognitivo.

Los cambios en la marcha relacionados con la demencia (DRGC, por sus siglas en inglés) incluyen principalmente una menor velocidad de la marcha provocada por una menor longitud del paso y una mayor fase de apoyo.

Más recientemente, se encontraron cambios en la marcha relacionados con la multitarea en la enfermedad de Alzheimer (EA) y la demencia sin Alzheimer, incluso en una etapa temprana.

Se ha demostrado un aumento en la variabilidad de la marcha, mientras que el caminar y la multitarea son más específicas y sensibles que cualquier cambio en el valor de las personas con demencia.

Esos datos demuestran que los DRGC no solo están relacionados a trastornos motores sino también a problemas con el procesamiento central de la información y destacan que la disfunción del lóbulo temporal y frontal puede explicar el deterioro de la marcha entre las personas con demencia.

La evaluación de la marcha, y el análisis de multitareas, es muy importante para el diagnóstico temprano de la demencia o los síndromes relacionados en los ancianos. Además, las perturbaciones en las multitareas podrían indicar el comienzo de la etapa previa a la demencia".

Otras señales reveladoras de la demencia y el Alzheimer

Además de los cambios en la marcha, otras señales de advertencia del Alzheimer incluyen las siguientes:

Pérdida de memoria que interfiere con la vida cotidiana: un ejemplo incluye repetir las mismas preguntas

Dificultad para planear y resolver problemas

Dificultad para completar tareas cotidianas como llegar a una ubicación conocida

Confusión con respecto al tiempo o el lugar: como olvidar la manera en la que llego a un lugar

Problemas de visión y dificultad para juzgar relaciones espaciales o distancias

Problemas para seguir conversaciones o el vocabulario, como olvidar el nombre de un objeto conocido

Colocar las cosas en un lugar y no poder recordar el lugar

Juicio en declive: como un juicio financiero deficiente o ignorar la higiene personal

Menor contacto social

Cambios de humor y personalidad: como mayor confusión, sospecha, depresión, miedo y ansiedad

Causas del Alzheimer

Aunque no existe una cura para la enfermedad de Alzheimer, existen una serie de estrategias prometedoras para prevenir y detener su progresión. El Dr. Dale Bredesen, director de investigación de enfermedades neurodegenerativas de la Facultad de Medicina de la UCLA, analiza dichas alternativas en su libro The End of Alzheimer's: The First Program to Prevent and Reverse Cognitive Decline.

Bredesen ha identificado más de cuatro docenas de variables que pueden influenciar significativamente en el Alzheimer, pero detrás de todo está la disfunción mitocondrial.

Esto tiene sentido cuando consideramos la importancia de las mitocondrias para producir la energía en el cuerpo, y nada funcionaría correctamente sin la ayuda de la energía, especialmente el cerebro, que es el órgano que más energía utiliza.

Asimismo, las mitocondrias generan la mayor cantidad de radicales libres dañinos, razón por la cual las malas elecciones en el estilo de vida producen mayores cantidades de radicales libres, lo que genera disfunciones en las mitocondrias. Resulta lógico que para prevenir o tratar exitosamente dicha enfermedad, es necesario abordar la disfunción mitocondrial.

La acumulación del beta-amiloide es un mecanismo protector

Una característica distintiva del Alzheimer es la acumulación de beta-amiloide en el cerebro. Es importante destacar que el trabajo de Bredesen resalta las razones de la creación del amiloide, en primer lugar.

La producción de amiloide es en realidad una respuesta protectora a los diferentes tipos de ataques, cada uno de ellos está relacionado con un subtipo específico de Alzheimer. Como explicó Bredesen:

"Con la inflamación, se produce el amiloide porque es un antimicrobiano endógeno muy efectivo. En ese caso, no se trata de una enfermedad, sino de una falla en el sistema.

Se produce el amiloide porque el cuerpo lucha contra los microbios, y se produce la inflamación porque el cuerpo disminuye su soporte trófico (resistencia a la insulina, etc.) o por la toxicidad.

Pero, ¿qué hace el amiloide? Se une a toxinas como metales, mercurio y cobre. Está claro que el cuerpo produce el [amiloide] para protegerse. Es bueno si quiere eliminarlo, pero es importante remover sus causas antes de hacerlo. De lo contrario, incrementa su riesgo".

El programa desarrollado por Bredesen es un enfoque integral que aborda las muchas variables del Alzheimer desde sus raíces. Resulta curioso que, si tiene el gen ApoE4, el cual aumenta el riesgo de Alzheimer, sería prudente implementar un ayuno intermitente, así como ayunos más prolongados de vez en cuando.

De hecho, este gen indica clínicamente la necesidad de ayunar de manera regular para evitar el Alzheimer. La razón de esto es porque el gen ApoE4 ayuda al cuerpo a sobrevivir a la hambruna. Por desgracia, también promueve la inflamación. El ayuno parece ayudar a cancelar esta propensión inflamatoria.

Pruebas para detectar el Alzheimer

Bredesen también recomienda una serie de pruebas de detección para ayudar a crear un protocolo de tratamiento personalizado. Por ejemplo, si tiene resistencia a la insulina, es necesario mejorar su sensibilidad a la insulina.

Si tiene inflamación, entonces es importante eliminar la fuente de este efecto proinflamatorio. Si sus niveles de hierro están elevados, es necesario donar sangre para reducirlo, y así sucesivamente.

Pruebas para detectar el Alzheimer

Prueba Rango recomendado

Ferritina

40 a 60 ng/ml

GGT

Menos de 16 U/L para hombres y menos de 9 U L para mujeres

25-hidroxi vitamina D

40 a 60 ng/ml

Puede adquirir la prueba aquí

PCR de alta sensibilidad

Menos de 0.9 mg/L (cuanto más bajo sea, mejor)

Insulina en ayunas

Menos de 4.5 mg/dL (cuanto más bajo sea, mejor)

Índice Omega-3 y proporción de omega 6 a 3

El índice Omega-3 debe ser superior al 8 %, mientras que la proporción de omega 6 a 3 debe situarse entre 0.5 y 3.0

Puede adquirir la prueba de su índice de omega-3 aquí

TNF alfa

Menor a 6.0

TSH

Menor a 2.0 microunidades/mL

T3 libre

3.2-4.2 pg/mL

T3 inverso

Menos de 20 ng/ml

T4 libre

1.3-1.8 ng/mL

Cobre sérico y proporción de zinc

0.8-1.2

Selenio en suero

110-150 ng/ml

Glutatión

5.0-5.5 μm

Vitamina E (alfa tocoferol)

12-20 mcg/ml

Índice de masa corporal

18-25

ApoE4 (prueba de ADN)

Consulte su número de alelos: 0, 1 o 2

Vitamina B12

500-1,500

Hemoglobina A1c

Menor a 5.5 (cuanto más bajo sea, mejor)

Homocisteína

4.4-10.8 mcmol/L

Estrategias preventivas

Es importante comprender que la demencia, incluyendo el Alzheimer, es una enfermedad prevenible, basada en elecciones del estilo de vida que mejoran la función mitocondrial.

En 2014, Bredesen publicó un artículo que demostraba el poder de las opciones de estilo de vida para la prevención y tratamiento de la enfermedad de Alzheimer. Al aprovechar los 36 parámetros de estilo de vida saludable, pudo revertir la enfermedad de Alzheimer en 9 de cada 10 pacientes.

Esto incluyó el uso de recursos como el ejercicio, dieta cetogénica, optimización de los niveles de vitamina D y otras hormonas, mayor cantidad de horas de sueño, meditación, desintoxicación, así como la eliminación del gluten y alimentos procesados. Puede descargar el texto completo del caso de Bredesen en línea, que detalla el programa completo.

Las siguientes son sugerencias basadas en el estilo de vida, muchas de ellas están incluidas en el tratamiento de Bredesen, que pueden mejorar la salud mitocondrial y disminuir el riesgo de desarrollar demencia.

Estrategias alimenticias

Primero, evite los alimentos procesados de todo tipo, ya que contienen una serie de ingredientes dañinos para el cerebro, tales como la azúcar refinada, fructosa procesada, granos (especialmente el gluten), aceites vegetales, ingredientes trasngénicos y pesticidas, como el glifosato.

Opte por productos orgánicos y de animales alimentados con pastura o pasto, ya que esto ayudará a evitar los pesticidas y herbicidas sintéticos.

Para reducir el riesgo de desarrollar Alzheimer, consuma carne de res de animales alimentados con pastura ya que esto disminuye el riesgo de consumir carne contaminada con priones, lo que, según algunas investigaciones, puede desencadenar la enfermedad. Para mayor información consulte el artículo: "Un estudio afirma que la enfermedad de Alzheimer es un trastorno de prión doble".

Lo ideal sería consumir la menor cantidad de azúcar agregada, y mantener el consumo de fructosa total inferior a 25 gramos por día, o en una cantidad tan baja como 15 gramos por día, en caso de que ya padezca una resistencia a la insulina/leptina o cualquier trastorno relacionado.

Para mayor información sobre la importancia de limitar el consumo de azúcar consulte mi artículo "La conexión entre el azúcar y el Alzheimer es cada vez es más evidente".

Asimismo, la mayoría de las personas se beneficiarían al llevar una alimentación sin gluten, ya que este puede producir un intestino más permeable, lo que permite que las proteínas accedan al torrente sanguíneo, donde podrían sensibilizar al sistema inmunológico y promover la inflamación y autoinmunidad, las cuales desempeñan un rol en el desarrollo del Alzheimer.

A medida que limite el consumo de carbohidratos refinados, reemplace las calorías perdidas con grasas saludables. Contrario a la creencia popular, el combustible ideal para el cerebro no es la glucosa, sino las cetonas, las cuales se producen cuando el cuerpo convierte la grasa en energía.

Las grasas saludables que debe incluir en su alimentación son los aguacates, mantequilla, yemas de huevos orgánicos de gallinas camperas, coco y aceite de coco, carnes de animales alimentados con pastura y frutos secos sin procesar, como las nueces pecanas y de macadamia.

Evite todas las grasas trans o grasas hidrogenadas que hayan sido modificadas para extender su vida útil en el supermercado. Eso incluye a la margarina, aceites vegetales y diversos productos untables, similares a la mantequilla.

Al evitar los alimentos procesados, también mejorará su microbioma intestinal, que es un factor muy importante. Para lograrlo, asegúrese de consumir alimentos fermentados y cultivados, junto con un probiótico de alta calidad y evite los antibióticos, productos antibacterianos y agua fluorada.

También se ha demostrado que ciertos nutrientes son bastante importantes Entre ellos podemos encontrar: grasas omega-3 de origen marino, colina, fosfatidilserina, acetil-L-carnitina, vitamina B12 y vitamina D. Para mayor información consulte mi artículo anterior "Los 9 nutrientes principales para un mejor desarrollo cerebral".

La investigación también sugiere que el treonato de magnesio puede rejuvenecer el cerebro. El sulforafano es otro nutriente (que se encuentra en el brócoli y otros vegetales crucíferos) que ayuda a prevenir el Alzheimer, al inhibir la generación y acumulación de beta amiloide, y al reducir el estrés oxidativo y la neuroinflamación.

Ademas, el ayuno intermitente es una herramienta poderosa para ayudarle a su cuerpo a recordar la manera de quemar grasas y solucionar la resistencia a la insulina/leptina, que es el factor principal que contribuye a la enfermedad de Alzheimer.

Evite los medicamentos peligrosos

Aunque la disfunción mitocondrial generalmente es causada por un patrón tradicional de mala alimentación y opciones de estilo de vida, algunos medicamentos también pueden aumentar significativamente el riesgo de desarrollar Alzheimer.

La mayoría de las vacunas contra la gripe contienen mercurio y aluminio neurotóxicos, lo que las convierte en una opción peligrosa para muchas personas, especialmente de manera anual. También se sabe que las estatinas y los anticolinérgicos aumentan el riesgo de demencia.

Los anticolinérgicos bloquean la acetilcolina, un neurotransmisor del sistema nervioso. Estos medicamentos incluyen a ciertos analgésicos nocturnos, antihistamínicos, pastillas para dormir, ciertos antidepresivos, medicamentos para controlar la incontinencia y ciertos narcóticos contra el dolor.

La investigación demuestra que el uso de benzodiacepinas como Valium, Xanax y Ativan para tratar la ansiedad o el insomnio por más de tres meses aumenta el riesgo de desarrollar demencia hasta un 51 %.

Esto es muy probable porque dichos medicamentos empeoran la calidad del sueño, un factor que contribuye al Alzheimer. Para mayor información consulte mi artículo anterior "Estos medicamentos populares sin receta pueden causar demencia".

En particular, las estatinas son problemáticas porque suprimen la síntesis del colesterol, agotan los niveles de los precursores neurotransmisores, vitamina K2 y coenzima Q10 del cerebro.

Además, evitan el suministro adecuado de ácidos grasos esenciales y antioxidantes liposolubles en el cerebro, al inhibir la producción del transportador necesario, es decir, la biomolécula conocida como lipoproteína de baja densidad.

El sol y la actividad diaria benefician al cerebro

Las investigaciones demuestran que las personas que viven en latitudes del norte tienen tasas más altas de muerte por demencia y Alzheimer que quienes radican en áreas más soleadas, lo que sugiere que la vitamina D o la exposición a los rayos del sol son factores importantes.

Es imprescindible obtener suficiente vitamina D para el buen funcionamiento de su sistema inmunológico y combatir la inflamación relacionada con el Alzheimer. Si no puede obtener suficiente cantidad a través de los rayos del sol, tome diariamente suplementos de vitamina D3 para alcanzar y mantener niveles en la sangre de 60 a 80 ng/ml.

Exponerse a los rayos del sol es importante por razones que no están relacionadas con la vitamina D. Su cerebro responde a la luz del infrarrojo cercano de los rayos del sol en un proceso llamado fotobiomodulación.

Las investigaciones demuestran que la estimulación cerebral producida por el infrarrojo cercano aumenta la cognición y disminuye los síntomas del Alzheimer, incluyendo a etapas más avanzadas de la enfermedad.

Suministrar la luz del infrarrojo cercano a las mitocondrias que se encuentran comprometidas sintetizará los factores de transcripción génica que desencadenan la reparación celular, y el cerebro es uno de los órganos con mayor cantidad de mitocondrias en el cuerpo.

El ejercicio y la actividad o movimiento diario son otros factores importantes. Se ha sugerido que el ejercicio podría ocasionar un cambio en la forma en la que se metaboliza la proteína amiloidem, y como consecuencia, reducirá la aparición y progresión de la enfermedad de Alzheimer.

Además, el ejercicio incrementa los niveles de la proteína PGC-1α. Las investigaciones han demostrado que las personas con Alzheimer tienen menor cantidad de PGC-1α en sus cerebros y las células que contienen más proteínas producen menos de la proteína amiloide tóxica relacionada con la enfermedad de Alzheimer.

La inactividad se relaciona con un mayor riesgo de desarrollar numerosas enfermedades, incluyendo la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y enfermedades neurológicas, por lo que es necesario pararse y caminar frecuentemente.

Estrés, sueño y estimulación mental

Otro factor importante es el estrés. Los investigadores han descubierto que el estrés activa las vías neuronales y endocrinas que impactan negativamente en las enfermedades neurodegenerativas. Una de mis herramientas favoritas para eliminar el estrés son las Técnicas de libertad emocional (EFT).

Del mismo modo, una mala calidad de sueño puede causar daño cerebral y acelerar la aparición de Alzheimer al impedir la capacidad cerebral de eliminar toxinas y desechos, por lo que es importante asegurarse de dormir bien constantemente.

Asimismo, es importante la estimulación, especialmente aprender algo nuevo, como tocar un instrumento o hablar un nuevo idioma. Los investigadores sospechan que desafiarse mentalmente ayuda a fortalecer el cerebro, lo que le hace menos susceptible a tener lesiones relacionadas con la enfermedad de Alzheimer.

Evite las exposiciones tóxicas

Por último, se recomienda evitar las exposiciones tóxicas y abordar cualquier toxicidad existente. Las amalgamas dentales son una de las principales fuentes de toxicidad por metales pesados; sin embargo, debe estar sano antes de extraerlas.

Una vez que haya implementado los cambios alimenticios descritos en mi plan de nutrición optimizado, puede seguir el protocolo de desintoxicación de mercurio, y posteriormente, buscar un dentista biológico que le extraiga sus amalgamas.

El aluminio es otro metal pesado que causa daños en la salud neuronal. Las fuentes comunes de aluminio incluyen a los antitranspirantes, utensilios antihadherentes de cocina y coadyuvantes de vacunas.

Un factor tóxico menos conocido es la radiación de los campos electromagnéticos (CEM) de los teléfonos celulares y otras tecnologías inalámbricas. La principal patología detrás del daño de los CEM es causada por las especies reactivas de nitrógeno peroxinitritas, que dañan las mitocondrias.

El incremento en la producción de peroxinitrito también se ha relacionado con la disfunción hormonal autónoma y mayores niveles de inflamación sistémica al desencadenar las tormentas de citoquinas.

Martin Pall, Ph.D., publicó una revisión en Journal of Neuroanatomy que demuestra cómo la radiación de microondas emitida por los teléfonos celulares, enrutadores wifi, computadoras y tabletas (que no están en modo de avión), está evidentemente relacionada con muchos trastornos neuropsiquiátricos.

Para reducir este riesgo, limite su exposición a las tecnologías inalámbricas. Algunas medidas sencillas incluyen apagar el wifi durante la noche, no portar su teléfono celular sobre su cuerpo a menos que esté en modo de avión, y evitar tener teléfonos portátiles, teléfonos celulares y otros dispositivos eléctricos en su habitación.

También se recomienda apagar la electricidad de su habitación desde los fusibles por la noche. Esto reducirá la exposición a los campos eléctricos y magnéticos a la hora de dormir. La desintoxicación del cerebro por la noche le ayudará a sentirse mejor y a mejorar la calidad de sueño.